Desde la cuna, el niño siempre es educado por una figura, normalmente paterna, en el ámbito del fútbol. Ya no sólo te 'inyectan' los colores del que será el amor de tu vida. Esa jeringuilla lleva consigo además todo lo que conlleva teñir el corazón de un color para toda la vida. Álvaro Vázquez es el ejemplo perfecto. Ya con 13 años, el de Badalona vestía la camiseta del RCD Espanyol. Y enfundarse esta casaca significa muchas cosas.

Una de ellas y la más importante para los intereses de la afición del Getafe es la rivalidad centenaria con el otro equipo de la ciudad: el FC Barcelona. Y es que estos encuentro, entre periquitos y blaugranas siempre han sido uno de los duelos más atractivos de la temporada. Y eso Álvaro lo sabe. Ha vivido varios de estos choques y, ha tenido la suerte de 'aniquilar' la puerta blaugrana. Un gol de Cesc Fábregas puso por delante al equipo de Pep Guardiola pero, el ahora jugador del Getafe tenía reservado lo mejor para el final. En el minuto 85 aprovechón un enorme centro desde la banda derecha para cabecear el balón al fondo de la red.

Y eso es lo que quiere el Coliseum y sin duda, eso es lo que quiere Álvaro. Los bolsillos del Barça deben salir del revés del templo azulón, pensará el de Badalona. Este sábado vivirá un duelo especial. Si las ganas no decaen, será un encuentro divertido. Que no decaíga.

Con la ilusión de un niño

Su vuelta en la ida de la Copa del Rey frente al Eibar demostró que la espera mereció la pena. Como un niño con zapatos nuevos, el fin de un camino, el comienzo de otro. La grada aplaudió al unísono la entrada de su '9'. Y éste no defraudó. El tacón de Álvaro, el centro de su amigo Sarabia. Todo salió perfecto, afición y jugador en una comunión perfecta sonrieron. Había vuelto.

Frente al Levante, su salida al terreno de juego aportó movilidad, desmarques y casualidad o no, el gol del equipo azulón. Y eso quiere ver este sábado el soberano azulón. Porque con actitud se rinden a los pies de cualquier jugador pero si además va acompañada de resultados, el esbozo será enorme.

Foto: MARCA