Partido pasado por agua el acontecido esta tarde de sábado en el Coliseum Alfonso Pérez. El Getafe CF recibía a la SD Huesca con el objetivo de lograr los tres puntos en casa como ya hiciera contra el UCAM Murcia dos jornadas atrás, lo que pasaba por dejar nuevamente (y por cuarto partido consecutivo) la portería a cero. Por su parte, el Huesca de Juan Antonio Anquela llegaba enchufado tras el contundente 3 a 0 logrado ante el Mirandés -hasta entonces invicto- y tan sólo un punto por encima de su rival esta jornada.
En los instantes previos a que los conjuntos saltaran al terreno de juego, una manta de agua comenzó a caer en la localidad madrileña para molestia de los aficionados presentes en las gradas del feudo azulón. Y para más desazón, comprobaban que su equipo no contaría para este choque con el centro del campo habitual en las últimas jornadas y que tan buenos resultados le había dado al conjunto de Bordalás. Con el capitán, Mehdi Lacen, sancionado y con el rumano Paul Anton aún renqueante de sus molestias, sería Juan Cala quien acompañase a Alejandro Faurlín en la sala de máquinas del equipo getafense. Una solución poco ortodoxa, pero eficaz.
El primer acercamiento del partido fue para los visitantes, que buscaron inquietar la portería de Alberto con un lanzamiento de falta lateral de Alexander González al que no llegó a rematar Melero. Desde entonces, dominio alterno de ambos conjuntos pero sin concretar ocasiones de gol, optando demasiado por el balón en largo y provocando así la poca fluidez en el medio (quizá también motivada por la cantidad de agua caída). El Huesca, por su parte, lo intentaba a la contra buscando la velocidad de Samu Sáiz, mientras que el Getafe hacía lo propio a raíz de las internadas de Álvaro Jiménez por el costado derecho, que una y otra vez no llegaban a encontrar rematador en el área.
Poco más a destacar en los primeros cuarenta y cinco minutos salvo probablemente la ocasión más peligrosa de la primera parte. El ex del Alavés, Dani Pacheco, uno de los pocos azulones que intentaba el juego combinativo, probó a Sergio Herrera con un zurdazo que el guardameta desvió a córner poco antes del descanso.
Tras la reanudación, el Getafe tomó la palabra e intentó buscar la portería oscense con un disparo de Cala desde fuera del área que rechazó la defensa. Sería otro de los zagueros del equipo madrileño, 'Cata' Díaz, quien lo intentase en la siguiente jugada inmediata con un cabezazo a la salida de un córner que saldría por arriba. Y poco después, de nuevo Dani Pacheco, tendría en sus botas hacer el primer gol tras una gran jugada individual de Damián Suárez que cedió el balón para que el primero la mandase muy cerca del palo.
Reactivaría aún más el ataque getafense un Karim Yoda que volvía tras su lesión. Precisamente un servicio suyo acabaría en gol de Portillo, pero sería anulado por el colegiado al comprobar que estaba en fuera de juego. El Getafe, por momentos, rozaba el tan deseado gol. Sin embargo, sería el Huesca, que hasta entonces solamente se encargó de achicar aguas -nunca mejor dicho-, quien se adelantaría en el marcador para sorpresa de muchos. Tras una jugada en banda en la que Molinero resultó lesionado (lo que provocó las consiguientes protestas de la grada), Aguilera metía un buen pase interior que el venezolano Alexander González se encargaba de transformar ante la salida de un Alberto que tapó mal pecando de excesiva confianza.
Pero el Getafe no bajó los brazos ni mucho menos y, pocos minutos después del gol aragonés, empató la contienda gracias a un futbolista que se está convirtiendo en pieza clave desde la llegada del técnico alicantino: Alejandro Faurlín. El argentino cazó un rechace dentro del área (mal resuelto por los defensores del Huesca) para poner las tablas en el marcador y animar a un Coliseum Alfonso Pérez venido abajo tras el gol visitante.
Desde entonces, el conjunto de Bordalás no dejó de intentarlo a través de Jorge Molina (que reaparecia tras su sanción), mientras que los de Anquela dieron muestras de conformarse con el empate. El ariete tuvo hasta en dos ocasiones la oportunidad de darle la vuelta al marcador, pero se encontró en ambas con Sergio Herrera. La más clara, un disparo forzado con su pierna izquierda tras una buena combinación con Yoda que desbarató el portero oscense. Sería la última para el Getafe, pues los minutos finales del encuentro se desarrollaron sin apenas intención de buscar el gol de la victoria, sumado a los continuos parones que no permitieron la continuidad.
Así, Getafe y Huesca suman un punto más a su casillero particular, lo que les sirve a ambos para mantenerse una jornada más en la zona tranquila de la tabla. La próxima parada de los azulones, un viejo conocido de la Primera División, el Levante.