En una época en que los fichajes de jugadores prometedores alcanzan cifras enormes, la adquisición de Yerry Mina por parte del Barcelona ha sido una ganga. Sin lugar a dudas, el cuadro culé se ha hecho con el defensor de mayor proyección de toda Sudamérica. Las características técnicas y el fenotipo 'Teté' (como se le conoce popularmente) son las de un zaguero de primer nivel y justo las que necesita el cuadro blaugrana con la partida de un referente como Mascherano.

Su cualidad más prominente es la del juego aéreo. Sus 1.95 metros lo convierten en un verdadero 'dolor de cabeza' (nunca mejor dicho) para las defensas rivales cada vez que sube a rematar un tiro de esquina. Pese a su gran estatura, Mina rompe el estereotipo del jugador grande y tosco que revienta cada balón que le llega. El colombiano goza de una salida de balón impecable y rara vez entrega mal el esférico. Aspecto clave cuando se está en un equipo como el Barça, en donde la posesión es sagrada.

Yerry Mina celebrado un gol con Palmeiras. Foto: SE Palmeiras (Facebook).
Yerry Mina celebrado un gol con Palmeiras. Foto: SE Palmeiras (Facebook).

Desde su infancia, Yerry Mina se ha adaptado a distintas posiciones. En su edad más temprana fue guardameta. En la mayor parte de su etapa formativa jugó como volante de marca. Cuando debutó como profesional en el Deportivo Pasto, en 2013, fue su técnico de aquél entonces, Flabio Torres, quien se dio cuenta del inmenso potencial que podía tener como defensor. Razón no le faltó.

De la escasez de Guachené a la élite del Camp Nou

Como la gran mayoría de jugadores colombianos destacados, los orígenes de Yerry Mina son muy humildes. Proviene de Guachené (Cauca), un pueblo golpeado por la violencia y de los más olvidados por el Estado colombiano. El propio Yerry cuenta como en su infancia debía irse 'colgado' de la parte de atrás de las volquetas al no contar con otra forma de transportarse a sus entrenamientos.

Aquella humildad inculcada por las circunstancias y por la educación de su familia sigue vigente hasta hoy. Mina, pese a haber jugado en la mejor liga de Sudamérica, no presume de lujos. Sus vacaciones las pasa en su pueblo natal, conviviendo con su gente como si fuera uno más. Su pasión por el baile y por la 'salsa choque' son la muestra de un hombre fiel a los valores de un país que, pese a las dificultades, no pierde la alegría ni el 'folclor' que caracteriza a los colombianos. La conexión inquebrantable con sus raíces, a pesar de la fama y el éxito, hablan mucho de él.

Yerry Mina en un partido de Eliminatorias Sudamericanas. Foto: Federación Colombiana de Fútbol (fcf.com).
Yerry Mina en un partido de Eliminatorias Sudamericanas. Foto: Federación Colombiana de Fútbol (fcf.com).

Porque eso es Yerry: alegría, baile, 'sabor', pero también calidad, disciplina y humildad. Al F.C. Barcelona llega un defensor con la consigna de siempre tener "los pies en la tierra y los ojos en el cielo" (haciendo referencia a su apego religioso). Su aporte al zaga promete ser mayúsculo y, una vez adaptado, es casi seguro que pondrá a tambalear la dupla Piqué - Umtiti. Pero más allá de sus aptitudes como jugador, Mina es una persona que, pese a no haber pisado nunca Barcelona (hasta ahora), viene con unos valores y una personalidad acorde al 'estilo Barça'.

Un central con credenciales

Con 23 años, la 'hoja de vida' de Yerry Mina es bastante amplia. Tras su debut con Deportivo Pasto, el de Guachené a vestido las camisetas de Independiente Santa Fe y Palmeiras, dos equipos grandes de Colombia y Brasil respectivamente. Con el cuadro 'Rojo' cosechó tres títulos, incluida la Copa Sudamericana de 2015.

Sus grandes actuaciones con el cuadro de la capital colombiana, lo llevaron a un coloso de Brasil. Pese a estar solo año y medio en Palmeiras, y a pesar de su juventud, el colombiano fue siempre imprescindible y destacó desde el primer día. En 49 partidos con el 'Verdão' marcó 9 goles y ganó el Brasileirão 2016.

A nivel individual su 'currículo' es impecable. En su primer año en Brasil fue escogido como el mejor defensor del Brasileirão y fue incluido en el equipo ideal de América de 2016. En 2017 fue escogido como mejor defensor central del Campeonato Paulista y estuvo entre los nominados para el equipo ideal de América, aunque en esta ocasión no fue escogido entre la alineación.

Yery Mina, en su época en Santa Fe. Foto: Independientesantafe.com
Yery Mina, en su época en Santa Fe. Foto: Independientesantafe.com

Con la Selección Colombia ha dejado en evidencia su estirpe goleadora. Tuvo un dubitativo debut con la 'Tricolor' en la Copa América de 2016, en una derrota ante Costa Rica. Sin embargo, el colombiano ya acumula tres goles en nueve partidos con el equipo nacional. Dos de ellos de cabeza y uno de ellos ante Uruguay, por las Eliminatorias para el Mundial. 

Entonces, ¿qué jugador llega al Barcelona?

Llega uno con una calidad excepcional para salir con el balón, para recuperar, para anticiparse y para crear terror con su juego aéreo. Llega un jugador bastante limpio (nunca ha sido expulsado en sus cinco años como profesional). Llega un hombre con los pies en la tierra y que aportará en la cohesión del vestuario. Llega un futbolista con amplio roce internacional y que está acostumbrado a ganar títulos.

Se vestirá de azulgrana un jugador sobrio, disciplinado, con hambre de ganar y con una personalidad de oro. Alguien que no para de acumular pergaminos y que, junto al defensor del Tottenham, Dávinson Sánchez, se postula a formar parte de la zaga de Colombia en el próximo Mundial. Tal como afirma su padre, Yerry Mina no es ingenuo y sabe que llegará a ser suplente. Sin embargo, por todo lo descrito anteriormente no es descabellado pensar que tanto Piqué como Umtiti sientan resquemor ante la llegada del colombiano. El primero que ficha por el Barça y el primero que quiere dejar su huella. 

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Sobre el autor
Carlos Cifuentes
Colombiano, de pies a cabeza. Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Externado de Colombia. Dando mis primeros pasos en el oficio más bello del mundo.