No corren tiempos tranquilos entre los culés. Los resultados cosechados en los últimos encuentros han hecho saltar las alarmas entre más de uno que ve como este sábado se presenta un clásico complicado teniendo en cuenta las dinámicas de los dos equipos. Un Madrid que suma 31 partidos consecutivos sin perder visitará a un Barça que lleva tres empates seguidos, y gracias.
El Barça está a seis puntos del Madrid en liga
Eso sí, un clásico es un partido que marca la excepción. Es un punto y aparte en la temporada de los dos equipos y no hay dinámicas que valgan, ni rachas que perduren. Un clásico no se juega, se gana, y el Barça está obligado a sumar tres puntos este sábado si no quiere ver como la liga se va tiñendo de color blanco a pasos agigantados.
De hecho, los blancos ven una oportunidad histórica para asaltar el feudo azulgrana y clavar una estocada que puede ser mortal para la moral de los jugadores culés. Peligro ante tal situación. Es un déjà vu de lo que le pasó al Barça hace poco más de medio año, en el último clásico liguero disputado en tierras catalanas. El Barça llegaba líder indiscutible, 39 encuentros sin conocer la derrota. Una oportunidad de dejar los blancos KO pero saltó la sorpresa con la victoria por 1-2 del conjunto de Zidane.
El Madrid ya ganó en el Camp Nou en el último clásico
No es el único batacazo que se recuerda en estos últimos años. El 1-3 de Copa del Rey en el año 2013 o el 1-2 en liga de la última temporada de Pep al frente del equipo azulgrana son otros de los ejemplos.
1-2 (2011-2012): el Madrid cierra la Liga
Última temporada de Pep Guardiola como entrenador azulgrana. A falta de cinco partidos ligueros por disputarse, el Real Madrid es líder con cuatro puntos de ventaja sobre el conjunto azulgrana. Sobre la mesa, la oportunidad de ponerse a sólo un punto del equipo por entonces entrenado por Mourinho. La situación no podía ser más ideal, en casa, en el Camp Nou, con la afición de cara. Nada más lejos de la realidad.
El Barça fue muy previsible durante todo el encuentro y además, tuvo que ir a remolque desde el minuto 17, cuando después de un córner y un balón que deja medio muerto Valdés, es aprovechado por Khedira para enviar el cuero al fondo de las mallas. El Madrid dominó la primera parte y el resultado condenaba al Barça a un juego psicológico que no supo dominar.
El Barça empató pero la alegría duró 2 minutos
Entraron las prisas, las imprecisiones y el gol del empate no llegaba. Saltó Alexis al campo y fue llegar y besar el santo. El chileno aprovechó una jugada llena de rebotes para acabar chutando casi cayéndose y empujar el balón a gol. Era el minuto 71, quedaba mucho, pero el empate no les servía a los de Guardiola. Por desgracia, se anotó otro gol esa tarde, pero no en la portería de Casillas. Sólo dos minutos después del empate y en pleno éxtasis del Camp Nou, Cristiano recogía un balón de Özil que es medio gol para superar a Valdés y poner el segundo en el luminoso. El portugués mandó a calmar a todo un Camp Nou que se encendió con el delantero blanco.
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Fue una decepción tremenda, se pasó del empate, de ver la luz a una remontada épica que podía servir para ganar una Liga, al gol de Cristiano que sirvió en bandeja la Liga al Real Madrid.
1-3 (2012-13): un Barça noqueado
La vuelta de la semifinal de Copa del Rey se jugaba en el Camp Nou. El Barça salió del Bernabéu con un empate a uno que supo a poco después de ponerse por delante en el marcador y dejarse empatar con un gol de Varane. El francés fue determinante en la eliminatoria y en la vuelta del Camp Nou, donde completó un auténtico partidazo.
Pero el Madrid superó al Barça en todos los aspectos. Se vio a un Barça cansado, sin ideas, agotado mentalmente, sin poder seguir el ritmo del partido sobre todo en la segunda mitad. El Madrid lo aprovechó para hacer sangría. Cristiano adelantaba a los blancos de penalti y los azulgranas desaprovechaban sus oportunidades en la otra área, sin ser demasiado claras. Se fueron al descanso con 0-1 en el marcador.
El club blanco se puso 0-3
La tónica de la segunda parte siguió igual, ocasiones para los azulgranas sin poner en demasiados apuros a Diego López y un Madrid con la suerte de cara y con la pólvora muy afinada. De un voléon en defensa de Khedira sin ningún tipo de intención, derivó en un pase milimetrado para Di María que encaró solo a Puyol y le hizo un traje. De las pocas veces que han roto a Puyol en defensa, Di María podrá decir que lo hizo en un precioso doble recorte que acaba en despejado por Pinto pero Cristiano con la caña a punto ponía el 0-2 y la eliminatoria casi imposible.
Necesitaba tres goles el club azulgrana que vio como el Madrid con mucha efectividad, se iba en el marcador. Las cosas se pusieron más feas todavía cuando Varane redondeó su actuación en la eliminatoria volviendo a anotar un gol de cabeza, a la salida de un córner. El 0-3 era sonrojante aunque Alba lo maquillará con un gol ya en tiempo de descuento. Seguramente la derrota más clara de los culés ante los merengues que se recuerda en los últimos años.
1-2 (2015-16): a Cruyff le faltó la guinda
En el día del homenaje a Johan Cruyff, mito del fútbol y del Barça, el equipo no le pudo regalar una victoria que parecía segura antes del inicio del encuentro. El Barça llegaba líder con una ventaja de más de diez puntos sobre los blancos y exhibiendo un nivel de juego que rozaba la perfección. La MSN era una máquina engrasada que no paraba de marcar. 39 partidos consecutivos sin conocer el amargo sabor de la derrota, y tenía que ocurrir ese día.
El exceso de confianza, el bombo que se le dio a una más que probable goleada azulgrana a un Madrid que parecía que venía de turismo se volvió en contra. Y se pudo comprobar desde los primeros minutos. Un dominio absoluto azulgrana que esa noche tenía la pólvora mojada. Seguramente el panorama hubiera cambiado si Suárez no falla uno de los goles más fáciles que ha tenido en su vida. Sólo era empujarla a portería vacía pero el uruguayo se hizo un lío con los pies. La suerte no estaba de cara.
El Barça perdonó en la primera mitad y se desconectó en la segunda
Tras una primera parte que podía haber terminado 2-0 tranquilamente, el Barça se llegó a poner por delante gracias al gol de Piqué. Parecía que los tres puntos estaban asegurados, pero no. De repente, desconexión del equipo y el Madrid primero con un gol plástico de Benzema y otro de Cristiano cuando el partido moría en el empate, dejaba helados a todos los aficionados culés. Nadie se esperaba tan fatal desenlace a una noche que se avecinaba histórica y acabó con más de una cara larga.
Pero la actualidad manda. Un Madrid que parece un vendaval ante un Barça al que pretenden hacer leña del árbol caído. La situación a la inversa. ¿Qué pasará?