Seis salidas, ninguna victoria. Este es el pobre balance que, por ahora, llevan los hombres de Quique Sánchez Flores lejos de los suyos. Parece que a domicilio existe una maldición: la imagen del equipo no ha sido mala en algunos partidos, es cierto que tampoco excelente, pero no ha bastado para sumar de tres en tres. Los buenos resultados logrados en casa facilitarían al Espanyol acercarse a plazas europeas, pero los pocos puntos logrados fuera condicionan a los blanquiazules, que se encuentran ahora en tierra de nadie en la clasificación.

Las estadísticas fuera de casa, preocupantes

Ciertamente, el bagaje del Espanyol fuera de casa es muy pobre. Con tres empates (Sevilla, Villarreal y Real Sociedad) y tres derrotas (Barcelona, Real Madrid y Alavés), los blanquiazules han sumado tres puntos. Solamente el Málaga tiene unas estadísticas peores, ya que aún no ha puntuado lejos de la Rosaleda. Así pues, si se contabilizaran solo los partidos fuera, el Espanyol estaría en la cola de la clasificación.

Pero las estadísticas van más de ganar o perder. En relación a los goles, a domicilio solo Leo Baptistao ha sido capaz de marcar y en dos partidos diferentes, pues en los cuatro restantes no se ha anotado ningún tanto. Por el contrario, los goles recibidos se elevan hasta 10.

En comparación con la temporada pasada, los números fuera se han empeorado, pues se sumaron un total de 11 puntos en las seis primeras salidas ligueras. En este aspecto, el ‘Espanyol 2.0’ de Quique Sánchez Flores debe mejorar. Es más, según apunta AS, el de esta temporada es el segundo peor inicio fuera de casa des de que las victorias valen tres puntos, es decir, des de la temporada 1995 – 1996.

Los rivales, ¿una excusa?

Antes del partido ante el Alavés, los números fuera de casa eran un mero dato, pues los rivales a los que se habían medido los pericos eran todos europeos: Sevilla, Barcelona, Real Madrid, Villarreal y Real Sociedad, respectivamente. Así pues, era un tanto razonable atribuir esta falta de puntos a la dificultad de los encuentros, ya que pese a no ganar las sensaciones y el juego del equipo dejaban detalles positivos.

Pero el jarro de agua fría recibido en Mendizorroza el pasado sábado ha hecho analizar lo que es una realidad: seis salidas y ninguna victoria; los blanquiazules no fueron capaces de tumbar tampoco al Alavés, equipo que se encuentra en la zona de descenso y que no había ganado todavía por aquél entonces. Además, hay que tener en cuenta que los de Quique Sánchez Flores tampoco fueron capaces de ganar al Tenerife en Copa, un equipo de Segunda División, y la imagen que ofrecieron ante él fue muy pobre.  

Ganar fuera, el desafío

Para conseguir abandonar la ‘tierra de nadie’ de la clasificación y tener objetivos más ambiciosos, la clave está en ganar a domicilio. Antes de que acabe el año los pericos visitaran Eibar y Las Palmas, ante ellos está el reto.

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