El muro de Berlín fue destruido a finales de 1989 tras ser construido a principios de los sesenta. Un muro que dividía la ciudad de Berlín en dos mitades y que durante veintiocho años sirvió para separar familias enteras. Lo que no estará estampado de aquí a unos años en los libros de historia es que en Barcelona se ha levantado un nuevo muro, concretamente en el Camp Nou. Esta vez ya no en Berlín si no que proviene de Mönchengladbach. El guardameta culé Ter Stegen se ha convertido en un cerrojo para todas las delanteras rivales y es que pese a no batir ningun record puesto que han sido los goles que han encajado han servido para romperselos en momentos clave, esta temporada está siendo, de momento, la del meta alemán.

Quince paradas en lo que va de Liga y de momento nadie ha conseguido batirle en el uno contra uno, todos los duelos se los ha llevado Marc André. Cuenta también con una gran salida de balón ya que promedia un 86% de pases completados y siempre es un apoyo para cuando la zaga culé se siente en apuros. Cuatro tantos (Tres en Liga y uno en Champions) ha recibido el guardameta blaugrana consiguiendo un promedio de 0,36 goles encajados por partido. Números bajísimos.

Shibashaki, Sergi Enrich, Saúl Ñíguez y Nikolau han sido los únicos valientes que han conseguido introducir el balón dentro de las mallas culés. Dos de ellos (Saúl y Shibashaki) con disparos desde fuera del área. Sergi Enrich rematando de primeras un centro desde la izquierda, y Nikolau con un cabezazo lejano pero impecable a la escuadra derecha del meta culé. Difícil lo tendrá Cillessen, gran portero también, pero verá limitada su participación a la Copa del Rey a no ser de una posible lesión de Marc André. El Barça tiene bien guardada su meta y es que ha construido un muro en su portería.