Ronaldo de Assis Moreira maravilló al fútbol. La sonrisa eterna se convirtió en leyenda y esa leyenda comenzó en el Grêmio de Porto Alegre, un equipo en el que debutó estando en las categorías inferiores en el año 1995 y en el que supo pisar fuerte desde el primer momento, lo que hizo que terminase firmando su primer contrato como profesional con el club brasileño.

El fútbol brasileño le ha dado mucho espectáculo y vida a un deporte que se ha convertido en sentimiento y a la vez, en esperanza para los más jóvenes que buscan seguir el ejemplo de jugadores que han quedado grabados en la historia del deporte.

En Brasil, el fútbol es lo más popular. Introducido por Charles Miller, convirtió la ciudad de São Paulo en el epicentro de donde saldrían verdaderas joyas y lo que haría que Brasil, con el tiempo, terminase siendo el equipo nacional con más títulos conseguidos, además del único equipo clasificado para todas las citas mundialistas que hasta día de hoy se han jugado.

Esta historia comenzó con un protagonista de inicio: Pelé. Tricampeón mundial con "La Canarinha" y dos veces campeón de la Copa Libertadores y de la Copa Intercontinental, fue elegido oficialmente como mejor futbolista del siglo XX por la FIFA. Y desde la aparición de Pelé, el motor de la fábrica del fútbol brasileño comenzó a engranar sus piezas, pasando a echar humo con la llegada de otros jugadores de renombre: Djalma Santos, Nilton Santos, Carlos Alberto, Júnior, Cafú, Roberto Carlos, Didí, Rivelino, Sócrates, Falcão, Zico, Rivaldo, Leônidas da Silva, Garrincha, Romário, Bebeto, Ronaldo, Adriano, Robinho, Kaká, Ronaldinho y hasta el que hoy, puede ser considerado el segundo mejor del mundo, Neymar.

Una trayectoria intachable y memorable

Del Grêmio de Porto Alegre, Dinho evolucionó al París Saint-Germain un 17 de enero de 2001, para abrirse paso en la historia de un fútbol en la que no es nada fácil entrar. Además de su sonrisa eterna, Ronnie demostró en el Parque de los Príncipes sus habilidades como futbolista profesional. Su historia no había hecho más que empezar. 

Abriéndose más paso aún en el mundo del fútbol, Ronaldinho llegó a Can Barça en el año 2003 tras un traspaso valorado en 24 millones de euros. El brasileño se vinculó a la entidad azulgrana por cinco años, una llegada de la que siempre Ronnie ha hablado bien. "Fue la elección correcta. A los brasileños siempre nos ha gustado el Barça, tenemos historia ahí. Además, fuera del terreno de juego, mejor allí que en cualquier otro sitio de Europa. Extraño mucho Barcelona. Pasé cinco temporadas maravillosas, un equipo al que le gustan los delanteros y los jugadores con talento", contó.

Su debut fue ante el Athletic Club y su primer gol llegaba en la segunda jornada de la competición liguera, ante el Sevilla, en el Camp Nou, un estadio al que supo dejar boquiabierto desde el principio y al que le ha regalado tanta magia al lado de jugadores como Leo, a quien apadrinó en el club y del que siempre ha hablado maravillas. El astro brasileño iluminó al Fútbol Club Barcelona que se encontraba en depresión y lo llevó hasta lo alto del fútbol internacional. Por eso, para Ronnie, cualquier homenaje se queda corto y más sabiendo que tuvo cinco años excepcionales con una calidad superlativa.

Un legado de miedo

Ahora, el fútbol lamenta el adiós de una sonrisa que lo ha dado todo en este deporte. Ronaldinho se retira a los 37 años y pone fin a un imperio futbolístico tremendo. Lo que más consuela es que fue un verdadero mago de la pelota y que siempre quedará en el recuerdo de la historia del fútbol. Ronnie hacía levantar a los aficionados de sus asientos y lo hacía hasta en el estadio del eterno rival, el Real Madrid. 

Gracias a él, en Can Barça hay todo un legado de espectáculo futbolístico, donde Leo Messi es el mayor protagonista. El argentino debutó con el primer equipo el 16 de octubre de 2004 contra el Espanyol, en un momento en el que la estrella del equipo era Ronaldinho. El joven rosarino debutó con un Rijkaard que fue bastante afortunado en el sentido de ver en vivo y en directo, la sociedad que poco a poco se fue consolidando entre el argentino y el brasileño, una sociedad con una conexión brillante e importante para un Can Barça que salió revitalizado y de qué forma, de un pozo oscuro en el que se empezó a ver la luz con la magia que los dos comenzaron a regalar. Junto a él, el astro argentino se abrió paso en el fútbol europeo, marcando su primer gol con la elástica blaugrana, un gol con una asistencia magistral de su padrino, Dinho. En ese momento, Messi se consolidó como el sucesor del astro brasileño, de la alegría del fútbol.

"Si hubiera mantenido la cabeza en su sitio…"

Pues hubiera seguido arrasando como tantos años lo hizo; maravillando con un fútbol poco visto y que contagiaba alegría por donde pisaba.

Ronaldinho pasa a ser un recuerdo, una persona que siempre sacará una sonrisa allá donde vaya, como ya lo hizo pisando los campos de fútbol y arrasando con sus dotes.

Después de su primer gol en Can Barça, el astro brasileño completó tres temporadas colosales, entre las que el Barcelona conquistó su segunda Champions y en la que el equipo liderado por Rijkaard, miraba atrás con orgullo tras su gran transformación.

Adquirió así su estatus de ídolo entre la afición culé y se situó entre otros jugadores brasileños que ya pasaron por la entidad blaugrana: Romário, Ronaldo o Rivaldo. Recibió el Balón de Oro y el trofeo que la FIFA otorgaba al mejor jugador del mundo, imponiéndose a jugadores de tanto renombre como el del Chelsea, Frank Lampard.

El comienzo de un declive que siempre fue llorado y será recordado

En la temporada 2006/2007, el Barcelona no consiguió los mismos éxitos y se vio afectado por la grave lesión que tuvo uno de sus jugadores: Samuel Eto’o. Pese a la situación negativa, Ronnie se quedó al pie del cañón en Can Barça y se volvió a consolidar como goleador en el conjunto azulgrana con 21 goles.

Su rendimiento comenzó a bajar en la siguiente temporada. Con su baja condición física, algo provocado por su actividad nocturna, su juego se vio afectado y encaminado hacia un declive, un declive que siempre ha sido reconocido en el mundo del fútbol y que tanto ha sido lamentado por todo lo que Ronnie le ha dado. Con la llegada de Thierry Henry al Fútbol Club Barcelona, el astro brasileño quedó mermado y pasó a ser un componente del banquillo de un equipo en el que no se le puede reprochar nada: jugó 204 partidos oficiales y marcó 94 goles en cinco temporadas.

En Italia también disfrutaron de él

En junio de 2008, Pep Guardiola tomó las riendas del banquillo del Fútbol Club Barcelona y en su presentación, anunció que no contaba con varios jugadores de la plantilla, entre ellos, Ronaldinho. Tras unas intensas negociaciones del club catalán con el Manchester City y el AC Milan, el conjunto rossonero fue el equipo que se hizo con el traspaso del brasileño, un brasileño que llegó a San Siro para seguir maravillando y que con el dorsal 80 en su espalda, volvió a tomarse en serio el fútbol y terminó líder de asistencias en la Serie A.

Un no parar

El 11 de enero de 2011, Ronnie rescindió su contrato con el club italiano para llegar al Flamengo, un equipo de su Brasil natal que logró consagrarse consiguiendo su regreso a Europa y llegando a estar en buena forma para el Campeonato Brasileño de 2011. Demostrando calidad y liderazgo, despuntó en el campeonato y al igual que hizo con el Fútbol Club Barcelona, llevó al Flamenco a lo más alto del fútbol, convirtiéndose en el creador de la mayoría de sus opciones de gol.

Rescindiendo contrato con el Flamengo por la vía judicial, Ronaldinho también pasó por el Atlético Mineiro, un club que gracias a él, accedió por tercera vez en su historia a la Copa Libertadores como el equipo con más puntos de los ocho que se habían clasificado y un equipo con el que ganó la Copa Libertadores de 2013.

Y de Brasil, a México, donde en el Querétaro, el brasileño marcó su primer gol, cobrando un tiro que consiguió engañar al portero y que siempre será recordado en el Estadio Azteca, un estadio donde hasta los aficionados del equipo rival, se levantaron para ovacionarle.

En el año 2015, quedó como jugador libre y su trayectoria iba encaminada hacia un final. Ese final se vivió en el Fluminense Football Club, un equipo al que llegó en el año 2016 y en donde acabó su legado por su bajo rendimiento.

Obrigado

Y llegados a este punto, sólo queda darte las gracias por todo Ronnie. Gracias por haber dado tanta magia al fútbol y por haber tenido tanta fantasía en tus pies. Gracias por todos esos momentos que han quedado y quedarán para el recuerdo. Gracias por tus remates inverosímiles, por tus goles imposibles y tus acciones de genio. Gracias por tu debut contra el Sevilla, por tu chilena imposible ante el Villarreal, por la falta que silenció a Inglaterra, por tu gol que levantó al Bernabéu, por tu punterazo mágico en Stamford Bridge, por tu ruleta al estilo Zidane con Brasil, por tus vaselinas y por tu último gol con el Barça, una chilena mágica en el Calderón. Porque como tú has dicho más de una vez, "el fútbol no se juega por dinero y tampoco por fama. Se juega por diversión".