Enrique Castro González, Quini, perdió la vida esta pasada noche a sus 68 años a causa de un infarto. El ex futbolista fue el goleador referente del FC Barcelona entre 1980 y 1984, época en la que vistió la elástica azulgrana y en la que también sobrevivió a un traumático secuestro que duró 25 días. Quini nació el 23 de septiembre de 1949 en Oviedo y ha perdido la vida en Gijón, la ciudad que le vio crecer tanto personalmente como profesionalmente.

Toda una leyenda en el Barça

En los 4 años que jugó en el club de la Ciudad Condal, estuvo presente en 178 encuentros y conquistó 5 títulos a nivel colectivo. En su primera temporada en el Camp Nou, pese al altercado que le tuvo 25 días en cautiverio, se hizo con el Pichichi de La Liga y con la Copa del Rey. También pudo levantar otra Copa del Rey, una Liga, una Supercopa de España y una Recopa de Europa.

No solo fue pichichi liguero vestido de azulgrana sino que también lo hizo como futbolista del Sporting de Gijón en cinco ocasiones.

Quini tiene un sitio en la historia del Barça. No solo por sus éxitos a nivel individual ni por las copas conseguidas durante su militancia sino por ser el futbolista que marcó en gol número 3.000 del club. Guillermo Amor y Leo Messi han sido los responsables de los goles 4.000 y 5.000, tres mitos del conjunto culé.

Dicen que todo el mundo termina volviendo a casa y Quini no fue una excepción. En 1984 volvió al Sporting de Gijón, donde había militado desde 1968 hasta 1980 cuando fichó por el Barça. Allí estuvo tres años más hasta que decidió colgar las botas de forma definitiva.

Hasta el día de su fallecimiento no se ha desvinculado del club que le vio crecer, y es que Quini era el actual delegado del Sporting de Gijón.

Homenajeado en el Camp Nou

Fue el pasado día de Sant Jordi de 2016 en motivo de un enfrentamiento liguero entre FC Barcelona y Sporting de Gijón. Josep Maria Bartomeu, como presidente del conjunto azulgrana, le hizo entrega del escudo de oro y brillantes en el palco del templo culé, no solo por su trayectoria como futbolista azulgrana sino también por su constante vínculo emocional con la afición culé.