Heridos y rotos. Así se encontraban los chicos del filial azulgrana a la llegada de Gerard López al mando del Barça B en verano de 2015. La plantilla acababa de consumar el descenso a Segunda División B tras cinco temporadas en la conocida ‘Liga Adelante’, despidiendo una temporada para el olvido al caer de forma desastrosa en el Miniestadi ante un CD Leganés que ya nada se jugaba (2-5). La goleada terminaba con el descenso a los infiernos en una campaña dónde a los chicos de Jordi Vinyals apenas consiguió salirles nada.

Gerard López, con la única carta de presentación de la Selección Catalana, aterrizaba en el banco del filial con la difícil tarea de devolver a una plantilla las posibilidades de creer en sí mismos. Además, en su primera experiencia de envergadura en los banquillos debería lidiar con la sanción FIFA impuesta a los azulgranas, prohibiéndoles fichar hasta enero de 2016. Osado y valiente, Gerard armó con fuerza el timón de una nave descarriada con el ánimo de devolverla al lugar de dónde nunca debió caerse. Con la dirección borrada por el temporal, el inicio del curso aguardaba tormenta. Sólo cuatro victorias en 20 partidos denotaron que reconducir el navío no sería sencillo. Sin embargo, no hay tempestad que cien años dure. El comienzo de 2016 regaló en el mapa de ruta las incorporaciones de hombres como Fali, Dani Romera, Xemi Fernández o Moisés, una revolución de idas y venidas que ayudó a encontrar el norte de una escuadra demasiado necesitada.

Gerard López en un entrenamiento. Foto: Gerard Franco, VAVEL

Firmeza y elegancia basaron las premisas esenciales para mantener el rumbo del equipo, capaz de encadenar hasta ocho victorias en nueve partidos y permitirse el lujo de soñar con los ‘play-off’. Gerard López había encontrado la tecla, sin magia ni probaturas, y sí con constancia y perseverancia. Su confianza plena en sus hombres y en los que venían detrás marcó el camino en su próximo curso, a 90 minutos de rubricarse con un sueño.

Bajo sus órdenes el Barça B ha logrado coronarse como el equipo más goleador de su grupo con 83 goles, además de forjarse como el mejor visitante de la Liga con 17 puntos y clausurar una campaña rubricando las mejores cifras del equipo en la categoría tanto en victorias (25) como en puntos (82), alargando hasta 14 partidos consecutivos sin conocer la derrota. Ahora, tras el tropiezo frente a La Cultural Leonesa en el primer intento de ascender a la categoría de plata, el escuadrón azulgrana supo deshacerse del FC Cartagena en la segunda eliminatoria y a punto de seguir los mismos pasos ante el Racing de Santander. El buen resultado de la ida en El Sardinero (1-4) deberá rubricarse este domingo en el Miniestadi (20.15h), sellando así una temporada de ensueño.

Sólo 90 minutos separan a Gerard López de un anhelo forjado con ahínco desde su llegada en 2015. En sus brazos acogió a unos chicos destrozados por un descenso y un último paso le separa para devolver a un equipo al lugar que pertenece. Su aterrizaje a Can Barça calló a los más escépticos, obligados a aplaudir su gran trabajo fraguado en silencio. El timón más necesario de una nave extraviada. La brújula más precisa en un mapa desdibujado con la tormenta. La calma en la tempestad, el alivio en un remolino de sed. Gerard López supo sobreponerse, bailar un vals con las circunstancias y no rendirse ante una obviedad que, por momentos, cantaba por ‘bulerías’. La recompensa aguarda cerca, y aquí nadie desembarca sin su botín.