La devaluación del proyecto cantera está cada día más avanzada. El sistema basado en la esencia que tanto ha caracterizado al Fútbol Club Barcelona durante tanto tiempo y del que han aparecido verdaderas perlas como Andrés Iniesta, Carles Puyol, Gerard Piqué, Jordi Alba, Leo Messi, Sergio Busquets o Xavi Hernández, está sufriendo un desplante por parte de un equipo que ha pasado a pensar más en una estructura basada en los fichajes que en vez de la propia casa, proceden de grandes equipos y conocidos por su despunte, un despunte que en ocasiones supera a la marca Can Barça y que hace que los canteranos se vean mermados frente a unas condiciones que al parecer, son imparables a día de hoy. 

Esta devaluación tiene como antecedente la inflación que está surgiendo de un mercado de fichajes en el que la competencia hace la supervivencia y de donde surge una verdadera competición en la que todos los equipos luchan por hacerse con los servicios de jugadores que vienen pisando fuerte en el mundo del fútbol.

Formación sin consideración

A principio de la temporada, en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, se presentaba el proyecto del futuro del club como una formación de la que los más jóvenes, se tenían que aprovechar, para recuperar esa esencia que tanto se está perdiendo.

Un acto presidido por el presidente Bartomeu, contó con un mensaje de apoyo y de agradecimiento hacia los familiares, que también ven mermadas las posibilidades de éxito de sus hijos en un Can Barça descentralizado de su esencia y en donde, para buscar posibilidades en el mundo del fútbol, tienen que desvincularse del equipo en el que tanto les gustaría triunfar o ganar títulos, esos títulos que sí han tenido la oportunidad de alzar los grandes jugadores que han llegado al primer equipo en un momento en el que la cantera todavía estaba arraigada en el club y donde han aflorado no sólo simples jugadores, sino verdaderos mitos que ya han pasado a ser parte de la historia de la entidad.

Si hay algo con lo que cuenta La Masia, es que no es sólo un proyecto meramente futbolístico, sino también de formación personal, proporcionando a los más jóvenes oportunidades de aprendizaje de cara a la vida en general. Guillermo Amor bien lo sabe. Responsable del fútbol formativo azulgrana junto a Bakero, integrante del Dream Team de un Cruyff que siempre permanecerá en el recuerdo de la institución, lanzó un mensaje de optimismo hacia todos aquellos jóvenes y niños, cuyos sueños se truncan de cara al panorama que hoy en día está presentado el ámbito futbolístico: más cartera y menos cabeza.

Un cambio de modelo

El Fútbol Club Barcelona de antes, ganaba la posesión, presumía de cantera y despreciaba cualquier otro modelo que se le presentara por delante. No existía un ataque del modelo del Barça, un modelo que sí implantó Guardiola y que defendido por Cruyff, ha ido cambiando y sobreviviendo como buenamente ha podido. 

El Barcelona de cantera ha dominado en la historia del fútbol con un modelo que ha empezado a resquebrajarse. Con Luis Enrique, el Barça cambió ya a un estilo más directo, con Xavi ya en el banquillo y con una personalización de un modelo en donde La Masia aceptó la realidad que hoy en día está recobrando: no es una fábrica de milagros y para ganar, también hay que fichar.

Y así ha sido. En los últimos años, el Barça ha tenido que reforzarse pagando millonadas por jóvenes extranjeros como Alcácer, Digne, Gomes, Luis Suárez, Neymar y Umtiti, un panorama en el que únicamente ha sobrevivido un Sergi Roberto que se ha hecho un hueco de forma merecida en Can Barça y que a día de hoy, es una pieza fundamental en el once de Valverde, un once al que ya empezó a pertenecer con Luis Enrique como lateral derecho y como mediocentro, su verdadero puesto.

Y del cambio, salidas

El cambio de modelo en el Fútbol Club Barcelona, ha provocado la salida de jugadores que prometían en el mundo del fútbol y que se han visto obligados a salir por la competitividad que hay entre jugadores y por el mercado de fichajes, en donde un equipo como el Barça, siempre intenta reforzar una plantilla en la que las salidas de canteranos se han vuelto una rutina.

Jugadores como Pedro Rodríguez, Marc Bartra, Jonathan dos Santos, Marc Muniesa, Martín Montoya, Andreu Fontàs, Thiago Alcántara, Isaac Cuenca, Cesc Fàbregas o Deulofeu, se han visto afectados por la llegada de jugadores de fuera, que han hecho que queden mermados. 

El extremo de Santa Cruz de Tenerife, Pedro Rodríguez, llegó al Barcelona en el año 2004. Fue un fijo en la delantera del equipo azulgrana, hasta el momento en el que el equipo se fue reforzando con nuevas llegadas que disputaban de una forma más clara y que hicieron que se viera totalmente mermado y obligado, a probar suerte fuera y concretamente, en otra de las grandes ligas europeas, la Premier League, donde “Pedrito" se ha hecho un hueco en el equipo dirigido por Antonio Conte y donde ha coincidido también con el mediapunta catalán, Cesc Fàbregas. Después de efectuarse su salida del club, el canario hizo unas declaraciones sobre La Masia en las que comentó: "El Barça está perdiendo la filosofía de cantera, tuvimos un 11 todo de la casa en mi época, pero eso ya no existe, es una pena".

El central de Sant Jaume dels Domenys, Marc Bartra, se marchó del equipo en el que tanto esperó para sentirse futbolista. Luis Enrique no confiaba mucho en él y tuvo que buscarse un futuro muy lejos del Camp Nou. Marc acabó en Alemania, en el Borussia de Dortmund, donde ahora disputa muchos más minutos que en Can Barça, añorando el club que verdaderamente adora. A pesar de ser culé, y muy culé, tuvo que marcharse con una cláusula de rescisión que por el número de partidos jugados, se devaluó hasta llegar a los 8 millones de euros, una cifra asumible y apetecible para cualquier club y más sabiendo que el jugador, tiene mucho fútbol por delante.

Algo parecido le pasó a Jonathan dos Santos, el centrocampista mexicano que llegando al Barcelona en 2001, tuvo que salir para buscar nuevas oportunidades en equipos como el Villarreal, donde jugó más minutos y pasó a ser una pieza esencial en el once inicial del equipo amarillo.

Marc Muniesa sabe lo que es no tener una oportunidad en el equipo que tanto quiere. El defensa catalán llegó al Barça en 2003 y a pesar de haber desarrollado casi toda su trayectoria en el conjunto azulgrana, tuvo que buscar un futuro fuera y concretamente fue a parar al Stoke City. Ahora, cedido en el Girona, Muniesa continúa siendo culé, pero también rival de su antiguo equipo en la competición liguera.

Martín Montoya también sufrió el cambio de modelo y con una carta de libertad, se fue al Valencia, donde ahora mismo se ha hecho un hueco en la defensa del conjunto che. A Montoya y al resto, se han unido también Samper y Tello, quienes al igual que Muniesa, han terminado en clubes españoles.

Fontàs, otra víctima del cambio de modelo. El defensa catalán ha ido a parar al club gallego, el Celta, que recientemente se ha enfrentado al Fútbol Club Barcelona en los octavos de la Copa del Rey. Hoy en día, su salida le ha beneficiado en el sentido de que es un claro titular en un once dirigido por otro de la casa, de Can Barça, Juan Carlos Unzué.

Thiago Alcántara también sufrió lo suyo y tuvo que marcharse a Alemania para conseguir desarrollando sus habilidades futbolísticas. El centrocampista y ahora jugador del Bayern de Rummenigge, es titular en el conjunto bávaro y siempre ha visto su salida del club azulgrana con buenos ojos, argumentando que le ha servido bien a nivel personal y a nivel profesional.

Isaac Cuenca, compatriota de Sergi Roberto y originario de Reus, se vio obligado a rescindir contrato con el Fútbol Club Barcelona por la falta de minutos que tenía en el equipo y tras haberle anunciado el club que no entraba en los planes del técnico, Luis Enrique Martínez. Su destino fue el Deportivo de La Coruña.

Fàbregas se fue del Camp Nou con un destino claro y repetitivo: la Premier League. La principal causa que le llevó a salir del club azulgrana fue la falta de apoyo que recibió por parte de la afición, un factor seguido de la insuficiente demarcación que tuvo como futbolista en el club: no lograba entrar en el campo y cuando lo hacía, sobraba por el despunte de jugadores como Iniesta o Leo Messi. A Fàbregas no se le podía asegurar continuidad.

Y uno de los afectados más sonados y ahora, más conocido, es Deulofeu. El jugador de Girona ha pasado por tres cesiones y una venta antes de regresar de nuevo al conjunto azulgrana, donde se formó desde los nueve años hasta el filial y donde escasamente tuvo una oportunidad en el primer equipo de forma esporádica.

En resumen, el proyecto cantera se está basando últimamente en tener suerte.

Un futuro poco claro

¿Qué pasará con aquellos jugadores que hoy en día forman parte de las categorías inferiores del club?

En el Barça B, con respecto a la pasada temporada, siguieron jugadores como Varo, Martínez, Fali, Sarsanedas, Marc Cardona, Vilanova, Carbonell, Mujica, Romera, Kaptoum, Nili, Carles Pérez, Dani Morer, Santi Bueno, Alasana, Josep Martínez, Abel Ruíz y Oriol Busquets, muchos de los cuales, se han tenido que ir a otros equipos por los descartes que han ido surgiendo a lo largo de la temporada y por la competitividad en una cantera que se está viendo reducida. Aleñá, Ortola, Cucurella, Vitinho y Palencia se incorporaron tiempo después. 

Al igual que en el club, las categorías inferiores se han visto obligadas a cesiones y fichajes que han ido mermando a otros jugadores de la casa y desintegrando un proceso que hace tiempo, era clave en Can Barça.

Xavi, todo un legendario del Barça, es consciente de que el proceso de cantera cada vez es menos prioritario en Can Barça. El centrocampista, procedente de las categorías inferiores del club, ha querido ser la esperanza de muchos otros y recientemente ha comentado: "Hay que dar oportunidades. Por ejemplo, se la han dado a Sergi Roberto y está triunfando cuando nadie se lo esperaba. Hay jugadores en la base que si les dan confianza, van a triunfar en el primer equipo. La Masia no se acaba y la fuente está ahí".

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