El RCD Espanyol lleva tan solo cuatro puntos de 18 posibles y lleva 6 partidos sin conocer la victoria. Esta mala racha no está permitiendo ilusionar a la afición y el conjunto periquito se encuentra en la decimosexta posición a nueve puntos del descenso y a 11 puntos de Europa. 

Aun habiendo jugado un buen partido ante el FC Barcelona el juego del equipo ante Sevilla, Celta, Leganés y Villarreal no fue bueno y la situación está siendo silbada por la afición en los últimos partidos. El juego no está siendo atractivo para el espectador y tampoco se está traduciendo en buenos resultados. 

Causas de la situación 

Si hay algo que toda afición odia es no ver objetivos a falta de 14 jornadas por disputarse. Con un plantilla diseñada para estar en la parte media alta de la tabla, los españolistas no están enganchando a la afición. 

Una causa es la falta de la solidez defensiva. La temporada pasada la pareja de centrales David López y Diego Reyes fue inamovible. Este año por el puesto de central han pasado David López, Naldo, Mario Hermoso y Óscar Duarte. Hasta hoy Quique no ha conseguido consolidar una pareja de centrales.

El bajo rendimiento de la delantera del equipo es otro hándicap a destacar. La poca aportación en ataque de jugadores como Sergi Darder, Jurado o Pablo Piatti, y la escasa anotación de jugadores de segunda línea se está notando está temporada. 

La temporada pasada el equipo jugaba con un táctica defensiva que salía al contraataque. En este curso el equipo quiso dar un paso hacia delante pero en muchos partidos se ha quedado a medio camino y el equipo parece no sabe a qué juega. 

Al falta de catorce partidos para finalizar la liga y 42 puntos en juego, el conjunto periquito debería hacer un tramo final de Champions para poder estar peleando por plazas europeas. El partido que tiene por delante ante el Real Club Deportivo de la Coruña será de los últimos partidos que tendrá el equipo de Quique Sánchez Flores para engancharse al tren de la ilusión.