Hace casi un año, Thierry Henry desveló, en la televisión inglesa, algunos de los secretos del 'método Guardiola'. Básicamente, mencionó que la base de dicho estilo de juego eran las tres 'P': pasar el balón, presionar al rival y posicionarse correctamente. Si bien, este Barcelona de Luis Enrique es distinto, en muchos aspectos, al de 'Pep', el encuentro ante el Gladbach fue una demostración de esa impronta inculcada por el de Sampedor, durante su etapa como entrenador blaugrana.

En el campo se vio a un equipo comprometido, sólido y enchufado. Un equipo que no temía adelantar líneas, que ejercía presión alta y asfixiaba la salida de su rival, para recuperar la pelota en zonas de riesgo. Un aspecto importante para resaltar en el conjunto blaugrana, fue la facilidad que tuvo para reordenar el esquema táctico, jugando en varios pasajes con un 4-4-2 (con Messi jugando como volante central), en lugar del 4-3-3 incial. Todo eso, sin contar el juego dinámico, de toques rápidos y apertura por los costados que hizo que casi todo el encuentro se jugara en terreno alemán.

Un Barça de diez puntos:

A pesar de la sorpresiva alineación puesta por Luis Enrique (que optó por Alcácer y Digne desde el inicio; y probó con André Gomes jugando de volante '6'), el excelente rendimiento mostrado por el Barcelona, en todas las líneas del campo, no dejó lugar a ninguna crítica. Si bien, es cierto que su rival no estuvo a la altura y se estuvo encerrado casi todo el cotejo, el equipo funcionó a la perfección, y no tuvo problemas para derrivar el 'muro' defensivo planteado por  André Schubert.

En el campo se vio a un equipo comprometido, sólido y enchufadoMascherano y Umtiti estuvieron firmes; Aleix Vidal y Digne demostraron que quieren triunfar como azulgranas; André Gomes se mostró más participativo y cumplió, con honores, la labor de suplir a Busquets. Messi, Iniesta, Denis Suárez y Arda se entendieron a la perfección y cuando se juntaban hacían muchos estragos. El único punto gris del encuentro fue que la ausencia del anhelado gol de Pablo Alcácer, aunque el ex-Valencia destacó por su entrega e incluso pudo hacer una asistencia.

Aleix Vidal felicitando a Arda Turan por uno de sus goles. Foto: FCB (Twitter).
Aleix Vidal felicitando a Arda Turan por uno de sus goles. Foto: FCB (Twitter).

Arda Turan y Aleix Vidal, los redimidos

Esta temporada no ha sido fácil, ni para uno, ni para otro. El turco no ha podido terminar de ganarse un sitio en un medio campo abarrotado de estrellas. El caso de Vidal es más extraño. Llegó como un fichaje prometedor y de la nada salió de los planes de 'Lucho'. Sin embargo, el martes ambos dieron un fuerte golpe sobre la mesa y con su aporte fueron claves para que el equipo ganara con comodidad.

Turan aportó mucho en la banda izquierda, asociándose en ciertos pasajes del partido con Digne, y en otros centralizando el juego con Messi y desmarcándose para que el argentino lo tuviese como opción de pase. Esas dos cualidades le permitieron estar en los lugares indicados, en los momentos indicados para terminar anotando un 'hat-trick' y dando una asistencia. Mientras que Vidal, por su parte, fue clave en el ataque blaugrana, con sus proyecciones. desmarques, y centros a raz de suelo.

Todo es fácil con Messi e Iniesta:

El de Rosario y el de Fuentaebilla se entendieron a las mil maravillas. A pesar de la prolongada ausencia del 'vampiro' durante las últimas semanas, en el partido ante el Gladbach se demostró, una vez más, que están diseñados para jugar juntos. Cada pase, cada desmarque y cada movimiento estaba telegrafiado. Ambos se tiraron paredes, durante todo el partido, hasta el cansancio. Volvió a quedar claro que la sociedad de ellos dentro del campo, la tienen grabada de memoria.

Tanto Messi, como Iniesta, fueron los organizadores del equipo. Con su aguda visión de juego, mostraban cuál era la vía más fácil para atacar. Sabían cuando era el momento exacto para hacer un pase entre líneas y sabían cuando era necesario iniciar de cero. A eso, hay que agregarle otro 'plus': el cambio de ritmo del argentino, que servía para reactivar al equipo, cuando la posesión comenzaba a volverse estéril. Un partido redondo para ambos. El fútbol en estado puro.

Messi, Iniesta, Denis Suárez y Arda se entendieron a la perfección Un equipo sólido y robusto:

La categoría de los hombres de adelante se complementó con la solidéz de los de atrás. André Gomes dejó entrever que jugar como volante de marca, le sienta mucho mejor que jugar como interior. El portugués fue clave para ahogar, desde arriba, la salida del Gladbach y cortaba desde la raíz las posibles jugadas de peligro de los alemanes.

Mientras tanto, Umtiti y Mascherano, a pesar de no haber sido muy exigidos (dándose el lujo de jugar en el círculo central casi todo el partido), aparecieron cuando debían hacerlo, y más allá de alguna aproximación menor, no permitieron que la pelota se acercara al arco de Cillesen.

El trabajo de los laterales:

Como se adelantó antes, hoy fue el mejor partido de Vidal y Digne, en su etapa como jugadores culés. Vidal formó una sociedad muy efectiva con Denis Suárez, en la que intercambiaca pases con el ex-Villarreal y le ganaba constantemente la espalda a Elvedi, lateral izquierdo del Gladbach. Lo que al final conllevó en una asistencia de Aleix a Arda Turan, en el tercer gol del Barcelona. El trabajo de Digne fue un poco más discreto, pero no menos sobresaliente. El francés fue un apoyo constante para Arda, cuando este pretendía explotar la banda izquierda.

Si en la derrota ante el Manchester City, se dijo que los laterales fueron uno de los mayores problemas del Barca, hoy destacaron como uno de los puntos más altos. 

Aleix Vidal se desmarca y Messi hace un pase entre líneas a la espalda del lateral. La jugada terminó en el tercer gol. Captura: Youtube
Aleix Vidal se desmarca y Messi hace un pase entre líneas a la espalda del lateral.  Captura: Youtube

No hay que emocionarse más de lo debido. A pesar del partido completo que hizo el Barcelona, no puede dejarse de lado el hecho de que, prácticamente, no tuvo rival en frente. Sin embargo, lo visto anoche en el Camp Nou, da para ilusionarse. Ya que se vio a un equipo revitalizado, con variedad de recursos para atacar y con una defensa robusta. Este es el camino.