Los aires del ‘Tamudazo’ se respiran desde la Ciudad Condal. El telón de la temporada 2006/2007 empezaba a desprenderse con timidez, hasta que llegó él. A falta de una jornada para finiquitar una Liga más que reñida, Raúl Tamudo presentó sus credenciales en el Camp Nou para amargar al gran rival por excelencia. El gol del de Santa Coloma de Gramanet, sobre la bocina, servía para empatar a dos una batalla que ganaría de rebote el Real Madrid. Entonces, al igual que ahora, el combate de tú a tú entre Barça y Real Madrid por el trono liguero llegaba hasta las últimas jornadas y el RCD Espanyol volvía a erguirse como testigo. En aquella ocasión los azulgranas dejaron escaparan la oportunidad de conquistar la corona tras su pinchazo en casa ante el eterno rival de la ciudad. Ahora, una década después, un RCD Espanyol liberado y con rebeldía vuelve a entrometerse en la recta final del campeonato para intentar aguar de nuevo la fiesta.

Una década sin claudicar

Sin embargo, no hay mal que por bien no venga. Aquella temporada, guardada en el recuerdo de todos los ‘pericos’ con letras de oro, también sería la última en la que presenciarían una victoria local ante su eterno rival. El 3-1 reflejado en el luminoso la campaña 2006/2007 se convierte en la última vez que el RCD Espanyol ha conseguido vencer al FC Barcelona en feudo blanquiazul.

“Las últimas once visitas a Cornellà-El Prat se saldan con cinco victorias para el Barça y cinco empates” 

Ni en Liga ni bajo el manto de la Copa del Rey. Desde la campaña del ‘Tamudazo’ son once los encuentros que ambas escuadras han disputado en el RCDE Stadium: nueve de liga y dos en la competición del KO. Los azulgranas cumplen una década puntuando en cada visita a ‘Corneprat’, pero esta vez sólo con puntuar no será suficiente. El conjunto de Luis Enrique necesita sumar los tres puntos para mantener sus opciones ligueras, algo que, pese a las estadísticas favorables, no resulta fácil en Cornellà.

La exigencia de Cornellà

Cinco empates y cinco victorias, y ninguna cómoda. Sólo el 1-5 cosechado la campaña 2010/2011 con sendos ‘dobletes’ de Pedro Rodríguez y David Villa refleja la dificultad de conquistar el triunfo en un territorio tan hostil para los ‘culés’. El resto de enfrentamientos se saldan con cinco empates y otros cuatro triunfos cargados del sufrimiento que entraña un derbi.

El último precedente liguero en feudo blanquiazul acabó saldándose con empate a cero en el marcador, ambos incapaces de perforar la portería rival. Aquellas tablas en el marcador llegaron precedidas por tres victorias consecutivas del Barça en Cornellà-El Prat. El 0-2 de la temporada 2012/2013, un 0-1 la campaña 2013/2014 y de nuevo otro 0-2 la 2014/2015 plasman la dificultad que envuelve un derbi bajo el manto de la hinchada ‘perica’.

Aposentado en la novena plaza, respaldados por los 50 puntos en su casillero y libre de ataduras se presenta el RCD Espanyol en el derbi. Sin nada que perder, y con mucho daño que poder hacer, los de Quique Sánchez Flores aspiran a repetir la efeméride del ‘Tamudazo’ y vencer de nuevo al eterno rival de la ciudad. Con la tranquilidad que atesoran en la tabla como mejor arma, los ‘pericos’ intentarán desafiar las estadísticas en su contra y alzarse sobre el cielo de Barcelona como el único vencedor de la noche.

Enfrente acecha en la retaguardia el Barça. Confiado en sus posibilidades y sin margen de error, el tridente más letal de Europa vuelve a encontrarse de nuevo con el fin de torpedear la portería del exmadridista Diego López. Cuatro partidos, doce puntos y la obligatoriedad de ganarlos todos. Sumar de tres en tres son las únicas cábalas que le valen a los azulgranas para seguir aspirando a revalidar el título por tercera temporada consecutiva. Esfumadas las opciones de dependencia en sí mismos, ganar y esperar se presume como la única finalidad posible en las cuatro jornadas que restan.