Cédric Bakambu es, sin duda, la mejor noticia para Villarreal en las últimas jornadas. El delantero se ha reencontrado consigo mismo y ha vuelto a ser el futbolista eléctrico y decisivo de la temporada pasada. Solo hay que ver sus números -demoledores- en este tramo final de liga: seis goles en los últimos cinco partidos, con dobletes ante Leganés y Sporting. 

El francés llega al Camp Nou en racha, en un escenario donde explotar al máximo sus virtudes. Con los azulgranas dominando el partido y llevando la voz cantante, Bakambu puede verse en situaciones realmente favorables para su estilo de juego.

Desmarque, velocidad y definición

Son los tres rasgos principales que definen a la perfección a Cédric Bakambu. Los defensas rivales deben prestar sobre el campo una atención sobrehumana a sus movimientos. Su inteligencia posicional le permite leer y anticiparse a los pases de los Bruno, Trigueros y compañía. 

Tiene un arte para desmarcarse, y en la mayoría de sus goles tan solo tiene que definir tras quedarse mano a mano con el meta rival. Estas jugadas se producen con mayor regularidad si el 'submarino amarillo' se ve implicado en un contraataque, pues es donde aparecen los espacios y la velocidad del francés sale a relucir.

Por eso, ante el FC Barcelona, si el Villarreal decide mantenerse firme en defensa y ceñirse a salir a la contra, la defensa blaugrana sufrirá. Y más viendo con la facilidad con la que se le ha ganado la espalda a la zaga culé durante toda la temporada regular. Bakambu puede ser muy dañino si le dejas un mínimo hueco; definiendo, es letal.

Soldado, su pareja perfecta

Siempre que Bakambu ha brillado en el Villarreal ha sido con Soldado al lado. La compenetración de ambos es brutal y conocen sus movimientos de memoria. Los dos encajan de manera envidiosa, y sus prestaciones se ven claramente potenciadas cuando se encuentran cerca.

Roberto Soldado tiene la pausa que le falta a Bakambu; la agudeza visual de un centrocampista más y la fuerza y el carácter de un depredador insaciable. Es un delantero completísimo que cumple a la perfección el rol de acompañante de Bakambu.

Es su pareja ideal de baile y las ocasiones en las que uno asiste al otro o viceversa a lo largo de un partido son incontables. Se buscan con la mirada y esperan con astucia el momento preciso para dejar a su compañero en el mejor escenario posible: solo ante el portero.

En definitiva, Cédric Bakambu, ahora mismo, es la amenaza más grande del Villarreal, y sus armas pueden evidenciarse en un campo como el del Barça, donde los espacios para correr, debido al posicionamiento de los azulgranas, son enormes. Oportunidades tendrá, pues es lo que hay que esperar de la figura rival.