Esta misma tarde se ha hecho oficial la salida de Éric García con destino Manchester. El hasta ahora capitán del Cadete A del FC Barcelona no ha querido renovar su contrato con la entidad azulgrana y firmará por el Manchester City inglés, para seguir su progresión en la cantera 'citizen'. El canterano, que como tantos otros no veía opciones de progreso en el club catalán, decidió partir hacia la cantera de uno de los equipos más potentes del mundo para hacerse un sitio en el complicado mundo del fútbol. Al igual que Jordi Mboula, Éric deja al Barça por estar en desacuerdo con la oferta propuesta por la dirección deportiva azulgrana. Una vez conocidas ambas salidas, uno se cuestiona de quién es la culpa de que los chavales decidan partir de Can Barça.

Éric García, rumbo Premier League

Se marcha del club azulgrana el que muchos consideraban el mejor central de la Masía, uno de esos futbolistas que parecían destinados a acabar jugando en el Camp Nou. Representado por Carles Puyol e Iván de la Peña, Éric le había pedido al Barça unas condiciones que el club no estaba dispuesto a cumplir. Según periodistas relacionados con el Barça, a Éric se le ofrecía formar parte del Juvenil A azulgrana, pero no se le prometía ser uno de los jugadores con más minutos de la plantilla. Cabe recordar que en el primer juvenil del club del curso que viene seguirán tanto Óscar Mingueza como 'Chumi', dos centrales de tercer año con experiencia en la División de Honor juvenil. Un aspecto del que Éric García carece.

La oferta del club inglés es, sin lugar a duda, más que tentadora. Cuando a un joven de dieciséis años se le ofrece un millón y medio de euros por tres temporadas, y además se le promete entrenar con el primer equipo a las órdenes de Pep Guardiola, se antoja complicado hacerle frente. Que el Barça no puede competir económicamente con estos clubes es una realidad. Es por eso que la decisión no la toma el club, sino del jugador. Es el propio Éric, aconsejado por sus representantes, quién ha decidido dejar el club de su vida e irse sin intentar triunfar en él. Desde el entorno del chaval se dice que las opciones de futuro no eran claras debido a que el Barcelona se fija antes en jugadores de fuera que en los de casa, pero si de verdad un jugador quiere jugar en el Barça, se queda.

Los fichajes de gente como Santiago Bueno para el filial el próximo curso han ayudado a que Éric abandone el barco azulgrana. Por suerte, no todos piensan como él y se van a otro sitio tirando la toalla sin cumplir su sueño de llegar al primer equipo azulgrana. Carles Aleñá, antes de pasar a ser juvenil y durante toda su etapa en categorías inferiores, recibió ofertas igual de tentadoras para irse hacia Inglaterra, pero decidió quedarse en el club de su vida para cumplir un sueño que se hizo realidad el curso pasado. Ahora espera ansioso la renovación que le garantice un sitio en ese primer equipo por el que tanto ha luchado. Un claro ejemplo de que el dinero no lo es todo.

Mboula tampoco tiene paciencia

Otro al que se le acabó la paciencia es Mboula. El extremo firmó hace unos días por el Mónaco, equipo que pagó los tres millones de euros de la cláusula de rescisión del futbolista. El hasta hace días extremo del juvenil A quería ser un habitual en el filial e incluso disponer de minutos con la primera plantilla azulgrana, pese a quedarle todavía un año de etapa juvenil. Un jugador que ha realizado una buena temporada en el Juvenil A culé dejando destellos de calidad en la Youth League con golazos ante el Dortmund o el Salzburgo. Tantos que dieron la vuelta al mundo y que le abrieron la puerta a recibir ofertas a mansalva.

Jordi Mboula en una acción en la Final Four de la Youth League. Foto: Noelia Déniz
Jordi Mboula en una acción en la Final Four de la Youth League. Foto: Noelia Déniz

Jordi ha disputado minutos este curso con el Barcelona B, pero el probable ascenso del filial dificultaba su presencia con normalidad en los onces del equipo. Eso sin hablar de los minutos en el primer equipo. En un Barça con la 'MSN' en la punta de ataque parece improbable que un juvenil pueda tener minutos. Además, la intención culé es fichar a un relevo en la delantera para el tridente, aspecto que hubiera complicado todavía más la presencia testimonial de Jordi en el primer equipo. Mboula decidió dar un paso al lado y coqueteó con el club monegasco. La negociación pronto llegó a buen puerto y los del Principado anunciaron la llegada del extremo.

Una nueva fuga en una temporada para olvidar en este aspecto para la Masía. Dos pilares básicos para el futuro de la entidad que dicen adiós al Barcelona como hicieron anteriormente jugadores como Cesc Fàbregas, Gerard Piqué o el deseado Héctor Bellerín. Todos ellos decidieron partir como han hecho Éric García y Mboula, priorizando el aspecto económico a llegar al primer equipo azulgrana desde la cantera. Y es que es posible que en unos años se hable del interés del Barça por un central del Manchester City que despunta en la Premier. Y es probable que los jeques pidan cuarenta o cincuenta millones por él. Y existe la posibilidad que Éric lidere la zaga azulgrana del primer equipo en un futuro no muy lejano, pero lo que ya es inevitable es que ha decidido partir.