El polivalente canterano de la cantera azulgrana comienza a recoger unos frutos sembrados con esmero desde su llegada a la Ciudad Condal la temporada 2012-2013. Criado en su Mallorca natal, Ramón empezaba a despuntar con soltura con sólo cinco años en el CD CIDE, el club que le dio la oportunidad de iniciar su andadura en un deporte que cobra sentido con su fútbol. Allí, el l’Escoleta, el destino o la causalidad obligaron a Ramón a vestirse de ‘Monchu’ para no confundirle con su tocayo en el vestuario. Sin embargo, la calidad innata en los genes de Monchu se cierne indiscutible, exclusiva y precisa sobre su esencia. Difícilmente confundible ante un talismán que comienza a brillar con luz propia.

Sus destellos tampoco pasaron desapercibidos para el RCD Mallorca, que poco tardó en hacerse con los servicios de Monchu con sólo diez años. Polivalente, con la destreza como premisa, el FC Barcelona se fijó en la perla mallorquina en 2012, convirtiendo la incorporación del centrocampista como uno de los refuerzos más prometedores del curso 2012-2013 para el Infantil A de Denis Silva.

Desde entonces, los grandes recursos de Monchu han iluminado el verde de La Masía. Capaz de alcanzar registros de ariete, el mallorquín logró encadenar diez partidos consecutivos perforando la portería rival la temporada 2015-2016 con el FCB Juvenil B de Quique Álvarez. Ahora en las filas del FCB Juvenil A de García Pimienta, Monchu disfruta con elegancia de la dulzura que engalanan sus recientes convocatorias con el Barça B de Gerard López. El premio a la constancia llegaba en un feudo con historia viva del fútbol español: el estadio Ramón de Carranza.

Monchu celebrando su gol ante el Olympiacos en la UEFA Youth League. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Para siempre quedará en el recuerdo el 15 de diciembre de 2017, rubricando la guinda a un año pletórico con el debut bajo la elástica azulgrana con el filial de Gerard López. El minuto 72 guardará un hueco en la historia para el canterano, entrando en el césped del Ramón de Carranza para medirse al Cádiz CF tras sustituir a otro canterano en edad juvenil, Oriol Busquets. Monchu, que viste las mejores jugadas con el FCB Juvenil A como interior, volvió a sus inicios fraguados en tierras baleares, dónde empezó a jugar como pivote defensivo. Como escolta y guardián de la medular, Monchu saltó en Cádiz para resguardar las embestidas de los gaditanos, y cumplió, porque nunca decepciona.

Letal con el área en el horizonte, Monchu es capaz de jugar tanto de pivote, interior y mediapunta. Un total de seis goles (cinco en la División de Honor y uno en la UEFA Youth League) consuman su bagaje goleador este curso, coronándose hasta con un ‘doblete’ en la decimosexta jornada del campeonato regular ante la Unificación Bellvitge. Salvo sorpresa, Monchu volverá a la convocatoria del Barça B para medirse al Albacete BP, escalando a pasos de gigante su progresión en el fútbol base de La Masía. 

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