Con dos posiciones muy distintas en la tabla clasificatoria, pero ambos equipos llegaban a esta jornada número 15 de LaLiga con urgencias. El Osasuna, por su parte, sabía que tenía que sumar sí o sí para salir cuanto antes de los puestos de descenso en los que está metido, llegando incluso a este choque en la última posición. El Barça también tenía la necesidad de sumar de tres en tres, ya que tras los tres empates consecutivos ligueros, no se puede permitir más fallos si quiere dar caza a un Madrid que ya estaba a seis puntos.

Pocas sorpresas en las alineaciones de ambos conjuntos. Joaquín Caparrós apostó prácticamente por el mismo once que en la pasada jornada perdió en Gijón por 3-1. Solamente introdujo dos cambios, el lesionado Imanol García por Berenguer y Sergio León por Kodro. Luis Enrique, por su parte, también eligió un once parecido al del Clásico. Solamente cabe destacar la entrada de Umtiti en el puesto de Mascherano, Iniesta en el de Rakitic y Arda en el del sancionado Neymar.

El partido se desarrolló más o menos con el guión esperado. El Barça dominaba el partido mientras que el Osasuna intentaba encontrar su oportunidad en algún contragolpe. Tras unos primeros 45 minutos sin goles, el conjunto visitante consiguió tumbar a los navarros con tres zarpazos letales.

Perdona el Barça

El conjunto azulgrana salió a por el partido desde el primer minuto. Con Iniesta haciendo de enlace entre la defensa y la delantera, los jugadores culés encontraban los espacios necesarios para hacer daño al Osasuna. El equipo local, sin embargo, no presionaba muy arriba y esperaba al error de los hombres de Luis Enrique para salir al contragolpe.

El Barça, no obstante, combinaba con fluidez en campo contrario, y pronto llegaron las ocasiones. Las dos primeras, muy claras, fueron obra de Luis Suárez. En el minuto 7 de partido, un pase magistral de Messi con el exterior dejó al uruguayo ante Nauzet Pérez, pero cruzó demasiado el balón y se marchó fuera. Cinco minutos más tarde, un envío de Jordi Alba desde el flanco izquierdo lo controló el charrúa y mandó un derechazo que se estalló en el palo derecho de la portería local.

Jordi Alba repartió dos asistencias de gol en el partido. | Foto: LaLiga
Jordi Alba repartió dos asistencias de gol en el partido. | Foto: LaLiga

Messi también tuvo sus oportunidades, y bastante claras. En el minuto 14, apenas dos minutos después del remate al poste de su amigo Suárez, fue el mismo Luis el que le dio un pase que dejó al argentino solo ante Nauzet. Su disparo, sin embargo, lo repelió el portero con los pies. Y, en el minuto 25, Messi se volvía a quedar en el uno contra uno ante Nauzet, al que intentó batir por alto. El guardameta del Osasuna volvió a impedir el gol azulgrana mandando el balón a córner.

Aviso navarro y descanso

El Osasuna estaba abrumado ante el control y las ocasiones rivales. Estaba mucho más cerca el gol visitante que alguna oportunidad local. Hasta que llegó la media hora de encuentro. Un rápido contraataque osasunista acabó con el balón por la parte derecha, y De las Cuevas mandó un centro-chut que a punto estuvo Oriol Riera de empujar a la red culé. Primer aviso de los hombres de Caparrós, que empezaban a estirarse sobre el césped de El Sadar.

Sin embargo, el Barça seguía controlando el partido y buscando el hueco para inaugurar un marcador que seguía siendo de empate a cero. Iniesta también lo probó, esta vez desde fuera del área, tras el saque de una falta que le cayó al manchego. Disparó con la pierna izquierda y el esférico se fue lamiendo el palo izquierdo de la portería de Nauzet.

Iniesta marchándose de la presión de Oriol Riera | Foto: LaLiga
Iniesta marchándose de la presión de Oriol Riera | Foto: LaLiga

El partido entró en una fase un tanto imprecisa, en la que ambos equipos no lograban crear ocasiones de gol, y así llegaron al final de los primeros 45 minutos. El colegiado del encuentro añadió un minuto más en concepto de descuento.

Intento de reacción local y gol visitante

La segunda parte no empezó como la primera. El Osasuna intentó sorprender al Barça tras la salida de los vestuarios, e incomodó al mediocampo culé presionando más arriba y más intensamente. En una de estas presiones, el conjunto local recuperó el balón y Sergio León, muy activo en el choque, lanzó una precisa vaselina que se estalló en el larguero de la portería defendida por Ter Stegen. Sin duda, la ocasión más clara para los hombres de Caparrós.

El Barça se dio cuenta que tenía que poner una marcha más, y así lo hizo. Todo lo que no habían conseguido lograr en la primer parte, ser eficaces, lo hicieron en el inicio de la segunda. Tras una conducción de Messi por el centro del campo rival, el balón le llegó a Jordi Alba dentro del área, que mandó el cuero a Suárez y este solo tuvo que empujarlo para transformar la jugada en el 0-1. Se había abierto la lata, pero había tardado 58 minutos.

Tras este gol, el partido se calmó. El conjunto visitante ya buscaba con menos impaciencia la portería rival, intentaba controlar más el encuentro. El Osasuna, por su parte, seguía buscando el error culé que propiciara algún contragolpe peligroso para intentar el empate. No obstante, parecía más cerca el segundo gol barcelonista que el empate local. Y así fue.

Con Messi llega la tranquilidad

Aunque el Barça controlaba el juego y el partido, la diferencia de goles era mínima, y en cualquier error podía llegar alguna ocasión para el empate osasunista. Para evitar eso, los hombres de Luis Enrique seguían intentando perforar la poblada defensa local, con Messi como baluarte. Y en el minuto 72, lo lograron. Empezó con otra conducción de Messi por el centro, que le dejó el balón a un recién entrado Denis Suárez, y este vio la entrada de Jordi Alba por su banda izquierda. El cuero llegó al catalán, envió un pase preciso hasta el pie izquierdo de Messi y el argentino mandó el esférico al fondo de la red. 0-2, gol de la tranquilidad azulgrana.

Messi y Alba celebrando el segundo gol azulgrana | Foto: LaLiga
Messi y Alba celebrando el segundo gol azulgrana | Foto: LaLiga

Sin embargo, Messi no tiene nunca suficiente. Tras unos minutos en los que no ocurría nada trascendente, se llegó al minuto 90. Leo recogió un balón en tres cuartos de campo y, cómo quien no quiere la cosa, regateó a cuatro defensas rivales, se paró ante Nauzet y colocó el balón a la misma escuadra. Un gol fantástico para cerrar un gran partido del argentino. Conseguía así el tercer gol culé que finiquitaba el partido.

El árbitro señaló, prácticamente después del gol de Messi, el final del partido. El Barça sigue siendo segundo y se coloca momentáneamente a tres puntos del líder, el Madrid. El Osasuna, por otro lado, seguirá una jornada más como colista de LaLiga, en una situación delicada para el conjunto navarro.

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Sobre el autor
Joan Coll
Menorquín de 20 años. Futuro licenciado en Comunicación cultural por la Universidad de Girona. Jugador de baloncesto en mis tiempos libres, apasionado del fútbol y del Barça gracias a mi abuelo. Antes de morir tengo que ir a Anfield.