A pesar de las controversias, de las pitadas al himno que se repiten en San Mamés y el Camp Nou con cada edición, más allá de esas tensiones ajenas al fútbol, ningún club querría apearse del camino hacia la conquista de la Copa del Rey en octavos de final. Menos aún esos dos que encabezan la lista de equipos que en mayor número de ocasiones han levantado el trofeo a final de temporada.

En el caso particular del FC Barcelona, despedir la competición a estas alturas se hubiese considerado un fracaso, sería demasiado pronto para echar a rodar opciones a un título que ofrece la posibilidad de celebrar dobletes, o quién sabe, otro triplete. No llegaban en su mejor momento los culés, tras estrenar 2017 con la derrota a costa de los leones en su feudo en el partido de ida (2-1) y rascar solo un punto de la visita al Villarreal el fin de semana (1-1), sin embargo tenían claro el objetivo ante los vascos.

Los azulgranas salieron enchufados, aunque les costó llegar arriba con claridad ante la presión alta de los bilbaínos, hasta que Suárez enganchó un centro de Neymar al segundo palo para rematar al fondo de las mallas y poner a los barcelonistas en ventaja. El carioca firmó el segundo de los culés en la reanudación, desde los once metros, aunque Saborit recortaría distancias con un cabezazo que invitaba a la prórroga. Entonces Messi apareció para iluminar el universo futbolístico con la espectacular ejecución de una falta directa, que sirvió para dejar el marcador en el 3-1 definitivo, resultado que sitúa al Barcelona en cuartos de final.

Objetivo claro desde el inicio

Nada más saltar al terreno de juego, los hombres de Luis Enrique dejaron claras sus intenciones en el encuentro, con pases largos desde atrás, con Cillessen buscando en repetidas ocasiones enlazar con los de arriba, pases a la espalda del rival y mucha profundidad en su juego. Los primeros minutos transcurrieron sin mucha emoción, ni unos ni otros acababan de asomarse al área.

La presión avanzada del Athletic incomodó al Barcelona

Mientras que los leones no mostraron las garras en toda la primera mitad, por parte del Barcelona apenas se vio un disparo lejano de Sergi Roberto, que no inquietó a Iraizoz, y un balón dirigido al interior para Suárez, que salió a despejar Laporte para evitar que el uruguayo llegase a alcanzarlo. La presión avanzada del Athletic incomodó a los catalanes, que obtuvieron el primer córner una vez alcanzado el primer cuarto de hora. Neymar picó desde la esquina sin generar peligro. El carioca probó fortuna poco después con un disparo que fue a parar a las manos del cancerbero vasco.

Suárez intenta marcharse de Etxeita | Foto: FCB
Suárez intenta marcharse de Etxeita | Foto: FCB

No acababa de hilar la MSN, le faltaba precisión en los pases y la complicidad que otros días había causado estragos en las defensas contrarias. La primera combinación de garantías de los de arriba llegó en una jugada de Neymar, que centró para el remate de Suárez al fondo de la red. El esfuerzo de los culés cayó en saco roto, pues Jesús Gil Manzano invalidó la acción al entender que se había originado en posición de fuera de juego.

Suárez avanza al Barça con su gol 100

Una falta sobre Iniesta al borde de la media luna concedió a Messi la oportunidad de probar suerte a balón parado, pero el argentino envió el cuero por encima de la portería. Insistieron los locales, de nuevo Neymar llamando a Suárez. El brasileño asistió al uruguayo con un balón bien colocado al segundo palo, y el 9 del Barcelona chutó con contundencia para adelantar a los azulgranas con su gol número 100 en partido oficial.

Messi no tuvo suerte con las faltas en el primer período

Los hombres de Luis Enrique fueron a por más: Busquets sirvió un pase en profundidad para Messi, que ganó la espalda al defensor y enfiló hacia el área, pero Laporte metió el pie para frenar el avance del argentino, encargado de ejecutar la falta. No tuvo fortuna en esta ocasión el futbolista de los récords, pues el cuero marchó por encima del travesaño.

La defensa, ayudada en ocasiones por Rafinha, pareció estable y fue quizá lo más destacado del equipo en una primera mitad poco vistosa. Tras una infructuosa combinación entre Iniesta, Messi, Neymar y Alba, al despejar Saborit a córner, ambos equipos marcharon hacia vestuarios con la ventaja de los catalanes por la mínima.

Neymar rompe su sequía, Messi escandila

Ernesto Valverde no esperó para jugarse su última carta con la incorporación de Aduriz nada más reanudarse el encuentro. Apenas tuvo tiempo de tocar balón el león cuando Bóveda cometió infracción sobre Neymar, en el momento en que éste se adentraba en el área en una buena acción individual. El brasileño rompió su sequía de tres meses sin marcar con la peculiar ejecución de la pena máxima, que se convertiría en el 2-0 para los culés.

Saborit recortó distancias y se olió la prórroga

Poco pudo celebrar el Camp Nou el tanto del brasileño, ya que Saborit se empeñaba en meter al Athletic en la eliminatoria con un cabezazo que hacía temer la opción de jugar la prórroga. La retaguardia del Barcelona, que se había mostrado sólida hasta entonces, se durmió en esta única acción ofensiva clara de los vascos.

Messi continúa demostrando que no tiene igual | Foto: FCB
Messi continúa demostrando que no tiene igual | Foto: FCB

A pesar de llevar el susto en el cuerpo, los azulgranas no se vinieron abajo. Messi culminó una buena acción individual con un centro a Suárez, pero Bóveda se anticipó al uruguayo, que aguardaba la bola. Alba se incorporó al ataque, logró zafarse del defensor y se adentró en el área, desde donde preparó un disparo que atajó Iraizoz. El cancerbero detuvo después un balón enviado por Messi, tras desdoblarse, y recogió sin apuro un chut de Neymar desde el borde la media luna.

Los leones intentaron frenar al Barcelona con constantes pausas que tenían como fin romper el ritmo del partido, pero ni así pudieron evitar que Leo Messi desplegase su magia. El argentino volvió a deleitar a los aficionados al fútbol con otro lanzamiento de falta directa espectacular, majestuoso, y con sus 26 tantos igualó a Koeman como máximo goleador en las faltas. Sin límites, sin techo, el que muchos reconocen como mejor futbolista de la historia.

Una pelota al palo de Neymar, un disparo de Suárez que salió desviado por muy poco y un intento de Denis Suárez, que sustituyó a Iniesta con cinco minutos para la conclusión, estuvieron a punto de convertirse en un cuarto gol que finalmente no llegó. No hizo falta. El 3-1 le valió al rey de Copas para hacerse con un puesto en cuartos de final, con el tridente de nuevo encendido, dispuesto a brillar.