Gran partido el vivido hoy en Cornellà. El RCD Espanyol recibía con la motivación por las nubes a un Barcelona con la obligación de puntuar para seguir en la disputa directa del título de Liga.

Saltaban los dos equipos con las ideas muy claras y con las ganas de regalar un partido de alto nivel a los aficionados. Pocos minutos se iban a necesitar para ver la intensidad en el juego y en la mirada de los jugadores, en los primeros compases de tira y afloja iba a salir ganando el conjunto blanquiazul, que tendría una ocasión de gol antes de cumplir los primeros diez minutos de juego. El afortunado iba a ser Jurado, que fallaba de forma imprevisible ante Ter Stegen.

El resto de la primera parte iba avanzar sin más jugadas de gran peligro. Dado que el conjunto blanquiazul hacía una presión muy elevada a la salida del Barcelona. Y esto les hacía sufrir en la creación. Por parte del Espanyol iba a suceder lo mismo: no tenía la posesión y cuando intentaba crear, el rival le contestaba con la misma moneda, la presión tras pérdida.

Foto: @RCDEspanyol.
Foto: @RCDEspanyol.

Indicaba Undiano Mallenco el inicio de la segunda parte y la dinámica era la misma. Hasta que se cumplió la hora de juego. Un error en la salida del balón de Jurado iba a decantar la balanza del partido de cara al lado del Barça, que se iba a adelantar desde las botas de Luis Suárez. El Espanyol intentó reaccionar pero el desgaste físico de la primera parte les dejaba sin posibilidades y más cuando en una de las famosas conducciones del astro argentino iba a valer para asistir a Iván Rakitic para que sentenciara. Y cuando llegaban los minutos de la basura, como se dice en el ámbito de la NBA, volvía a anotar Luis Suárez tras otro error en la defensa perica, porque Aarón medía mal y al ir a despejar le dejaba el balón franco al delantero uruguayo, que anotó su doblete.

Y así iba a acabar el partido. Con el RCD Espanyol con el sueño de jugar en Europa aún más cuesta arriba y sumando un año más sin ganar el Barcelona en su casa. Y el club blaugrana dormirá otra semana líder.

El error individual

El fútbol es un deporte de equipo y culpar a un jugador del resultado final no es plato de buen gusto para nadie. No obstante, se pueden permitir errores pero no calamidades.

El jugador que sale señalado de este encuentro es Jurado. Durante la hora de partido ha dejado claro que es el jugador con más técnica y de los mejores entendiendo el fútbol en la plantilla. Pero iba a fallar en dos momentos claros del partido, y no errores que pueden solventar los compañeros, sino que iban a ser irreversibles. Al poco de sonar el silbato en la primera parte desaprovechó un increíble mano a mano frente a Ter Stegen cuando todo el estadio cantaba el gol.

Foto: La Liga
Foto: La Liga

Pero lo peor iba a venir a la hora del partido. Cuando se olvidó por completo de las interminables charlas que habrá escuchado en sus años de futbolista. Cometió tres errores del ABC del fútbol: pase hacia atrás cuando el equipo está saliendo, no enviar el pase al jugador más cercano, sino que busca un pase de cambio de lado, y el último y peor, hacer un pase hacia atrás con el exterior.

Y Luis Suárez, que es un sabueso que siempre está en busca de perforar la portería rival, iba a interceptar ese balón y anotar con total tranquilidad ante Diego López.

Reencuentro con los tantos

Foto: Barcelona.
Foto: FC Barcelona.

En delanteros de esta talla es difícil pensar que puedan llevar cinco partidos sin poder mojar para su equipo. Pero hoy el jugador uruguayo se ha reencontrado y por partida doble con el gol y lo mejor de todo es que no se ha tenido que esforzar nada.

El primero llegaba por el error ya comentado de Jurado, aunque hay que tener fe para creer en la presión pensando que se pueden dar regalo así. Se iba a quedar delante de Diego López y lo batía a la primera por el palo corto.

Y el segundo iba a llegar a falta de cinco minutos para el pitido final. Cuando un balón colgado no iba a ser despejado por Aarón, que medía mal su remate y dejaba el balón muerto en los pies del pistolero blaugrana, que volvía a batir al guardameta perico.