El paso en falso llegó. Con el billete sellado ya en el bolsillo, los de Gabri terminaron entregando la cuchara con varios errores individuales que los alemanes no vacilaron en explotar para lograr la machada de ganar en el Mini Estadi. Con Jordi Mboula sobre el verde, los azulgranas dinamitaron el partido: igualaron el marcador y gozaron de varias oportunidades para voltearlo. Nada más lejos de la realidad. Un desliz en una zona comprometida del terreno de juego, como ya sucediera en el primer tanto, acabó suponiendo el segundo y definitivo gol de los alemanes. 

Inoperante primer envite

Con los deberes hechos, Gabri decidió premiar a los menos habituales y gestionar las cargas de los jugadores con más minutos poniendo en liza un once atípico. Y, como no podía ser de otra manera, el grupo lo notó. Sin fluidez, la falta de ideas en ataque nos dejó un Barcelona lento, previsible. Los alemanes, por su parte, salían ferozmente con transiciones rápidas defensa-ataque aprovechando las constante imprecisiones del rival. A los azulgranas les costaba replegar y el combinado de Flath dispuso de un número mayor de situaciones de peligro. Aun así, Monchu abrió la veda antes de que se cumplieran los primeros cinco minutos con un buen disparo a balón parado que estuvo muy cerca de sorprender a Langhoff. Apenas unos segundos más tarde, Benger probaría a Peña con un tímido disparo desde la media luna. Ambos se tantearon durante los primeros minutos, con miedo a cometer errores. David Alfonso -muy activo como interior- no fue capaz de aprovechar un centro pasado al segundo palo de Abel y su remate terminó sin encontrar portería. Pero cuando la primera mitad llegaba al ecuador, Lee erró y el balón terminó en la red. El coreano, que volvió a desaprovechar una nueva oportunidad para responder a lo que se espera de él, cedió el balón a Simakala y este se plantó en las proximidades del área con una buena conducción, donde cargó la pierna y se sacó un gran disparo que obligó al máximo a Peña. El posterior rechace terminó en las botas de Jahn, que remató a placer para estrenar el electrónico.

Los alemanes festejando el primer tanto del partido | Foto: Noelia Déniz - VAVEL
Los alemanes festejando el primer tanto del partido | Foto: Noelia Déniz - VAVEL

Los azulgranas seguían sin reaccionar y los alemanes pudieron poner el segundo pasada la hora de juego a la salida de un córner. Benger peinó un buen balón en el primer plano, pero acabó marchándose muy desviado de la meta. Abel Ruiz se dejó caer a banda izquierda para que Lee apareciera más entre líneas, pero seguía sin encontrarse cómodo, cometiendo muchos errores e incluso desquiciado por momentos.

Reacción insuficiente

El pitido del colegiado tras el descanso no trajo consigo variaciones en el guion: los azulgranas seguían sin acomodarse y Gabri se vio obligado a reaccionar. Jahn, de nuevo, y Lee pudieron animar el partido, pero sus remates en ningún momento inquietaron a los dos metas. La más clara estuvo en las botas de Monchu que, tras una gran acción individual se fue escorando hasta sacarse un disparo colocado que acabó topándose con el palo con el meta alemán ya vencido. El partido se inclinaba y entonces entró en acción Mboula. El extremo de Granollers saltó al terreno de juego cuando restaban algo menos de 25 minutos y revolucionó por completo el devenir del choque. Ya con Busquets como mediocentro y Rey en el centro de la zaga, la circulación precisa afloró y el internacional sub-19 se postuló como la mejor baza para amenazar al combinado teutón. Con una autoridad insultante, se marchó de su par en todas las acciones individuales creando así constantemente superioridad en ataque. Las ocasiones se sucedieron una tras otra: primero Lee, cuyo remate dentro del área lo terminó sacando Langhoff. También Dani García aprovechando una dejada de Lee unos segundos más tarde o el propio Mboula aprovechando el posterior rechace. Y a falta de algo más de diez minutos para el desenlace, Mboula no erró en el mano a mano tras una gran jugada colectiva y la posterior asistencia de Monchu.

Mboula recoge el balón del fondo de las mallas tras hacer el tanto del empate | Foto: Noelia Déniz - VAVEL
Mboula recoge el balón del fondo de las mallas tras hacer el tanto del empate | Foto: Noelia Déniz - VAVEL

Los azulgranas seguían apretando y los blanquinegros tan solo podían achicar agua a la desesperada. Parecía claro que los de Gabri terminarían llevándoselo, el peligro era constante, pero entonces llegó el error de Oriol Busquets en salida de balón. Simakala hizo vale su poderío físico para plantarse ante Peña y hacer estallar a los aficionados teutones presentes tras la portería con un gol que devolvía la ventaja en el electrónico a falta de cinco minutos para el pitido final. Ya sin fuerzas, los de Gabri hicieron una última intentona con una acción combinatoria entre Lee y Carles Pérez, pero terminó marchándose por encima del travesaño, como las opciones de puntuar en un partido intrascendente