La zona de descenso es ya una realidad en el Coliseum Alfonso Pérez. Tras nueve jornadas sin conocer la victoria, los de Fran Escribá se han ido complicando la vida poco a poco, y su situación, como muchos ya temían, ha terminado de hacerse agónica. No hay tiempo para más contemplaciones. Llegados a este punto, todo lo que no sea una victoria será un durísimo golpe tanto anímico como clasificatorio para los azulones.

El duelo ante el Eibar se presenta como el más importante de la temporada. Las dificultades de los madrileños para sumar puntos fuera de casa y la entidad de algunos de los rivales a los que aún deben recibir hace prácticamente imprescindible lograr un triunfo en el duelo de mañana si no quieren que los cálculos para llegar a la salvación se compliquen demasiado. La plantilla no ha parado de calificar el partido como una final en cada rueda de prensa que ha habido desde el lunes. No queda otra que sumar tres puntos.

La situación en el conjunto eibarrés es mucho más tranquila. Con 37 puntos en su haber, la salvación parece ya una realidad, y de hecho en las últimas semanas el cuadro vasco parece haberse sumido en un pequeño estado de relación. Quizás no puedan permitírselo aún, pero lo cierto es que parece que un triunfo en los nueve partidos que les restan podría ser suficiente para asegurarse otro año en Primera. Si llegase en el Coliseum, la grada de Ipurúa viviría un final de liga mucho menos agónico que el del año pasado.

"Una final"

No es necesario buscar un calificativo para el partido entre madrileños y vascos, pues la propia plantilla azulona no se ha cansado de asignarle uno. Pese a que Fran Escribá ya empezó a definir así cada encuentro hace varias semanas, el término no ha dejado de repetirse desde que el Getafe salió derrotado del Camp Nou, y no parece que nadie quiera poner las miras más allá de la visita de los de Mendilíbar. No sumar los tres puntos parece inconcebible dentro del vestuario getafense.

Pese a la estrepitosa racha de resultados (un punto de los últimos 27), las sensaciones como locales no han sido malas en ningún partido, y de hecho en más de uno ha dado la sensación de que el Getafe ha podido sumar algo más. La falta de gol ha penalizado mucho a los de Escribá, pues en este periodo de nueve encuentros solo han logrado anotar tres goles. A este buen hacer en el Coliseum se han aferrado los locales, que parecen necesitados de un impulso moral que les permita recuperar el buen juego con el que cerraron la primera vuelta. Todas las esperanzas parecen puestas en este encuentro. De no ganar, quizás el mazazo sería demasiado duro como para poder levantarse.

Con la lección aprendida

Pese a que su situación clasificatoria invita a la relajación, si hay un equipo que sabe que no puede permitirse algo así ese es el Eibar. La temporada pasada, tras una excelente primera vuelta en la que lograron 28 puntos, pocos se atrevían a pensar en la posibilidad de descender a Segunda División, pero una desastrosa segunda mitad del campeonato acabó con los vascos en 18ª posición. De no ser por el descenso administrativo del Elche, los de Mendilibar vivirían ahora mismo una situación muy diferente en una categoría muy diferente.

La posibilidad del descenso parece mucho más remota actualmente, pues el conjunto armero suma ya más puntos que los que logró en toda la liga anterior, pero tras el susto del verano pasado toda precaución es poca. Pocos puntos les hacen falta ya para certificar definitivamente la salvación, pero las cinco jornadas que acumulan sin conocer la victoria han hecho que ésta se haya ido resistiendo. Nadie quiere empezar a despertar fantasmas de la temporada pasada. El camino a  la tranquilidad empieza sumando al menos un punto en Getafe.

Un mismo recuerdo con dos visiones

Más decisivo si cabe que el choque de mañana fue el que tuvo lugar la temporada pasada en el Coliseum. En la penúltima jornada, con ambos jugándose la permanencia, Getafe y Eibar empataron a un en un duelo que salvó matemáticamente a los azulones y condenó a los eibarreses, que pese a todo parecieron contentarse con el punto confiando en que otros resultados les fuesen favorables en la última jornada. Mañana nadie quedará condenado o salvado matemáticamente, pero el destino de ambos, sobre todo de los de Escribá, puede comenzar a escribirse para bien o para mal.

En el duelo de ida de esta temporada, la suerte estuvo del lado armero, ya que esta vez fueron los de Mendilibar los que lograron sumar el triunfo por 3-1 gracias a los dos tantos de Sergi Enrich y al de Saúl Berjón. Los azulones, pese a jugar una buena primera parte, fueron castigados por la pegada del Eibar y desaparecieron del encuentro tras la expulsión de Damián.

Convocatorias

El Getafe recibe por fin buenas noticias de sus servicios médicos. Damián Suárez y Roberto Lago están ya completamente recuperados, lo que solventa el problema que habían sufrido en los laterales en las últimas jornadas pese a que Vigaray continúa al margen del grupo. Todos los jugadores salvo el canterano están convocados para el encuentro, aunque Escribá no pudo confirmar hoy en rueda de prensa la presencia de Damián. De no poder disputar el partido, Emi tendría que volver a actuar como lateral derecho.

Por su parte, Mendilibar ha optado por viajar a Madrid con 18 jugadores, a saber, Irureta, Ansotegui, Ramis, Escalante, Capa, Inui, Sergi Enrich, Hajrovic, Riesgo, Dani García, Dos Santos, Juncà, Borja Bastón, Keko, Saúl Berjón, Jota, Adrián, y Barrenetxea.

Posibles alineaciones