El FC Barcelona de Ernesto Valverde se fue a dormir una semana más como líder de la Liga Santander. Los azulgrana derrotaron a un duro Villareal, en un partido muy trabajado. Sergio Asenjo, de vuelta tras su lesión, frenó las constantes arremetidas del conjunto culé. Con la victoria del pasado domingo, el equipo de la Ciudad Condal mantiene la distancia con sus principales competiciones en competición liguera.

Tras cosechar dos empates consecutivos, los tres puntos se tornaban esenciales para los intereses de los barceloneses. Además, el Valencia junto con el Atlético y el Real Madrid habían ganado sus respectivos encuentros, por lo que no valía empatar ni perder. Sólo una victoria era válida para que la distancia de puntos no se viera recortada de forma considerable. El Txingurri se concienció de la importancia del choque, a dos semanas del clásico, y lo planteó con la máxima seriedad.

Presión alta sin riesgos

El Villareal intentó sorprender al Barcelona en los primeros minutos pese a las bajas para afrontar el partido. Los groguets salieron a esperar un robo de balón sobre el conjunto azulgrana para hacer daño al contraataque. Los culés por su parte salieron a controlar el encuentro a través de la posesión; los azulgrana empezaron muy conservadores, haciéndose eco de la importancia que tenía salir de Castellón con los 3 puntos en el casillero.

Las novedades en el 11 inicial fueron escasas con respecto a los choques que precedían al del domingo. En la medular sorprendió la titularidad de Denis Suárez puesto que Ernesto Valverde parecía haberse decantado por el músculo y recorrido de André Gomes para este tipo de partidos. La segunda novedad fue la inclusión en la alineación titular de Thomas Vermaelen, que con la lesión de Mascherano está teniendo el protagonismo que tanto ansiaba desde su llegada al Camp Nou. En el Estadio de la Cerámica el belga cuajó un gran partido, demostrando mucha solvencia. La sensación fue que si las lesiones le respetan puede ser una alternativa muy fiable para suplir a los habituales Gerard Piqué y Samuel Umtiti. El ex del Athletic volvió a darle la titularidad a Paulinho Bezerra, que parece que se ha ganado a su entrenador. Pese a las críticas que propició su fichaje, el brasileño parece haberse amoldado a la perfección. El centrocampista está cómodo en el esquema de juego que propone Ernesto Valverde y los resultados son considerables.

El Villareal demostró ser un conjunto que gusta de sacar el balón controlado desde atrás. Por lo tanto, los azulgrana plantearon con Paulinho por detrás de Leo Messi y Luis Suárez una presión más alta en la creación de fútbol del submarino amarillo.

La entrada de Alcácer y la sentencia del partido

El FC Barcelona fue el director de orquesta durante todo el partido, con el claro dominio de la posesión. A pesar de las numerosas ocasiones que crearon, los barcelonistas se toparon con un gran Sergio Asenjo, que atajó la gran mayoría de ocasiones que creaban los azulgrana. Gracias al recuperado guardameta, los groguets no perdieron por una mayor ventaja de goles.

Con el partido empatado, Ernesto Valverde decidió dar entrada a Paco Alcácer. Con este cambio, al Txingurri se le vieron las ganas de amarrar un encuentro que tenía completamente controlado. Con el valenciano en el césped, Luis Suárez y Leo Messi camparon a sus anchas hasta que el uruguayo anotó el primero. Tras el tanto, el Villareal intentó llegar con peligro pero se topó con la zaga defensiva azulgrana, que conscientes de la importancia del choque, fueron a por el segundo, que salió de las botas de Messi.

Ter Stegen, 'el muro'

El guardameta alemán del FC Barcelona, Marc-André Ter Stegen, volvió a dejar la portería a cero frente al Villareal. Tras el primer tanto anotado por Leo Messi, los groguets se activaron para proponer y acosar la portería azulgrana. En esos instantes, el submarino amarillo gozó de las ocasiones más peligrosas en los 90 minutos. Sin embargo, se toparon con un portero con temple y en un momento muy dulce de forma. Ter Stegen se hartó de inhabilitar las ocasiones rivales en múltiples ocasiones, para desesperación de los locales.

Una vez terminado el encuentro, el alemán suma 7 goles en contra en toda la Liga Santander. Es el portero menos goleado junto a su compañero Jan Oblak, que milita en el Atlético de Madrid. Con estas cifras, los dos arqueros son los principales favoritos a llevarse el trofeo Zamora al final de la presente campaña.