El Alavés de Mauricio Pellegrino está sorprendiendo por su alto nivel de competitividad; los de Vitoria se encuentran en una situación cómoda en la tabla (14 puntos por encima del descenso) y han sido capaces de plantar cara a los rivales con más calidad.
Sin embargo, sus 27 puntos, seis victorias y nueve empates en esta Liga Santander no han venido acompañadas con exhibiciones ofensivas ni marcadores abultados: tan sólo 21 goles (a uno por jornada) ha materializado. La cifra sería menor (17) excluyendo la última jornada, donde los suplentes asaltaron El Molinón y se dieron el lujo de aumentar en cuatro la estadística final.
Leganés (15), Granada (17) y Betis (21) son los únicos que marcan menos que el Alavés. Todos ellos están por debajo de los vitorianos
Y es que el Alavés no cuenta en sus filas jugadores especialmente afiliados al gol. Pellegrino lo sabe, y por ello basa su juego en la defensa, el orden táctico y el contraataque -si bien es cierto que en los últimos encuentros se ha visto a un Alavés más dominador-. A partir de la unidad y el sacrificio defensivo, llegan las ocasiones y los goles.
Deyverson es su máximo artillero con cinco goles, seguido de Edgar Méndez (tres). Por detrás, una serie de jugadores que se quedan en los dos tantos -Alexis, Laguardia, Camarasa, Ibai Gómez y Christian Santos-. Cierran la lista de goleadores Manu García, Toquero y Rubén Sobrino con un gol cada uno.
El brasileño, quien militó la pasada temporada en el Levante, es el hombre insiginia en ataque. Sus condiciones se adaptan perfectamente al club y realza la idea de juego que Pellegrino desea transmitir en el terreno de juego. Deyverson es la mezcla entre la habilidad y el sacrificio; la creatividad y el desgaste; la elegancia y la potencia... Un delantero único y especial, que ha dotado al Alavés de un carácter competitivo sobrenatural.
A expensas de Deyverson, el Alavés se ha nutrido y ha logrado la mayoría de sus goles de sus hombres de segunda línea. Futbolistas como Edgar Méndez o Víctor Camarasa están siendo claves en la magnífica temporada de los vascos. Si a ello le sumas la aportación de sus centrales, como Laguardia y Alexis, no hace falta disponer de un delantero que anote 15 goles para lograr la permanencia.
Además, si algo bueno tiene el Alavés, es que compensa su falta de gol con su facilidad para no encajar. Así, no le hace falta anotar mucho porque apenas le hacen daño (22 goles en contra). En la Liga, solamente hay cuatro equipos que reciban menos goles: Barça (18), Madrid (17), Atlético (16) y Villarreal (14).
Esta combinación de anotar y encajar poco le está sirviendo al equipo recién ascendido a asentarse en la categoría y estar cada vez más cerca de conseguir la permanencia. Ahora, los vascos se enfrentarán contra el Barça, y tendrán una ardua tarea en labores defensivas, pues si en la ida ya metieron mano en el Camp Nou, en esta segunda vuelta buscarán reafirmar que no fue casualidad y meter miedo para choques futuros.