Oier Olazábal Paredes llegaba a la ciudad condal en junio de 2007 procedente del Real Unión de Irún de Segunda B. Tras su paso en la categoría de su tierra natal, el vasco quiso hacer las maletas para buscar la ansiada suerte.

Después de descartar en 2006 una oferta del Real Madrid el FC Barcelona sería el destino elegido por el joven guardameta. De hecho, su fichaje fue motivado por el ex entrenador de porteros del FC Barcelona Juan Carlos Unzué que recomendó al joven de Irún. Aunque tenía por delante un futuro incierto y a pesar de la notable presión de los clubes como el FC Barcelona, las ganas y la ilusión saciaban la incertidumbre. Con esfuerzo, silencio y la magia de lo que te apasiona Oier encontraba la llave de la primera puerta; el Barça B.

El irundarra, con 5 temporadas defendiendo la portería del filial azulgrana, lograba paulatinamente su sueño con trabajo y dedicación.  Tanto era así que pronto se convirtió en una pieza clave en el cuadro barcelonés. Además, poco después llegaría su otra gran oportunidad. El 2 de enero de 2008, Oier debutó con el primer equipo azulgrana. Albert Jorquera, suplente de Victor Valdés, se lesionaba y el joven vasco jugaría el partido de Copa que enfrentaba al Barça-Alcoyano. A pesar que el Barça perdiera 2-1 ante el equipo de la Comunitat Valenciana era un paso gigantesco para el joven guardameta.

Finalizada la temporada, el 25 de agosto de 2009, se anunció la rescisión amistosa del contrato de Albert Jorquera con el FC Barcelona al mismo tiempo que se anunciaba su fichaje por el Girona FC.  En ese momento aparecía José Manuel Pinto. El de Puerto de Santa María sería el segundo portero del primer equipo azulgrana y complicaría el camino al joven guardameta vasco. 

Lejos de desanimarse, Oier acepto y desafío a propios y extraños con su actitud. Antepuso su esfuerzo y su silencio a sus ansiadas ganas de tener minutos y ese fue el camino elegido para el joven. De hecho, ya se ha convertido en su filosofía futbolística. Esta temporada, Oier ha ascendido de forma definitiva a la primera plantilla después de seis temporadas en el filial. El club decidió renovarle el año pasado con la cláusula que en las temporadas 2013-14 y 2014-15 pasaba a integrar al primer equipo.

Otro paso importante pero insuficiente debido a los pesos pesados que ocupan la portería azulgrana.  Bajo las órdenes de Tata Martino, Oier pronto supo que no sería tarea fácil hacerse un lugar dentro del once. Con ese rol instaurado y nada fácil de llevar, el tercer portero del primer equipo del FC Barcelona a punto estuvo de tener otra llave mágica cuando en el mundial de África, Victor Valdés se lesionaba y razonablemente, José Manuel Pinto pasaba a ser el titular en Liga.

Con esa compleja situación era fácil pensar que Oier sería el encargado de los partidos de Copa. Sin embargo, el técnico argentino no compartiría la misma opinión y no confiaba en Oier. A pesar de todo, quién más confía en Oier es él mismo. Con esa clara convicción, sin rendirse y con el objetivo de querer consolidarse en el cuadro azulgrana sigue entrenándose día a día.

Pronto llegará otro cambio en el cuadro azulgrana. Valdés abandonará el club en verano y nadie sabe lo que pasará. De momento, sobre la mesa hay especulaciones y opiniones varias pero la única cosa clara es que Oier seguirá creciendo y gritando a los cuatro vientos que su futuro si es prometedor. 

VAVEL Logo
Sobre el autor
Mireia Morais Trafach
English primary teacher, licenciada en publicidad y relaciones publicas y máster de Periodismo deportivo. Después de terminar mis prácticas en VAVEL me uno a la familia como colaboradora. Me encanta aprender, crecer, conocer gente, la música, el deporte, el teatro, viajar... amo la vida y amo los sueños, así que.. seguiremos luchando para lograrlos.