Durante la pasada campaña, Pablo Franco entrenó tanto al filial como al primer equipo. Llegó a finales del mercado estival, poco antes de comenzar la temporada, para hacerse cargo del Getafe B. Un Getafe B que estuvo a punto de tocar la gloria, pero apenas pudo rozarla con la llema de los dedos. Sin embargo, las circunstancias hicieron que Pablo Franco terminase la temporada en el banquillo del Coliseum Alfonso Pérez, como entrenador del primer equipo.

En la entrevista concedida a VAVEL.com, Pablo Franco habla acerca de su etapa como entrenador en la entidad del sur de Madrid, de cómo fue la experiencia en Getafe y de diferentes aspectos de la actualidad futbolística.

PREGUNTA: ¿Cómo empieza Pablo Franco a entrenar?

RESPUESTA: Me tuve que retirar muy jovencito del fútbol por las lesiones. Estaba estudiando INEF y cuando empecé la carrera ya cogí mi primer equipo. Empecé trabajando en fútbol base en Tres Cantos. A partir de ahí, voy entrenando a equipos de más categoría y paso a enrolarme en equipos de Tercera División como segundo entrenador, sin abandonar el fútbol base.

P: ¿Quiénes son sus referentes en el banquillo?

R: Me cuesta contestar porque siempre me dejo alguno. Ahora mismo hay que valorar mucho al entrenador español. Uno de los referentes es Vicente del Bosque, no solo por los éxitos que ha cosechado sino porque creo que representa lo que debe ser cualquier entrenador. También está Guardiola, a quien sus éxitos le avalan y, personalmente, su modelo de juego es el que más me gusta. Pero hay un montón de entrenadores españoles: Quique Sánchez Flores, Emery, Valverde. También me gustaba Wenger por como entendía el fútbol en Inglaterra y a nivel metodológico gente como Mourinho o Villas-Boas es muy interesante.

P: ¿Qué tipo de fútbol le gusta a Pablo Franco?

R: Me gusta que mis equipos lleven la iniciativa, que jueguen combinativo, que tengan con carácter ofensivo; pero que también sean equilibrados y que a nivel defensivo sean sólidos y solventes. Un entrenador tiene que aspirar a que sus equipos sean excelentes y dominen todos los elementos del juego. Que sean capaces de correr el contrataque, que cambien muy rápido del ataque a la defensa y que manejen el balón parado. Es un cómputo de todo.

P: ¿Siempre tuvo claro que su vida estaría relacionada con el fútbol?

R: Siempre. Es mi pasión desde chiquitito. Me cuentan que con un añito y medio lo único que hablaba eran las alineaciones de los equipos de Primera División. Desde los dos años jugaba al fútbol, a los cuatro iba a ver partidos con mi padre, jugué hasta que me tuve que retirar y entreno desde entonces. No ha pasado ni un año en el que haya estado alejado del fútbol.

"La experiencia con el filial del Getafe fue muy enriquecedora"

P:¿Cree que la labor del entrenador es la menos valorada?

R: Seguramente lo sea cuando no se consiguen los resultados. Por suerte o por desgracia, en este mundo se valora más el producto que el proceso. Pero creo que, aunque aun se prima más los resultados, se empieza a valorar más el proceso y al técnico trabajador que durante el día a día hace las cosas bien, que está preparado y capacitado, aunque a veces eso no sea suficiente para conseguir los resultados

P: ¿Cómo se vive un ascenso desde el banquillo?

R: Si te digo la verdad, no puedo responderte a esa pregunta porque estaba en la grada sancionado. La verdad es que ese día lo viví con mucha emoción. El año de Puertollano fue impresionante y creo que no lo voy a volver a vivir, por los resultados, por cómo jugó el equipo batiendo todos los récords y por lo que me divertí y me hicieron disfrutar los jugadores. Una vez que se fueron los nervios, disfrutamos de una experiencia única.

P: ¿Cómo se prepara un partido sin saber si se va a disponer de toda la plantilla?

R: La experiencia con el filial del Getafe fue muy enriquecedora porque no había estado en una situación como esa. La verdad es que es complicado. Al final, tienes que priorizar y tener en cuenta que va a haber momentos en los cuales podrás contar con toda la plantilla. Tienes que cambiar la metodología y entrenar las facetas que crees que van a tener más incidencia en el partido esos dos últimos días que es cuando estarán los jugadores con los que vas a poder contar para el partido.

P:¿Cómo llega la posibilidad de entrenar al Getafe B?

R: El ascenso deportivo del Puertollano finalmente no se puede concretar. Yo tenía contrato para continuar un año más en Segunda B y preferimos rescindirlo. El mercado estaba prácticamente cerrado y me quedo sin posibilidades. Surge la marcha de Jimeno, en Getafe me conocían porque había habido contacto para un amistoso del primer equipo con el Puertollano, por lo que me conocían y pensaron que podía ser la mejor opción para el filial.

P: De haber habido estabilidad en el filial, ¿hubiera llegado a entrar en playoffs?

R: No lo sé. Esa duda la vamos a tener siempre. Es cierto que el filial estaba en una dinámica muy buena, el equipo estaba séptimo u octavo y éramos el mejor equipo a domicilio del grupo. Los jugadores tenían ese punto de ilusión y de ambición. Evidentemente, la situación del primer equipo era la que marcaba las directrices del filial y el hecho de tener necesidades arriba le quitó al filial potencial, sobre todo al final que es cuando se consiguen los objetivos. No sé si el equipo lo habría logrado, pero lo habría peleado seguro.

"El hecho de tener necesidades arriba le quitó al filial potencial"

P: ¿Qué jugador le sorprendió más del filial?

R: Me sorprendieron muchos. Me parecería injusto quedarme solo con uno. Todos tuvieron su participación y protagonismo. Y lo que valoro de ellos es que rindieron muy bien, fueron muy trabajadores y profesionales. Me gustaría que muchos de ellos hubieran tenido la oportunidad que ha podido tener este año Vigaray de asentarse en el primer equipo o de Emi, que aunque tenga ficha del filial también está asentado.

P: Tres de los jugadores que más destacaron fueron Pere Milla, Ivi y Mikel Orbegozo, ¿qué opinión tiene de cada uno de ellos? ¿Le sorprendió que el Getafe no apostara por ninguno de cara a la presente campaña?

R: A mi Pere, es un futbolista que me encanta a nivel profesional y personal. A nivel de condiciones futbolísticas lo tiene todo. Era el que mejor entendía el juego, un futbolista muy desequilibrante, muy comprometido en tareas defensivas y que, quizás, el año pasado hubo un momento en el que no tuvo la efectividad que sí está teniendo esta temporada. Con eso, seguramente, estaría jugando en una categoría superior. Personalmente, creo que Pere es jugador, al menos, de Segunda División.

Ivi, seguramente, era el futbolista más desequilibrante del equipo, con más talento innato, que con el paso de las jornadas se comprometió mucho más con el comportamiento colectivo y fue mucho más trabajador. Vio que tenía la posibilidad de asentarse en el mundo profesional la temporada siguiente y eso le hizo crecer bastante.

Y Mikel… Bueno las palabras que definen a Mikel son ambición, hambre y profesionalidad. Un futbolista que lo da todo por el equipo tanto dentro como fuera del campo. Tuvo unos registros goleadores espectaculares para lo que es la categoría. Y, al igual que Pere, se fajaba en el trabajo y ponía al equipo por encima de sus intereses personales.

Me sorprende que no hayan tenido, o bien en Getafe o en otro equipo, una oportunidad en una categoría superior. Aunque Ivi está en un buen filial y Pere y Mikel han firmado por equipos punteros, creo que deberían estar jugando en Segunda División. Pero como muchos otros, como Astray o los de la parcela defensiva: Robin, Edu Payá, Alberto Carbonell o José Carlos, que hicieron muy buena temporada.

P: En cambio, sí se ha apostado por Vigaray y Emi, ¿comparte esa confianza?

R: Desde luego, Vigaray estaba ya encauzado para poder ser jugador del primer equipo, pero en la última parte de la temporada pasada se asentó definitivamente, tuvo por primera vez continuidad en muchos partidos y era evidente que iba a ser jugador del primer equipo.

Y Emi, más allá del talento que tiene y de las condiciones futbolísticas, que son difíciles de encontrar, tiene hambre y tiene las ideas muy claras. Él quiere ser futbolista profesional y cada día lucha por ello y eso es lo que le hace ser diferente.

P: Muy pocos de los que entrenó continúan en el filial, ¿ve a alguno con posibilidades de llegar al primer equipo?

R: Ojalá, lo que pasa que creo que el momento favorable era el año pasado por las circunstancias del club, ahora el club se nota desde fuera que es mucho más estable, se respira más tranquilidad, ha podido formar una plantilla mucho más grande, mucho más competitiva, económicamente el club va afrontando las dificultades que tenía, va a poder afrontar otra serie de incorporaciones y eso va a dificultar la promoción de futbolistas del filial. Entonces yo creo que este año va a ser difícil ver que salten dos jugadores a la vez del filial al primer equipo.

P:Y de repente, primer equipo, ¿cómo se lleva esa presión?

E: A nivel del equipo, no dejas de estar en Primera División y aunque es un club pequeño, es el modo de vida de muchas personas y sabes que de que se mantenga el club en la máxima categoría del fútbol español depende la viabilidad de esto y la viabilidad de todas esas familias. Por tanto no diría presión, pero sí que tienes ese punto de responsabilidad.

Y luego, por primera vez te enfrentas a un equipo que tiene detrás una afición ya masiva, aunque la mayoría de clubes de la categoría tengan más afluencia de espectadores, sí que es verdad que aquí tienes una cantidad de socios, que metes una cantidad de gente a un campo, que ves a tanta gente con tanta ilusión de que el equipo se mantenga en primera que hay momentos en los que piensas: "Tengo que conseguirlo, sí o sí". Evidentemente tienes esa presión de querer agradar y querer hacer que este proyecto pueda tener continuidad en Primera División, que es donde se merece estar el Getafe.

"El cuerpo técnico fue autónomo y tomó sus propias decisiones"

P: ¿Qué es más difícil trabajar con un filial o con un primer equipo?

E: Posiblemente en el filial tengas esa capacidad para acceder más al futbolista pero es verdad que también cuando el futbolista es joven y no ha vivido tantas experiencias, muchas veces los entornos pueden distorsionar esa comunicación. El primer equipo yo creo que los futbolistas ya tienen las cosas más claras, ya tienen más experiencia y quizás no necesitas tener esa comunicación tan concreta porque ellos son capaces con esas experiencias vividas anteriormente de resolver situaciones. Son diferentes, no hay uno más fácil y uno más complicado, sí que son muy diferentes.

P: ¿Cómo se cambia la mentalidad como entrenador de pelear por playoff a luchar por la permanencia?

E: No hay cambio de mentalidad desde el punto de vista que yo me planteo cada reto, cada posibilidad de entrenar a un equipo con mucha ambición y con el objetivo de cada semana ser el mejor y sacar el mayor rendimiento. La mentalidad la tuve que cambiar en ese momento porque tuve que adaptarme a una metodología y a un desarrollo diferente al que venía haciendo. Me adapté porque creía que el equipo tenía una dinámica, tenía una forma jugar y creía en una forma de entrenar que además venía practicándose desde principio de temporada y estábamos casi en el último tercio, por tanto, no creí que fuese momento de cambiarlo. Así que tuve que adaptarme y hacer alguna cosa a la que no estaba acostumbrado o en la que no creía tanto, pero que el grupo sí creía que podía ser beneficioso. Ese fue el cambio de mentalidad realmente importante que sufrí al pasar del filial al primer equipo.

P: Jugadores y entrenadores de la pasada temporada han comentado que desde la directiva había presiones para que jugaran unos jugadores y no otros, ¿qué opina al respecto?

E: Conmigo eso no paso y a mí eso no llegó. Evidentemente en cualquier club de fútbol, en cualquier cuerpo técnico, puede haber debates sobre quién puede estar mejor en un momento determinado o quién puede estar peor, quién te puede dar más o quién te puede dar menos, pero el cuerpo técnico que tuve la suerte de dirigir no estuvo nunca presionado de ninguna manera y no nos impusieron en ningún momento, quién debía jugar, quién debía ir convocado, quién debía ser sustituido, quién no sabía ser sustituido... En ese sentido el cuerpo técnico fue autónomo y tomó sus propias decisiones en base a lo que creía que era mejor para el equipo.

P: ¿Qué se siente al conseguir el objetivo, la permanencia?

E: Recuerdo que aquel día se vivió mucha alegría al entrar al vestuario, pero que antes de entrar al vestuario lo que se sintió fue liberación. Es verdad que los siete primeros partidos en los que yo estuve se hicieron las mejores cifras de la temporada, a nivel de puntuación, a nivel de goles a favor y goles en contra, pero los siete últimos las cifras eran muy malas, estábamos en una dinámica muy negativa, estábamos prácticamente sin jugadores profesionales de campo y se complicó mucho el objetivo de la permanencia. De tener prácticamente en la jornada 31 asegurada dicha permanencia a en la jornada 37 pensar que el equipo podía bajar, yo diría que la palabra fundamental para definir la situación fue la de liberación. Y luego a partir de ahí sí que es verdad que se desató la alegría en el vestuario y que todo el mundo valoró el hecho de que se hubiera conseguido esa permanencia en un año tan complicado para el club y para todos los que estábamos trabajando en él.

P: ¿Hubo posibilidades de seguir en Getafe al término de la pasada temporada?

E: Hubo posibilidades de seguir en el filial. Antes de subir al primer equipo, el Presidente me había ofrecido la renovación y al final de temporada me la vuelven a ofrecer, ya que tenían claro que para el primer equipo buscaban un perfil de entrenador con más experiencia. Yo tomé la decisión de no continuar en el filial, que debía dejar paso a alguien con más ilusión y motivación.

P: Para dedicarse a los banquillos, ¿hay que tener un punto de suerte? ¿Estar en el momento adecuado en el lugar adecuado?

E: Suerte o mala suerte, depende de cómo se mire. Después de la gran temporada en Puertollano, me había quedado en la calle. O esta temporada, después de conseguir el objetivo, no tengo la oportunidad de tener continuidad. Claro que hay un punto de suerte, pero también muchísimo trabajo.

P: ¿Qué opinión le merece la afición del Getafe?

Entiendo que la crítica pueda venir por la poca afluencia, pero no por cómo afrontan los que van el partido. Me ha parecido una afición ejemplar. Una afición que viendo que el equipo atravesaba un mal momento, siempre ha animado, que no ha criticado. Que son fieles y comprensivos y eso en otros muchos clubes no lo hay. Aquí la gente es respetuosa y eso es digno de alabar. Evidentemente, nos gustaría ver el campo con más gente.

P: Después de la experiencia en el Getafe B, ¿estaría a favor de una liga solo de filiales?

E: Es un tema que tuvo repercusión y se planteó hace tiempo. Yo entiendo que si no se llegó hacer, es porque vieron que había más beneficios en hacerlo como hasta ahora. Una liga de filiales sería interesante para aglutinar futbolistas de un nivel parecido, pero creo que también se perdería algún futbolista en el proceso de formación y acceder a un primer equipo solo pasando por una liga de filiales sería complicado. Creo que es una cuestión en la que nadie se va a poner de acuerdo.

P: Luis Enrique manifestó que le gustaría que la Copa se disputara a partido único, ¿qué opina usted como entrenador y como aficionado?

E: Tiene mucho valor que esa declaración la haga Luis Enrique, porque como entrenador te diría que dependería de la posición que tuviera. Si estuviera en la posición de Luis Enrique, me interesaría más una Copa a doble partido porque tendría más posibilidades de llegar a la final. Si fuera el entrenador del Villanovense, diría que a un partido para tener posibilidades de eliminar al Barcelona.

Como aficionado, me gustaría mucho más a un partido. Sería más interesante y se afrontaría con más seriedad la competición.

"La afición del Getafe me ha parecido una afición ejemplar"

P:¿Dónde le gustaría entrenar a Pablo Franco?

E: En cualquier equipo que me ofrezca un proyecto interesante y ambicioso. Me encantaría seguir ligado al mundo profesional, en Segunda División o una opción que me motivara en el extranjero. Pero el objetivo es entrenar la temporada que viene y si hay un equipo de Segunda B cuyo proyecto a partir del trabajo y el buen hacer sea intentar lograr objetivos importantes, estaré encantado de valorarlo.

P: ¿Está al tanto de la actualidad del Getafe B?

E: Sí, los sigo y los vi en directo en Guadalajara y en el amistoso frente a la selección sub-19. También entiendo que en estas primeras jornadas, la situación no era idílica y no me gusta dejarme ver para que no haya malos entendidos (risas). Pero mantengo contacto con algunos de los jugadores.

La situación es muy diferente a la del año pasado. El equipo está en un momento malo, pero confío en que hay grupo para que vaya saliendo a flote.

P:¿Qué recuerdo guarda de su etapa en Getafe?

E: Muy bueno. Estuve encantado. Con el filial, hicimos un grupo a nivel futbolístico y humano muy interesante. Y con el primer equipo, la situación fue muy positiva a nivel de rendimiento. A nivel personal, aprendí mucho tanto de la dinámica de entrenar a un filial, como de la experiencia en Primera División. Además, me llevo el cariño de mucha gente, que creo es lo más importante

P: ¿A qué se dedica ahora Pablo Franco? ¿Qué proyectos de futuro tiene?

Estoy viendo mucho fútbol, prácticamente todo de Primera y Segunda División. Veo todo lo que puedo de Segunda B y algunos de ligas extranjeras. También comento partidos para Radio MARCA. Estoy mejorando mi inglés, que es importante por si acaso hay que salir fuera. Y preparándome para cuando surja una oportunidad que me motive realmente.