Parece que el Villarreal se ha levantado. Tras un comienzo incierto, en que su defensa hizo aguas y la delantera fue incapaz de rendir al máximo nivel, los de Fran Escribá han encadenado dos triunfos de forma consecutiva. Las principales incorporaciones han conseguido acoplarse al ritmo del plantel y los frutos van llegando.

En esta jornada reciben en su remozado estadio La Cerámica a un Espanyol que también viene de ganar en Cornellá al Celta. El submarino confiará gran parte de un posible triunfo en la fortaleza ofensiva. De esta forma, el temible tridente conformado por Samu Castillejo, Bakambu y Carlos Bacca intentará destrozar el muro defensivo perico que, por cierto, no se ha visto del todo bien en el inicio de la campaña.

En el caso de Castillejo, extremo zurdo que arribó a Castellón hace par de temporadas procedente del Málaga, representa el revulsivo de Escribá. En ataque constituye un auténtico dolor de cabeza para los zagueros rivales, pues es raudo como pocos y certero con su pierna izquierda. Por demás, Castillejo aporta descaro por las bandas, consiguiendo mantener inquietos a los centrocampistas rivales. Mucho deberá cuidarse el lateral derecho blanquiazul.

Carlos Bacca es otro tipo de jugador. No es quizá el más rápido, ni un tipo escurridizo ante los defensores. Todo lo contrario. El colombiano puede presumir de su fuerte físico, habilidad en el juego aéreo y gran olfato goleador. Puede abrirse espacio sin necesidad de usar la velocidad. Un hombre que trabaja durante los partidos y casi nunca se va en blanco.

Bakambu es la gran estrella del Villarreal. Un año más viste la franela amarilla y constituye el principal peligro en punta. Quique Sánchez Flores de seguro lo ha estudiado a profundidad. No hay que caracterizarlo demasiado, su corte de jugador es similar al de Carlos Bacca. Fuerte y preciso. Pero valdría destacar que su talento con el balón lo hace uno de esos jugadores diferentes que todo técnico quisiera tener en sus conjuntos.

Resta esperar a ver cómo responde la zaga perica ante la inminente avalancha ofensiva de sus anfitriones. De dicha pugna dependerá, en gran medida, el resultado final del cotejo.

VAVEL Logo
Sobre el autor