El RCD Espanyol está sumido en una dinámica nada positiva. Las alarmas se encendieron al no poder vencer a Alavés y Eibar a domicilio, rivales que estaban colocados por debajo del conjunto perico en la clasificación. Tampoco fue favorable el empate ante el Levante, equipo recién ascendido, o la derrota ante el Valencia CF que se situaba en segunda posición. La gota que colmó el vaso fue la derrota ante el Girona CF. El encuentro evidenció el mal estado del equipo ya que no se pudo dar la vuelta al encuentro ante un conjunto nuevo en primera división. Otra mala noticia es que los “pericos” junto a la UD Las Palmas son los dos equipos menos goleadores de primera, con solo once goles a favor. Es por estos motivos que la afición, desmotivada, estalló al concluir el derbi catalán en gritos de “Quique vete ya” y pitos.

Los números de Quique Sánchez Flores la presente temporada se asemejan con los de Sergio Gónzalez, técnico blanquiazul la temporada 2014-15 hasta el 14 diciembre de 2015. Que fue destituido por su mala racha y Constantin Galca pasó a ocupar el cargo. El principal motivo de su cese fue la derrota ante el Celta de Vigo que dejaba al equipo en doceava posición, con un total de diecisiete puntos en quince jornadas. Las estadísticas esta temporada, son peores, el equipo está en dieciseisava posición, con dieciséis puntos, en quince jornadas.

Los próximos partidos han de servir al técnico madrileño para poder permitir a la afición, cada vez más pesimista, seguir creyendo en el proyecto. El próximo encuentro será ante el colista: la UD Las Palmas, a domicilio, donde el equipo no se ha llevado los tres puntos aún está temporada. El conjunto blanquiazul tendrá el reto de ganar en el Estadio de Gran Canaria donde no ha ganado en las dos temporadas consecutivas que lleva el conjunto insular en primera.