Llegaba la cita que todo amante del fútbol espera con ansia. El partido que paraliza medio mundo: El Clásico al Bernabéu y esta vez con doble ración de emoción. El choque se viviría como una final, como si aquí se decidiera La Liga, y es que en parte así era. A los culés no les valían medias tintas. Llegaban al estadio del eterno rival con la obligación de ganar para volver a meterse de pleno en el campeonato. Y su estrella, su guía, su comandante se aseguró de que así fuera. Un Leo Messi colosal firmó un doblete y un extraordinario partido para llenar de esperanza a su equipo en la recta final de La Liga. No pudo escoger mejor momento para marcar el argentino. En El Clásico y en el último minuto, Leo Messi, el mejor jugador del mundo, ha marcado su gol 500 defendiendo la camiseta blaugrana.

El FC Barcelona pisaba el Santiago Bernabéu con una baja muy importante. Neymar, apercibido, no viajaba a Madrid y su ausencia se notaría en el terreno de juego. Luis Enrique alineó a Paco Alcácer en su lugar y presentó su once más habitual, con el clásico 4-3-3 sobre el césped. Los blancos harían frente a los culés con su equipo de gala, conscientes de la importancia del choque. El Real Madrid recibía a los azulgranas como líder de la clasificación. Le habría valido empatar, pero para nada le vale la conquista culé. 

Control culé, peligro blanco

Rugió el Bernabéu y dio comienzo el señor de todos los partidos. Los culés presentaron una defensa muy adelantada y presionaban a un Real Madrid que empezó  buscando la portería rival con mucha intensidad. Con este escenario, la primera oportunidad llegó para los blancos en el minuto 5 de choque. Tras una rápida jugada de contraataque Cristiano Ronaldo disparaba al muñeco dentro del área y Ter Stegen blocaba sin problemas. Poco a poco, los azulgranas lograron instaurar algo de calma en el partido y con su juego al toque se fueron encontrando cada vez más cómodos sobre el césped. El Barça empezó a crecerse y en el minuto 10 llegó su primera oportunidad. Luis Suárez disparaba duro desde la frontal del área para mandar el balón lamiendo el palo izquierdo de la portería de Navas.

No hubo que esperar mucho para que llegase la controversia a El Clásico. En el minuto 20 Marcelo daba un tremendo codazo a Leo Messi y dejaba al argentino sangrando sobre el césped. El colegiado no vio nada. Ni siquiera pitó la falta. El choque continuó y los culés tocaban el balón con tranquilidad mientras el Real Madrid intentaba darle velocidad. Así, el primer tanto llegó para los locales cuando el Barça se encontraba más cómodo. Tras un saque de córner, Ramos mandaba el balón al palo. El rechace lo recogía Casemiro para poner el 1-0 en el marcador en el minuto 28.

El gol no achantó a los culés y, por supuesto, tampoco a Leo Messi. El Barça se creció en poco tiempo y su respuesta no se hizo esperar. En el minuto 32 Messi, que desde su encontronazo con Marcelo jugaba con un apósito en la boca, lideró una jugada que acabó con él mismo mandando el balón al fondo de la portería blanca. ‘La Pulga’ se asoció con Rakitic en el área y dribló a la zaga madrileña para disparar con su zurda muy cerca de Navas. El empate volvió al electrónico y ambos equipos buscaban firmar el segundo antes del descanso. Los dos gozaron de oportunidades y ninguno logró transformarlas en los últimos minutos. Poco después del tanto culé Bale caía lesionado y era sustituído por Asensio. Los blaugranas lograron ganarle la posesión al rival y jugaron con calma para darle velocidad al balón en las últimas líneas. Así, se llegó al 45.

Intensidad hasta el final

El segundo tiempo empezó como una repetición del inicio del choque. Los blancos apretaron a un Barça que sufrió en defensa en los primeros minutos de la segunda mitad. En el 53, Ter Stegen realizaba una gran parada a Benzemá, que remataba en boca de gol un pase de Marcelo. Sin embargo, los culés volvieron a recolocarse pronto y, con calma, a controlar el balón. Así, en el minuto 58 era Navas, que firmó un extraordinario partido, el que evitada la remontada culé despejando un gran remate de Piqué fruto de un córner. El partido avanzaba con el Barça ganando en posesión y tocando el balón más que el rival, pero a los blancos les hacía falta muy poco para generar ocasiones que no acaban de materializarse más por el poco acierto de los delanteros que por la efectividad de la defensa azulgrana.

Los hinchas merengues y culés esperaban a que el partido se rompiera del todo mientras sobre el césped los de Luis Enrique controlaban y el Real Madrid asustaba. Al final, se impuso el buen juego y en el 72 llegaba el punto de inflexión al Bernabéu. Iván Rakitic se perfilaba en la frontal del área y marcaba un golazo con su zurda para darle la remontada a los culés. 1-2 en el electrónico y una Liga en juego. Los azulgranas no se dieron por contentos con el resultado mientras los merengues intentaban volver a poner un empate balsámico en el marcador. Sin embargo, el choque ya se había descontrolado y el ambiente favoreció al Barça. En el 77 Ramos se olvidaba del balón y derribaba a Messi con una fea entrada. La acción le valió la roja directa al de Camas y el Madrid jugó el resto del duelo con 10 sobre el terreno de juego. El caos se instauró en el Bernabéu y el choque se convirtió en una sucesión de idas y venidas que tuvieron como protagonistas a los dos porteros, que firmaron una gran actuación desbaratando las ocasiones del rival. Finalmente, el Real Madrid encontró algo de orden en el descontrol y un buen centro de Marcelo acababa con el recién incorporado James marcando el 2-2 a bocajarro y a cinco minutos del pitido final.

Messi se viste de héroe

Apenas quedaba tiempo y los azulgranas veían como La Liga se les escapaba. Un empate frente al Real Madrid y en el Bernabéu no hubiera sido un mal resultado en otra situación, pero el Barça necesitaba ganar. Necesitaba conquistar el territorio del enemigo si quería tener oportunidades de volver a ganar La Liga. Parecía imposible, pero Messi viste de azulgrana. Al argentino no le frenó jugar sin su mejor socio Neymar. Tampoco le frenó el golpe que se llevó en el primer tiempo y le dejó sangrando sobre el césped. Ni siquiera le frenaron las innumerables faltas que recibió. Al mejor jugador del mundo no le frena nada. Así, ya en tiempo de descuento, aparecía Sergi Roberto para volver a encarnar la esperanza de todo culé. Como en la histórica remontada de Champions. El lateral catalán salía con velocidad desde su campo para dejar atrás a medio Real Madrid y conectar con André Gómes en la última línea. Del portugués para Jordi Alba y de Alba para Messi, que recibe donde más le gusta. El argentino dispara con su mágica zurda y pone el 2-3 en El Clásico para después quitarse la camiseta y enseñar su nombre al Santiago Bernabéu en una celebración que le puso la piel de gallina a todo culé. Gol número 500 de Leo Messi y golpe en la mesa de un Barça que volvió a no rendirse y a encontrar su recompensa.

De esta manera, el FC Barcelona vuelve a ponerse líder de La Liga empatando a puntos al eterno rival, que cuenta con un partido menos. Los azulgranas se reponen de su eliminación en Champions y conquistan el Bernabéu de manera espectacular. 

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Sobre el autor
Patricia Martínez
Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona.