Con el encuentro de Champions frente al Borussia Mönchengladbach, Javier Mascherano entra en el selecto club de los 300 partidos oficiales jugados con la camiseta azulgrana.

Desde que debutara frente al Hércules en Liga, el 11 de septiembre de 2010, Mascherano ha disputado 182 partidos en la Liga, 63 en la Champions League, 39 en la Copa del Rey, 10 en la Supercopa de España, 4 en el Mundial de Clubes y 2 Supercopa de Europa.

El argentino, que llegó hace siete temporadas al FC Barcelona de la mano de Pep Guardiola, procedente del Liverpool, suma un total de 16 títulos en su palmarés con el equipo catalán: cuatro Ligas, dos Champions, tres Copas del Rey, dos Supercopas de Europa, tres Supercopas de España y dos Mundiales de Clubes.

Pese a estos logros, el jugador aún tiene una cita pendiente con el gol, y es que en todo este tiempo no ha logrado batir la portería rival. Sin embargo, el balance de estos encuentros es claramente favorable con 223 victorias, 43 empates y 34 derrotas. Y, además, con el partido de esta noche, ya son 101 los encuentros disputados sin encajar un gol.

Su polivalencia, una de las claves

Desde su llegada, el argentino se ha convertido en un jugador clave para el equipo, saliendo de titular en la mayoría de los encuentros. Una de las claves de este éxito es, sin duda, es su polivalencia. El jugador llegó para ocupar un puesto en el centrocampo del Barcelona, pero con el tiempo y los problemas en defensa, ha acabado jugando como central, dando buenos resultados al equipo, interceptando jugadas determinantes para los equipos rivales.

Por esta polivalencia, la entrega y el compromiso demostrados con el Barcelona, Mascherano tiene contrato hasta junio de 2019, pese a las numerosas ocasiones en las que se ha especulado sobre su marcha del club.