El Leganés visitará Cornellá en la segunda jornada de Liga con el aliciente de haber arrancado el torneo con un triunfo y tres puntos en el bolsillo, tras derribar al Alavés con marcador de 1-0. El elenco dirigido por Asier Garitano no es, en absoluto, uno de los equipos más fuertes del campeonato, sin embargo, tratándose de una de las primeras jornadas, muchísimo cuidado deberá tener el Espanyol de Quique si no quiere patinar en Cornellá. 

El pasado viernes, el conjunto pepinero dio su primer paso en pos de conseguir el objetivo de la temporada: permanecer un año más en Primera División. En efecto, los madrileños tienen una de las plantillas menos sólidas de las 20 en competencia, mas esto no significa que sean rivales asequibles. Por el contrario, precisamente la ausencia de estrellas en su escuadra es probablemente un arma de doble filo.

Garitano ha demostrado ser un excelente técnico. Desde 2013 dirige la nave pepinera y ha conseguido llevarlos a Primera pese a a ser un club pequeño y modesto. El año anterior permaneció en la categoría contra todos los pronósticos y sin pasar demasiados aprietos. ¿La clave? Sacar el máximo rendimiento de cada jugador, mantener un estilo de juego basado en el compañerismo y la solidez defensiva, así como la reconocida teoría del “partido a partido”, priorizando los encuentros como local.

No quiere esto decir que el Leganés carezca de jugadores de calidad. No. Caería en un craso error quien opine así. En sus filas militan futbolistas talentosos. Por solo citar a algunos Szymanowski, quizás el más peligroso; Gabriel Pires y el encargado de anotar los goles: Guerrero.

Sin embargo, sus mayores basas están en la retaguardia: Mantovani y Bustinza son jugadores con experiencia, mientras su portero, el Pichu Cuéllar, llevaba años defendiendo la cabaña del Sporting. En definitiva, el Espanyol tendrá que mostrar un juego preciso y aprovechar la rapidez por las bandas si quiere romper el cerco defensivo.