La llegada de Neymar Jr la temporada pasada y la reciente contratación de Luis Suárez no hacen más que acrecentar el sentimiento de incredulidad en el seno de la parroquia culé, que ve como la dirección deportiva, con Andoni Zubizarreta a la cabeza, sigue sin invertir en una parcela que en los últimos tiempos ha sido cubierta con alfileres, siendo uno de los motivos fundamentales de la ausencia de títulos en la pasada temporada.
El fantasma del fracaso en la llegada en la temporada 2009/10 del discutidísimo defensor ucraniano Dmytro Chigrinsky, procedente del Shaktar Donetsk a cambio de 25 millones de euros, por la apuesta de Pep Guardiola, todavía planea sobre las cabezas de los directivos azulgranas, que todavía hoy recuerdan la desastrosa temporada del jugador, a quien revendieron al año siguiente a su club de origen por 15 millones, habiendo disputado tan sólo 14 encuentros con los culés.
Desde ese momento el FC Barcelona ha barajado cada campaña la necesidad de contratar a un central de garantías que pudiera apuntalar la zaga azulgrana, para cubrir las espaldas a Gerard Piqué y Carles Puyol.
La falta de efectivos en esa zona del campo ha obligado a los técnicos a inventarse centrales prácticamente de la nada con soluciones de urgencia, como la reconversión de Javier Mascherano, Sergio Busquets, Eric Abidal o Adriano como centrales; además de experimentos fallidos como el de Song, quien a pesar del cartel con el que llegó procedente del Arsenal de jugador polivalente, demostró en cada una de sus actuaciones que sus características distan mucho de las de un central aceptable.
La aparición del joven canterano Marc Bartra la temporada pasada, sirvió para enmascarar la falta de efectivos en la zaga barcelonista, sin embargo, con la retirada del Tiburón Puyol y la demostración en la cita mundialista del Jefecito en la que se reivindicó como uno de los mejores medio centros defensivos del planeta, deja en cuadro a los culés con tan sólo 2 centrales puros, como son Piqué y Bartra, colocando al conjunto de Luis Enrique en una clara situación de alto riesgo.
Las fallidas apuestas hasta la fecha por David Luiz, ya fichado por el Chelsea de Mourinho y la presumible llegada de Matts Hummels al nuevo United de Van Gaal, parecen colocar una temporada más a Andoni Zubizarreta en el más difícil todavía, con un equipo con la pretemporada ya iniciada y sin la llegada de un central más que esperado por el técnico asturiano del FC Barcelona.
A pesar de haber gastado más de 125 millones de euros en la contratación de 2 guardametas (Ter Stegen y Bravo) y un delantero que no podrá jugar ni entrenarse durante 4 meses (Luis Suárez), parece que el club de momento no está por la labor de gastarse una cantidad equivalente en la parcela defensiva.
Thiago Silva: el eterno deseado
El central brasileño del PSG se ha mostrado como uno de los mejores centrales del mundo, con calidad más que sobrada para sacar el balón jugado desde atrás.
Sin embargo, los 50 – 60 millones que costaría su traspaso no parecen convencer a la directiva azulgrana, unido al desinterés parisino por dejar marchar a uno de sus capitanes y buques insignia del conjunto francés.
Marquinhos: joven, con proyección y caro
La llegada de David Luiz al PSG para formar tándem con Silva, parecía dejar abierta la posibilidad de la salida del jovencísimo central carioca, sin embargo, la oposición manifiesta de Laurent Blanc a la marcha del jugador y el elevado precio del traspaso, en ningún caso inferior a los 40 millones de euros, parecen enfriar el interés culé en el jugador.
Aymeric Laporte: la claúsula o la claúsula
El prometedor central vascofrancés del Athletic Club de Bilbao, es uno de los defensores más prometedores del panorama futbolístico europeo, seguido por los principales conjuntos europeos entre los que se encuentra el propio FC Barcelona o el Bayern de Münich de Guardiola.
Sin embargo, la negativa de los dirigentes bilbaínos de negociar la clausula de 36 millones que figura en su contrato, parece hacer recelar al conjunto catalán, quien sigue sondeando el mercado en busca de un central bueno, bonito y barato.
Jeremy Mathieu: un lateral zurdo como solución de urgencia
En las últimas fechas el Barça parece haber centrado sus esfuerzos en la llegada del veterano defensor del Valencia CF, quien su polivalencia le ha permitido jugar en algunos encuentros como defensa central, si bien no es un especialista en dicha posición.
A sus casi 31 años, el jugador francés parece no querer perder la oportunidad de recalar en el Camp Nou, habiendo pedido públicamente a su club que se siente a negociar su traspaso con el FC Barcelona, si bien el presidente valencianista Amadeo Salvo parece decidido a exigir el pago de los 20 millones de euros que figuran en su clausula, cantidad a priori bastante superior a la prevista en las oficinas barcelonistas.
Daley Blind: pedigrí polivalente holandés
El hijo del mítico Danny Blind parece haberse unido a la lista de futuribles centrales del conjunto blaugrana, si bien el jovencísimo jugador holandés no es un defensa central al uso, siendo habitual que se desempeñe tanto en el Ajax como en la Selección Orange, en las posiciones de lateral izquierdo y como pivote defensivo.
En el pasado Mundial destacó en la zaga holandesa que consiguió el tercer puesto, si bien tan sólo ocupó la posición de central esporádicamente para cubrir la eventual lesión de un compañero.
Jan Vertonghen: el pilar de los Spurs
El joven defensor belga del Tottenham, cumple con todos los requisitos que debe de tener un central del Barça por su excelente toque de balón y su capacidad para guardar la posición y ser contundente cuando las circunstancias del juego lo requieren.
Sin embargo, su condición de jugador imprescindible en su actual club imposibilitan a priori su salida este verano con dirección a Barcelona, más teniendo en cuenta la dureza negociadora de su presidente Daniel Levy, quien ya ha manifestado su negativa a dicha operación.