El Espanyol ha condenado, a través de un comunicado en la página web del club, la pelea que tuvo lugar ayer, en el partido contra el Villarreal, entre aficionados del Espanyol y que, según algunos testigos, tuvo un origen ideológico, ya que la discusión arrancó a raíz de que un seguidor sacará una bandera estelada. Otro le pidió que la retirara y al negarse comenzó la trifulca, en la que incluso está involucrado un anciano que acabó en el hospital.

El Consejo de Administración de la entidad blanquiazul, que ha mantenido siempre posicionarse al margen de posicionamientos políticos ya que defiende que el Espanyol es sólo un club deportivo, ha lamentado la acción. "El club expresa, como ha hecho siempre, su condena más absoluta a todo incidente de violencia física y/o verbal y muestra su compromiso más firme a erradicar estas actitudes en el deporte y en la sociedad. Como la entidad manifestó de manera contundente en su llamada pública del pasado día 3 de octubre de 2017, deseamos que la paz social se imponga de una vez por todas en Catalunya y que, en concreto, todas las consecuencias de la situación política presente queden siempre alejadas del mundo del fútbol y del deporte", afirma el comunicado.

El club perico, además, analizará los hechos y tomará medidas drásticas. Entre otras acciones, echará del club a las personas implicadas: "Remitiremos de inmediato en un expediente del Comité de Disciplina Social toda la documentación aportada por la policía catalana y por el servicio de seguridad privada de la entidad a fin de determinar las oportunas responsabilidades y proponer y determinar, en su caso, la expulsión inmediata como socios de la entidad de aquellas personas que puedan ser identificadas como causantes de cualquier acción violenta contra otros aficionados".

En último lugar, el club vuelve a recordar al aficionado perico que el único y gran nexo de unión entre toda su masa social es el Espanyol, su escudo y los colores blanquiazules.