Rememorar al épico Getafe que alcanzaba hace casi una década la primera división española resulta imposible sin mencionar a Gica Craioveanu. Delantero veterano del fútbol español, del que obtendría la doble nacionalidad, embarcó en nuestro país gracias a su fichaje por la Real Sociedad en 1995.

Perla del fútbol rumano

En el Getafe vivió su mayor apogeo como futbolista profesional, donde además también disfrutaba de ser un fijo en la convocatoria de Rumanía. Sin embargo, no resultó una gran sorpresa su papel en el equipo madrileño con su ya dilatada historia: su carrera profesional comenzaría en 1988 de la mano de Metalurgistul Slatina, desde ese momento estaría siete años en su propio país hasta viajar definitivamente a España.

Siempre mantuvo su carrera paralela como internacional de Rumanía

Durante sus primeros años como futbolista en Rumanía, rápido se consolidó como un jugador especial dentro de un país con poca pasión futbolística. Su salto a las mejores ligas europeas era algo esperado en un futuro no muy lejano; mientras tanto, comenzó su andadura internacional con Rumanía con su mayor logro en el Mundial de Francia de 1998 alcanzando los octavos de final.

Arranque renqueante en España

Su fichaje por el equipo donostiarra fue una gran apuesta por su nula experiencia en las mayores categorías europeas, pese a ello lograría continuar hasta tres años donde disputaría 90 partidos y anotaría 26 goles.

Ya en 1998 ficharía por el Villarreal con semejantes resultados a los logrados en la Real Sociedad (28 goles en 117 encuentros). Se convirtió en el jugador que marcó el primer gol en Primera División para el Villarreal. Fue contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, marcó el 0-1 y luego perdieron 4-1. En el debut en casa ante el Celta de Vigo también marcó Gica. Fue el héroe del segundo ascenso a Primera división del equipo valenciano.

Época dorada

Ya en 2002, el delantero rumano realizó una de sus mayores apuestas personales con su fichaje por el equipo azulón, por entonces en 2ª división. Ya contaba con experiencia y veteranía suficiente como para haber continuado en la división de oro del fútbol español, sin embargo la opción del Getafe le resultó muy sugerente cuando aun le quedaba mucho fútbol en sus pies.

Lograría hasta dos ascensos a Primera División con Villarreal y Getafe

Su primer año no tuvo gran relevancia, aunque ya si que el Getafe demostró un gran nivel colectivo colocándose a las puertas del ascenso. No obstante, su segundo año fue su consolidación como jugador trascendental en el ataque getafense. En ese 2003/04 sumaría su segundo ascenso de categoría tras el logrado en su pasado reciente en el Villarreal; su continuidad en el Getafe la tenía garantizada con un gran peso. Su carrera en la máxima categoría tocaba a su fin, así como su relevancia en el equipo azulón por una juventud cargada de fuerza que ha hecho de este Getafe un equipo con hueco en el panorama internacional.

En sus 100 partidos como delantero del Getafe, sumaría sus últimos goles antes de la merecida despedida y reconocimiento allá por 2006 tras 18 años de completa dedicación al balompié.

Retirada profesional

Tras su retirada 7 años atrás, Gica Craioveanu ha continuado manteniendo su pasión por el fútbol a nivel amateur y a nivel periodístico. De esta manera, ha continuado en activo en fútbol sala en el Boadilla y en la actualidad en el equipo valenciano de Villafamés. En cuanto a los medios de comunicación, ha sido colaborador de diferentes programas de los principales medios de comunicación deportivos españoles (la Sexta y Ondacero).

Como dato anexo cabe destacar la repercusión que tuvo el internacional rumano en el equipo madrileño, en el que puede presumir de tener una estatua en la localidad madrileña y su participación en la política de la mano del Partido Popular como segundo cabeza de serie perfilándose del área deportiva.

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Sobre el autor
David Fernández Molina
vida. Periodismo y comunicación audiovisual son mis carreras académicas, por las que lucharé diariamente por triunfar. Siempre he contemplado el mundo desde un pequeño barrio de Madrid, pero siempre con los ojos bien abiertos y soñando con crecer algún día fuera de aquí. El baloncesto me acompañó desde pequeño, cuando firmé no abandonar mi pasión jamás. El motor y fútbol, otros amigos y grandes aliados en esta profesión. La búsqueda de la verdad y el deseo de un mundo justo, las dos razones por las que me levanto cada mañana soñando con ser periodista. Contacto: [email protected]