Solo los que dan los premios dudan de que Sergio Busquets es el mejor mediocentro del mundo. El de Badia se volvió a quedar fuera, un año más, del XI del año elegido por la FIFA en 2016. Sin embargo, esto no le ha afectado para seguir escribiendo en letras doradas su magnífica trayectoria una temporada más.

A principios de año, el Barça de Luis Enrique no pasaba por un buen momento, tanto en juego como en resultados. El equipo no se terminaba de encontrar y casualmente este bajón venía acompañado por la ausencia de Sergio Busquets. El mediocentro sufrió un esguince en el ligamento de su tobillo derecho, que lo dejó fuera de los terrenos de juego dos semanas en las que el Barça bajó el nivel en el juego y empató frente al Real Betis, partido que más adelante costaría un título. Cuando volvió, el Barça encontró otra vez su estilo, volviendo así al juego y las victorias que requería la afición culé.

Tras la histórica remontada del Barça frente al PSG, llegó la Juventus de Turín en cuartos de final. Luis Enrique no pudo contar con Sergio Busquets en el partido de ida, por sanción, y el equipo lo pagó muy caro. El Barça sin un mediocentro puro en la plantilla, tuvo que improvisar situando a Mascherano en el sitio del canterano. Un Busquets al que se le echó mucho de menos, ya que el Barça terminó sufriendo un doloroso 3-0 en la ida, que no pudo remontar en la vuelta.

El mediocentro, fijo en el once azulgrana desde 2009, dejó de nuevo muchas pinceladas de su calidad innata, de su capacidad para posicionarse y de su escandalosa salida de balón bajo presión. Sergio se volvió a encontrar con su mejor versión a finales de la temporada 2016/2017. El canterano demostró que seguía siendo uno de los mejores centrocampistas del mundo y esto el Barça lo notó. El equipo logró 7 victorias consecutivas, incluyendo la final de Copa frente al Aláves, en la que Busquets ofreció un recital de buen fútbol.

Nueva temporada, nueva vida

En un verano donde se incorporó un mediocentro defensivo, como es Paulinho, el papel de Busquets ha seguido siendo 'de intocable'. Ernesto Valverde ha traído consigo una de las mejores versiones de Sergio Busquets. En el 4-4-2 asimétrico impuesto por el técnico, Sergio ha ofrecido su mejor nivel y el equipo ha funcionado como hacía tiempo que no lo hacía, enlazando ni más ni menos que 25 partidos sin conocer la derrota, racha que se puede aumentar en 2018.

El cambio en el sistema del equipo ha favorecido a Busquets, que estos años atrás ha sufrido mucho más de lo habitual en cuestiones defensivas. En la 'era Luis Enrique', el equipo se exponía muchísimo a la contra donde 'Busi' se veía incapaz de solventar todas esas situaciones. Con Valverde las cosas han cambiado, el extremeño ha planteado un equipo más sólido, poblando el medio campo con una línea de cuatro, donde Busquets se encuentra mucho más arropado por sus compañeros en las labores defensivas, cosa que ha llevado al pivote a explotar aún más sus grandes dotes de salida de pelota, ofreciendo una de sus mejores versiones a final de año.

Busquets frente a Kroos en el pasado Clásico. Foto: Danieto, VAVEL.com
Busquets frente a Kroos en el pasado Clásico. Foto: Daniel Nieto, VAVEL.com

El 1 de octubre, Busquets volvería a reencontrarse con el gol 3 años después. Desde el 30 de noviembre de 2014, el de Badia no había conseguido meter gol en ninguna de las competiciones. Esa mala racha se vería terminada en 2017, donde Sergio conseguiría ver puerta frente a la UD Las Palmas en el Camp Nou, con un remate de cabeza a la salida de un córner.

Busquets tenía preparada una función final para cerrar el año. El Santiago Bernabéu sería testigo de otra exhibición de fútbol, del talento de Sabadell. Sergio bailó sobre el césped del Bernabéu, ofreciendo un recital tanto defensivo como en la construcción del juego, fundamental en el primer gol y en el devenir del partido con su fútbol. El Barça finalmente conseguiría tumbar al Madrid por un contundente 0-3.

Así cerró Busquets un 2017 donde tuvo sus altibajos pero que fue de menos a más, cerrando el año en un excelente estado de forma, demostrando a los amantes del fútbol que al margen del marketing de los premios, él es el mejor