El RCD Espanyol cayó derrotado por dos goles a cero en su visita al Santiago Bernabéu. Los goles de Morata y Gareth Bale, uno en cada mitad, sirvieron para darle los tres puntos a su equipo ante un conjunto periquito que en defensa realizó un buen partido. En ataque, eso sí, estuvieron desaparecidos.

El equipo de Quique Sánchez Flores inició el partido muy replegado, esperando al rival en su campo y con las líneas bien juntas, intentando no dejar espacios a los de Zidane. En los primeros compases del partidos, los blancos no se sentían muy cómodos en el campo, lo que provocaba errores en los pases. Siempre buscaban la espalda de la defensa blanquiazul para entrar por banda, pero un Espanyol bien ordenador se hacía infranqueable.

Sin presencia en ataque

No sería hasta bien pasado el cuarto de hora de juego cuando los locales comenzaron a inquietar la portería de Diego López, eso sí, siempre a balón parado, tanto desde el córner como con faltas laterales. El Espanyol trataba de salir al contraataque, pero la buena defensa del Madrid, jugando con cuatro atrás, impedía que el ex-perico Casilla tuviera trabajo en el primer tiempo. Isco, de los más participativos en la primera parte, intentaba entrar por izquierda y por derecha, pero sus centros no encontraban rematador y tampoco podía conectar el último pase al delantero por falta de espacio.

Las ayudas permanentes de Diop y Javi Fuego en defensa, permitían a los centrales acudir a ayudar a los laterales, con lo que evitaban la superioridad en banda de los merengues. El Madrid avisó de lo que iba a acabar llegando, y es que un centro de Isco lo conectó Ronaldo, que anotó en ligero fuera de juego y Undiano lo anuló. Apenas dos minutos después, de nuevo Isco, pero por la derecha, puso un balón al corazón del área y Morata abría la lata en el Bernabéu. Con mucho juego en el medio campo y un Espanyol sin presencia en ataque, habría tiempo para tan solo una ocasión más del canterano del Madrid, que acabó en nada.

Mucho castigo para la defensa blanquiazul

La segunda parte comenzó con algo más de carácter por parte del Espanyol, que intentó subir las líneas y presionar más arriba. Pero pronto recuperaba el Madrid el control del balón y volvía a encerrar al Espanyol en su campo, que aun así, consiguió salir dos veces a la contra. Una finalizó con mano de Hernán Perez cuando se preparaba para el chute y la segunda, el propio Hernán hizo lucirse a Casilla con una mano abajo en el primer palo que acabó en córner, en el que fue el primer tiro a puerta de los visitantes.

El partido entró, por unos minutos, en un tramo sin ocasiones, sobre todo gracias a la buena colocación del Espanyol en defensa, que impedía al Real Madrid llegar con claridad a la portería de Diego López. Un solo tiro lejano de Carvajal fue lo más destacado en más de 20 minutos de partido, donde el Madrid daba el partido como ganado y el Espanyol no acababa de creerse que podía empatar.

Y cuando parecía que el partido acabaría con una victoria blanca por la mínima, en un contragolpe, Isco puso un balón al espacio para la llegada de Bale que cruzó el balón y fue imposible para Diego López. El galés sentenció a un Espanyol que en la segunda parte fue mejor que en la primera y demostró, pese a los dos goles, la buena solidez defensiva. Esta derrota deja al Espanyol a cuatro puntos de Europa a la espera de la disputa del resto de la jornada.