Borja Bastón se crió desde muy pequeño en las categorías inferiores del Atlético de Madrid. Allí conseguió batir en numerosas ocasiones los registros goleadores marcados en el club rojiblanco, y su futuro fue realmente prometedor hasta su estreno en partido oficial con el primer equipo.

Curiosamente, el rival de aquel encuentro fue el Getafe, y la mala fortuna fue responsable de que el madrileño se rompiese el ligamento cruzado de la rodilla izquierda en el que era el último partido de la temporada 2009/10. Esto le llevó a seguir una dura rehabilitación durante seis meses y a irse cedido en varios equipos (Murcia, Huesca, Deportivo y Zaragoza) hasta finalmente hacerlo hoy en día en el Eibar.

¿Cuáles son las armas con las que cuenta? Un extraordinario físico que se puede evidenciar con su 1,91 centímetros de altura le permite tener fuerza y presencia jugando con balones aéreos, pero su olfato goleador y su enorme calidad con su pierna derecha le permiten tener peligro en cualquier balón raso dividido o disparar con soltura desde posiciones cercanas al área.

Y si hay que destacar una faceta sobre las demás es su capacidad para anotar goles al primer toque. Durante esta temporada no ha sido el recurso que más ha utilizado, pero durante la pasada campaña sí. De los 23 goles que marcó con el Zaragoza en Segunda, 20 fueron al primer toque.

La temporada de su revelación a nivel nacional

A lo largo de esta campaña se están asentando y descubriendo muchos talentos goleadores españoles, como Aduriz, Agirretxe, Lucas Pérez, Rubén Castro o Iago Aspas. A su misma altura se podría igualar Borja Bastón, sin duda alguna.

Al principio luchó con Sergi Enrich para hacerse con el rol de delantero centro en el esquema de José Luis Mendilibar. Pero, tras ser suplente en los primeros cuatro encuentros de Liga, empezó de titular ante el Levante y consiguió los dos goles que sirvieron para que su equipo empatase con los valencianos.

Desde entonces ha encontrado dos rachas importantes de goles (de la jornada 6 a la 9 con seis goles y de la 16 a la 21 con ocho goles) intercalándolas con otras épocas menos prolíficas como la que está pasando actualmente.

El resultado es que en sus primeros 27 partidos disputados en Primera División ha jugado más de 2.000 minutos y ha marcado 16 goles. Un tanto si se tienen en cuenta los partidos que ha jugado de la Copa del Rey.

El Eibar lleva cinco partidos consecutivos sin ganar, y con el empate ante el Rayo de la pasada jornada rompió cuatro encuentros seguidos perdiendo. Esto coincide con una mala época de sequía goleadora de Borja Bastón, que más allá de los números ha conseguido que el modesto equipo vasco siga vivo en la lucha por Europa.

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