Luis Suárez es un gran goleador dentro de la cancha, el mejor del mundo la pasada campaña. Pero también es un tipo que considera a su familia, sobre todo a sus hijos como uno de sus pilares de su vida, lo que le da sentido a su carrera. Con 40 goles en su casillero, sólo en Liga, que son los que valen para la Bota de Oro, Luis gana por segunda vez en tres años este trofeo. 

"Me imagino a Luis con sus primeras botas, negras, sin marca publicitaria, ahora le entregamos la de oro, la del color de los sueños", con estas palabras daba el pistoletazo de salida a la gala el director de Marca, Juan Ignacio Gallardo. La llenaba ya de esa burbuja de emoción que acompañó a la más de media hora que duró la entrega. Luis cumplió su sueño, el de jugar en el Barça, y su rendimiento nunca se podría haber pensado que sería de tan alto nivel. El complemento perfecto a Neymar y Messi, el 9 que el Barça necesita. Un luchador nato, que no deja un balón suelto y con un olfato que sólo tienen los grandes. Él lo es, sin duda.

Foto: Dani Mullor (VAVEL)
Foto: Dani Mullor (VAVEL)

Una gala emocionante

Subía el protagonista el escenario. Entre aplausos de toda la sala, Luis un poco tímido arrancaba dando las gracias a todos: "Gracias al Barcelona, a los que me dieron la oportunidad de estar aquí, cumplir un sueño y cumplir los objetivos. Gracias a mis compañeros que son partícipes de todos los goles y de todos los logros. Es más de ellos que mío.", decía Luis, demostrando la humildad que le caracteriza.

40 goles en Liga, 63 en total

El vídeo de la sala se encendía dando paso a todos los goles del delantero azulgrana y sus mejores jugadas. En ellas salían sus compañeros, a los que Suárez le daba las gracias, salían Iniesta, Messi y Busquets, los capitanes del equipo que acompañaban a Luis en esta celebración tan especial para él. Anécdotas de sus amigos, de sus inicios en Nacional, donde explica el motivo del su cambio de número del 13 al 9 y casi con lágrimas en sus ojos, recibía las felicitaciones de sus amigos.

Llegaba el momento cumbre, el de la entrega del trofeo. En un gesto que ha emocionado a todo, Luis pidió a los organizadores que los encargados de darle este trofeo fuesen sus hijos, Benjamín y Delfina. Los "peques" de la casa subieron, no muy conscientes de donde estaban, y le entregaron la bota dorada, brillante y reluciente como la mirada del jugador al ver la escena, emocionado. Con una sonrisa de oreja a oreja, Luis deleitaba a los fotógrafos de la sala con una imagen más que tierna.

Foto: Arnau Montserrat (VAVEL)
Foto: Arnau Montserrat (VAVEL)

Era el turno de responder las preguntas de los periodistas, y un Luis Suárez ya más relajado hablaba de sus goles más lindos de la temporada pasada: "Hay muchos goles lindos, pero me quedo con los dos contra el Real Madrid en el Bernabéu", comentaba el charrúa, clave en aquella noche del 0-4. Sobra la dificlutad de llevarse el trofeo con otros dos fuera de serie en el equipo como son Messi y Neymar, Suárez ha destacado el hecho y ha alabado al resto del equipo: "Tiene mucho mérito porque los tres somos goleadores. Pero si el balón no saliese jugado desde atrás no se crearían las oportunidades. Es trabajo de todo el equipo.", apuntaba el Bota de Oro.

Foto: Arnau Montserrat (VAVEL)
Foto: Arnau Montserrat (VAVEL)

 "¿Papá, por qué no metiste gol?"

Ayer no marcó, pero Luis ha explicado que ayer cuando llegó a casa tras la exhibición de Messi y su equipo, pese que él no anotó ninguno de los cuatro goles, sus hijos, que ya empiezan a ser conscientes del trabajo de su padre le preguntaron: "¿Papá, por qué no metiste gol?". Benja y Delfina tuvieron un gran protagonismo, son parte fundamental en la vida de Luis. Entre risas y emoción de los presentes, Suárez se iba con el trofeo amarrado en el brazo. Se despidió con una frase reflejante del buen rollo de la MSN: "Si no repito el año que viene, que lo gane Leo o Neymar", finalizaba el charrúa.   

Foto: Arnau Montserrat (VAVEL)
Foto: Arnau Montserrat (VAVEL)