El FC Barcelona sigue dando que hablar y no específicamente por el primer equipo. El equipo Juvenil definió su boleto a la siguiente instancia (Final Four) de la UEFA Youth Legue. Por los octavos de final (a partido único), los de Gabri se sacaron de encima a un duro escollo (Borussia Dortmund) en el Miniestadi. Allí en el reducto azulgrana, los culés consiguieron la victoria por cuatro goles a uno.  No fue sencillo desde un comienzo, ya que Dominik Wanner (6') adelantó al conjunto amarillo. Sin embargo el dueño de casa sacó a reflotar el holismo futbolístico que practica y le dio la vuelta al marcador, mediante las conquistas de Carles Pérez (41'), Abel Ruiz (51'), Seung-Woo Lee (62') y Jordi Mboula (67'). De esta manera los de la ciudad condal esperan a su próximo rival: Oporto, contrincante con quien se verán las caras el 06 de marzo.

Para comenzar el partido los dos entrenadores se propusieron armar dispositivos tácticos acordes a su filosofía de juego. Por un lado Gabri apostó al 4-3-3. En él, Sergi Puig fue el portero. Desde la última línea colocó a dos laterales de características divergentes: Daniel Morer (derecha) y Marc Cucurella (izquierda), completando la línea defensiva Óscar Mingueza y Oriol Rey. El centro del campo tenía a Oriol Busquets en la posición de pivote defensivo. Éste acompañado por sus dos interiores: Jordi Tur (izquierda) y Álex Collado (derecha). Finalmente los hombres de ataque: Carles Pérez y Abel Ruiz un tanto más centrados, mientras que Jordi Mboula ocupó la banda derecha en el extremo. 

El equipo visitante, dirigido técnicamente por Benjamin Hoffman priorizó un 4-2-3-1. En portería colocó a Eike Bansen. La retaguardia estuvo compuesta por Julian Schwermann (derecha) y Jan Beste (izquierda), acompañados de Amos Piepier y Luka Kilian en la zona central. El eje del doble pivote tuvo a Tim Sechelmann y Dzenis Burnic. Por delante los tres mediapuntas eran: Felix Passlack (derecha), Jacob Larsen (centro) y Dominik Wanner (izquierda), encargados de abastecer a Etienne Amenyido, la referencia de área. 

El Barça domina 

Pese a iniciar perdiendo el partido prácticamente de arranque, el Barcelona desplegó el mismo fútbol a lo largo de todo el partido. La fisonomía culé reflejaba a dos centrales bien abiertos y adelantados, un lateral que se proyectaba insistentemente (Cucurella) y el otro que se cerraba como un falso pivote (Morer) para ofrecerse como alternativa porque Oriol Busquets se adentraba en la zaga para conceder el primer pase. Dos interiores de despliegue como primera opción para el toque de Busquets o apoyo si había apertura de bandas. Los atacantes con movimiento constante: Mboula encarrilado hacia la derecha, Abel Ruiz y Carles Pérez cambiando de posiciones e incluso finalizando ambos de doble '9'. Del Borussia se observó un equipo incómodo que si bien iba ganando el encuentro, nunca estuvo en su sitio para dominar el partido, ahogado por la presión la sorteó de dos maneras: juego largo a las espaldas de Cucurella. En gran parte del encuentro se vislumbró una sola faceta del equipo alemán: la defensiva, parados en el campo en un 4-4-2 con Larsen y Amenyido en punta. Bien comprimidos todos pasaban la línea del balón para no dejar resquicios a la máquina azulgrana. 

La receta de un bloque defensivo sin debilidades funcionaba pero la tendencia era suicida: una vez que los de Gabri conectaran los pases con eficacia en el tercio superior no habría sistema que les contrarreste. Así ocurrió, a la primera de cambio el Barça implantó cinco futbolistas dentro del área visitante y en una sucesión de toques, Pérez culminó de extremo derecho, Abel como puntero zurdo, Mboula y Collado bien centrados de doble nueve, además de Cucurella. Así generó superioridad numérica en el uno a uno en el tanteador. 

Evolución blaugrana 

Entre los sistemas que desempeñó el Barcelona en el partido figuraron: 4-2-4, 3-4-3, 3-2-5, 4-1-4-1 4-4-2. Las alternativas fueron varias: Cucurella de extremo o volante, Oriol Busquets de salida y Morer en el doble pivote, uno de los interiores soltándose a la ofensiva, Busquets por delante de la zaga, Mboula y Abel Ruiz en puntas aprovechando los espacios que dejaba el Borussia. Con los cambios Gabri mantuvo la estructura. Quizás lo más positivo fue que Lee se juntó con Collado y formaron un doble organizador con Mboula más tirado de nueve, tras la salida de Carles Pérez. El visitante también realizó variantes y la más significativa fue el desplazamiento de Larsen al extremo izquierdo. Esta modificación táctica acompañada al ingreso de Gabriel Kyeremateng como ariete, le imprimió otra dinámica. Un equipo más ofensivo, adelantado que obligaba a una salida más dificultosa del Barcelona. En consecuencia los de Hoffman dispusieron de más situaciones que en el primer tiempo, pero la historia ya estaba sentenciada. 

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Sobre el autor
Oscar Stefano De Antoni
Del profesorado de Historia y la Licenciatura en Periodismo.