El Getafe salió derrotado (7-3) del Santiago Bernabéu de forma escandalosa en un partido sin intensidad y más propio de las pachangas veraniegas, donde el conjunto blanco golpeó con más fuerza y más pegada, y en donde los aficionados blancos fueron testigos de varios acontencimientos bajo un aroma de despedidas y nostalgia.

Ante los interrogantes de qué pasaría con el futuro de Iker Casillas o Carlo Ancelotti, entre otros, y de cómo reaccionaría el Bernabéu en la última cita del campeonato tras el varapalo de año en blanco de la entidad, los madridistas se presentaron sobre el verde del Santiago Bernabéu con la misión única y exclusiva de conseguir la victoria.

De hecho lo lograron con demasiado adorno para deleite de los espectadores. Así pues, la parroquia blanca no se iba a imaginar el sino del encuentro ni el espectáculo de partido -más por los goles que por el juego-, que iban a vislumbrar. Con muchas ausencias en el once y sin la presencia de Ancelotti por sanción en los banquillos, el Real Madrid comenzó golpeando a su rival con un tanto de Cristiano Ronaldo en el minuto 12. Un centro desde el costado izquierdo de Marcelo que el luso remataría con la testa y que ni celebró, pero que consiguió sacar una sonrisa a los allí presentes. Sin embargo, lejos de esfumarse del partido y llegando con asiduidad y confianza a la meta de Casillas, llegaría en el 22 el tanto del empate de Escudero con un fuerte disparo desde la frontal. 

Cristiano Ronaldo salió ovacionado del Bernabéu

Sin concentración defensiva ni intensidad competitiva el equipo blanco dejó hacer y los azulones, invitados en este final de fiesta, anotaron el segundo gracias a un tanto de Diego Castro. Un gol que hizo que el equipo merengue, al que no le hace falta mucho para responder, metiera una marcha más al partido. En un abrir y cerrar de ojos, de nuevo Cristiano culminaría un hattrick para poner al equipo de Concha Espina por delante en el marcador. En estas idas y venidas, y lejos de controlar el encuentro, Lacen rebañaría un esférico dentro del área tras un saque de esquina para dejar el luminoso en un sorprendente 3-3 al descanso. 

Mucho gol, poco juego

Primero James Rodríguez, que, con una maravillosa falta sobre el pico del área de Codina rubricaba su gran temporada, Jesé Rodríguez, el cual aprovechaba una gran asociación con el colombiano para cerrar con un tanto una temporada irregular, y Marcelo, logrando poner la puntilla con el séptimo, cerraron el partido y la temporada. 

Con todo y con esto, el Bernabéu no solo fue testigo del recital goleador de ambos equipos. Durante los 90 minutos que duró este ensayo, la parroquia blanca vio debutar a una de las jóvenes promesas del fútbol mundial Odegaard con la camiseta del primer equipo en un partido oficial, además de ovacionar a Cristiano Ronaldo. En este último enfrentamiento liguero teñido por la nostalgia del año anterior y la ausencia de títulos, el público del Bernabéu también coreó el nombre del capitán, Iker Casillas, poniendo como colofón la banda sonora al partido y a una brillante etapa en el Real Madrid. (Con su futuro incierto)

Se avecina un nuevo Getafe para la próxima temporada

En el otro bando, Pablo Franco dio la oportunidad a Codina y a varios jugadores del filial como Alex Felip o Ivi en un partido donde los azulones, los cuales ya no se jugaban nada, también se hicieron ver, sacando las cosquillas y los colores al Real Madrid. Sin la presión por sacar un buen resultado del feudo blanco, el Getafe se dejó llevar descuidando sus carencias al descubierto. También en las filas azulones fue un partido con posibles despedidas, algo que hizo que el partido se viviera con mayor emoción hasta el pitido final del colegiado. 

Acabada la temporada futbolítica, el Real Madrid ya piensa en la próxima campaña donde deberá corregir los deslices de la presente si quiere alzarse con titulos, mientras que se prevée que la formación getafense de un giro de 180 grados con el objetivo de confeccionar una plantilla que no sufra por conseguir el objetivo de la salvación.