El partido de este sábado no tendrá nada que ver del que se disputó el 23 de mayo de 2009. Ambos equipos llegaban a la jornada 37 con necesidades totalmente opuestas. Por parte culé el conjunto de Pep Guardiola se había proclamado campeón en la jornada anterior gracias a la derrota del Madrid frente al Villarreal y se preparaba para la final de la Champions que se disputaría cuatro días más tarde en Roma y conquistaron ganando al Manchester United.
El Osasuna, en cambio, llegaba necesitado de puntos para salvar la categoría. Con 37 puntos se encontraba en la posiciones de descenso y le quedaba por delante la visita en el Camp Nou y el Madrid en El Sadar. Finalmente, resolvieron esos dos partidos con victoria y pudieron mantenerse en Primera División.
Una alineación llena de suplentes
El once titular de Pep Guardiola ya mostró claramente su intención de hacer descansar los jugadores que disputarían la final de la Champions. De esa forma el 11 inicial lo formaron Pinto, Cáceres, Sylvinho, Abidal, Hleb, Víctor Sánchez, Xavi Torres, Gudjohnsen, Pedro. Bojan y Eto’o. También entraron en el segundo tiempo Muniesa, Keita y Jeffren. Solamente dos de ellos, Sylvinho y Eto’o, serian titulares en Roma.
La gran necesidad de los de Pamplona se plasmó sobre el campo y Pandiani remató de cabeza un lanzamiento de córner que les supuso la victoria. Por parte azulgrana Bojan fue el jugador más incisivo y dispuso de dos oportunidades de gol, una de ellas se estallándose en el travesaño. Samuel Eto’o también tuvo sus minutos para intentar adjudicarse un trofeo Pichichi que finalmente se llevó Diego Forlán.
La expulsión de Muniesa
Pero por si algo será recordado este encuentro es por el debut de Marc Muniesa. El defensa del Stoke City actualmente vestía por primera vez la camiseta del Barça del primer equipo en partido oficial y tras 30 minutos en el campo era expulsado. El jugador, de 17 años aquel día, se marchó resignado mientras el público mostró su indignación con una pañolada que todavía se recuerda en el Camp Nou.
Al finalizar el encuentro Ángel María Villar entregó el título de campeón de liga al Fútbol Club Barcelona que días más tarde conquistaría el primer triplete de su historia.