Aunque la cabeza de los culés haya querido olvidarlo, el club azulgrana despedía el pasado año 2016 en un escenario muy poco favorable. El equipo dirigido por Luis Enrique Martínez se vio derrotado por el Celta a domicilio (4-3) y por un Deportivo Alavés (1-2) que consiguió robar tres puntos más que valiosos en el Camp Nou. Estas derrotas sumadas con los empates ante Real Madrid en el último minuto de partido, Málaga en un encuentro sin goles, Atlético de Madrid y Real Sociedad en el siempre complicado Anoeta. Así pues, el Barça decía adiós al 2016 con 34 puntos acumulados. El Real Madrid había disputado un encuentro menos y, sin embargo, se comieron la uvas celebrando el liderazgo y una ventaja de tres puntos sobre el FC Barcelona.

Parece ser que el cambio de entrenador en el banquillo azulgrana ha alterado el orden del guion de la pasada campaña, que en nada se parece al de esta. Los entrenados por Ernesto Valverde han gozado las vacaciones de Navidad siendo líderes indiscutibles de la Liga Santander a seis puntos del segundo clasificado, el Atlético de Madrid.

Sin embargo, lo impactante es ver el mal final de 2017 que ha tenido el vigente campeón de la Champions League, que se sitúa en cuarta posición a 14 puntos del Barça. Los culés consiguieron celebrar la Navidad con esa diferencia abismal de puntos después de hacer muy bien los deberes en el Santiago Bernabéu hace escasas tres semanas, cuando se proclamaron reyes de la capital tras ganar 0-3.

Para seguir adelante con esta buena racha e intentar ensanchar esta diferencia de puntos con el resto de rivales, los blaugranas deberán cumplir frente a un Levante que cada vez más se ve amenazado por la cercanía de las posiciones de descenso. Ernesto Valverde podrá contar con Ousmane Dembélé, quien ya re debutó el pasado jueves en Balaídos en motivo de la ida de los octavos de final de la Copa del Rey.