En el partido de la primera vuelta el Espanyol tuvo la oportunidad de seguir manteniendo su buena racha a la hora de puntuar frente al Deportivo de La Coruña cada vez que visita Cornellà.

El conjunto de Quique Sánchez Flores llegaba tras haber sido goleado estrepitosamente por el Fútbol Club Barcelona en la jornada anterior, y de sufrir una dolorosa eliminación en la Copa del Rey en la lotería de los penaltis ante la Agrupación Deportiva Alcorcón tras haber empatado en la vuelta por uno a uno.

Por ello, afrontaban el partido con el aliciente de poder darle la vuelta a esta mala dinámica de resultados para volver a encauzarse en ir subiendo de puestos en la clasificación

Los visitantes también llegaban de haber sido eliminados en la Copa del Rey, pero ellos frente al Deportivo Alavés SAD, que es uno de los actuales finalistas. Pero en La Liga venían dos victorias consecutivas como locales con buenos resultados ante el Club Atlético Osasuna y el Real Betis Balompié.  Dado a este resultado, llegaban al RCD Stadium en busca de la tercera consecutiva.

Gerard reaccionó rápidamente al gol de Borges

La primera parte iba a ser de un tanteo continuo en la que el Deportivo de La Coruña iba a mostrar mejor sus armas, pero con un RCD Espanyol que también plantaba cara. En este intercambio de golpes los porteros hacían de manera perfecta su oficio bajo palos.

Cuando comenzaba el segundo tiempo las cosas iban a cambiar: el desgaste físico producido en la primera mitad dado al continuo esfuerzo en ataque y en defensa en busca de no encajar y meter el primero del partido, iba a producir que el encuentro se rompiera por el lado del Deportivo de La Coruña, que al cumplir exactamente la hora de partido se iba a adelantar gracias a un bonito tanto de Celso Borges. Y como el fútbol es un deporte de reacciones y de poner ganas, a los tres minutos iba a igualar el marcador Gerard Moreno tras una brillante jugada colectiva.

Y así iba a seguir el partido hasta llegar a los minutos de descuento en donde el colegiado expulsó al lateral derecho Juanfran, dejando a su equipo con uno menos. Y en la siguiente jugada, Jurado iba a estrellar un misil frente al larguero que no iba a acabar en gol.

Y así se llegaba a la conclusión, con reparto de puntos y con un RCD Espanyol que se quedó con la miel en los labios.