El próximo 21 de abril, el Wanda Metropolitano será la sede de una nueva final de la Copa del Rey. En ella, se verán las caras dos equipos que ya cuentan con este título en su palmarés y, de hecho, ya saben lo que es ganarlo en los últimos 10 años: Sevilla FC y FC Barcelona.

Aunque se rumureó con otras sedes, finalmente fue el nuevo estadio del Atlético de Madrid el recinto elegido. Tiene una capacidad para más de 67.000 espectadores y el jueves por la tarde se informó de la cantidad de entrandas con las que contaría cada club para sus socios, además de las que se quedaría la Federación Española (RFEF).

Ambos finalistas contarán con un total de 23.850 entradas cada uno para sus socios y el precio oscilará entre los 45 y 190 euros. Según el comunicado oficial, tanto los clubes como la propia Federación Española han tratado de ajustar al máximo los precios con el objetivo de llenar el estadio y que, literalmente, "la final sea la fiesta del fútbol".

Por su parte, la Real Federación Española de Fútbol contará con menos entradas que los clubes. En su caso, la RFEF tiene a disposición 11.359 entradas que sumándolas con las 23.850 que tendrá cada equipo dan un total de 59.059 entradas disponibles: supera, así, la capacidad de las últimas dos sedes que acogieron las últimas finales de la competición: el Vicente Calderón y Mestalla, con 55.000 espectadores de capacidad en ambos casos.

Tal y como también informó la Federación Española, ya se conocen cuáles serán las zonas que ocuparan los aficionados de ambos conjuntos. En el caso del FC Barcelona, los aficionados azulgranas se situarán en el Fondo Sur y, en el caso de la afición del Sevilla, estarán el en Fondo Norte. Todo, segun la RFEF, por motivos de seguridad.