El Getafe viajaba a la Ciudad Condal convencido que podía rascar algún punto a uno de los mejores equipos de la Liga. No habría sido la primera vez que los azulones hacen sangre a los catalanes. Al Getafe, por lo menos al gran Getafe, se le solían dar bien los grandes equipos. Le cogió gusto el Geta a hacerle daño al Barça, como en aquella eliminatoria de Copa. En la temporada 2011/12 fueron los azulones los primeros en ganarle un partido al equipo de Messi.

En los primeros minutos del encuentro, el Barcelona era dueño y señor del terreno de juego y del esférico, moviendo los hilos a su antojo. El Getafe era su marioneta, que se movía según el Barcelona quería. No conseguía poseer el balón el equipo madrileño, pero el Barcelna tampoco creaba demasiado peligro.

Había conseguido tres saques de esquina en apenas 15 minutos, su dominio era aplastante, pero no consiguió hasta el minutos 23 abrir el marcador. Fue su '10' quien recibió la asistencia de Dani Alves, después de recorrer el brasileño “la autopista” que la defensa del Getafe le había dejado en su banda derecha.

Las ocasiones del Getafe se reducían al balón parado. Ni sus defensas jugaban la pelota, tan sólo se quitaban el balón de encima. Pelotazo largo buscando a algún jugador que le ganase la espalda a Alves. Una odisea.

Se vio poco fútbol en la primera mitad, menos del que se esperaba. El partido se paraba demasiado, demasiadas faltas, demasiadas quejas. En estadísticas ganaba el Barcelona: seis remates por tan sólo uno del Getafe. Pero empató el equipo azulón. Samir salía con el balón gracias a un resbalón de Mascherano. Amarilla para el argentino y gol para los madrileños. Sarabia botó el balón que le cayó del cielo a Lafita, que ganó el cuerpo a cuerpo y anotó el tanto del empate. Corría el minuto 36. El mundo se venía encima en el Camp Nou y la Liga se escapaba. La polémica, servida en un plato bien caliente. El línea levanta el banderín, por supuesta mano del azulón al controlar el esférico, pero Texeira da por válido el tanto, lo que desató los pitos de los seguidores catalanes.

Poco a poco el Getafe fue ganando terreno y se hizo su hueco en el partido. El equipo, bien ordenado y con las ideas claras, contó con un enchufado Samir, que le buscó las cosquillas a los azulgrana. Llegaba el final de la primera parte con un público enfurecido con el conjunto arbitral y un 1-1 en el luminoso. El público asistente veía cómo se había dado la vuelta al partido y lo que comenzó como la historia perfecta para el barcelonismo, pudo tornarse en su peor pesadilla.

La segunda parte comenzó con el Barcelona buscando seguir enganchado a las opciones al título y buscó la ventaja en el marcador. Así, en el minuto 52, conseguía Alexis enmendar su errror de la primera parte y aventajar a su equipo.

El Getafe también insistió y, en el minuto 79, Sarabia estaba a punto de empatar, pero lanzaba el balon directo a Pinto. No cesaba el Barcelona de acechar la portería de Julio César.

Apareció de nuevo Lafita

Mereció el equipo catalán por posesión e insistencia llevarse el partido quizás, pero Lafita de nuevo aparecía para poner el dos a dos en el marcador. Llegaba el minuto 91 cuando Gavilán dirigó el balón a territorio hostil. El añadido casi cumplido y las opciones del Getafe casi anuladas cuando el capitán puso un gran centro que Lafita cabeceaba e introducía en la portería de Pinto.

De nuevo el Geta daba la vuelta al partido y al marcador, de nuevo los azulones hacían sangre a los azulgranas. El Getafe continúa su gesta en Barcelona, en uno de los campos más difíciles de la Liga, en uno en el que sólo pocos hacen caer al gigante europeo. Pero el corazón, la rabia y la necesidad han llevado al Getafe donde merece, a las puertas de la salvación.