Ambas escuadras llegaban a este encuentro mostrando un juego más que atractivo en sus respectivos partidos anteriores y con la prometedora idea de no defraudar a los espectadores del duelo. El cuadro dirigido por José Bordalás se presentaba en el feudo periquito por encima de los de Quique Sánchez Flores en la tabla clasificatoria, aunque cuando sonó el pitido que daba comienzo al partido las estadísticas carecieron de valor alguno dando verdadera importancia a lo que sucediera en los noventa minutos venideros.

Inicio guerrero por la disputa del cuero

El inicio del duelo fue algo tosco en cuanto la clarividencia por parte de ambos bandos. Los locales se mostraron algo más ofensivos que sus rivales en los primeros compases del encuentro, mientras que los azulones se dedicaron a no cometer errores atrás e intentar crear peligro mediante rápidas transiciones defensa-ataque. No obstante este ideal de partido se vería frustrado por los veloces repliegues que los de la Ciudad Condal realizaban, ya que se mostraban muy seguros tanto en repliegues como en basculaciones en los momentos de escaso dominio de la escuadra barcelonista.

Con el paso de los minutos el Espanyol fue entrando en el partido y puso en serios apuros en un par de ocasiones a los del sur de Madrid. Y es que a los quince minutos de partido los de Quique Sánchez Flores tuvieron una de las ocasiones más claras de la primera mitad, cuando Mario Hermoso se elevaba por encima de la defensa getafense para rematar el cuero en el cielo de Cornellá, acabando el esférico rebotando en el larguero visitante. El cuadro catalán no supo aprovechar dicha ocasión y tan solo unos minutos después se pudo arrepentir de no haberla materializado.

Cambio de tornas y dominio azulón

A medida que nos acercábamos al ecuador de los primeros cuarenta y cinco minutos el dueño del partido cambiaba poco a poco hasta que el Getafe se convirtió en él. Los madrileños tuvieron en sus botas la oportunidad más clara del partido. En el minuto 24, un delantero del Getafe robaba un balón en tres cuartos de cancha rival que le dejaba solo frente al guardameta, pero éste decidió cederle la bola a su compañero Jorge Molina que tras recortar en el área chica y efectuar un chut centrado, el portero Pau López repelió el lanzamiento sacando de quicio al entrenador alicantino del Getafe CF, José Bordalás, que vio como los suyos desperdiciaron oro puro. 

Fuente: Getafe CF
Fuente: Getafe CF

Por su parte, Pablo Piatti tuvo también la suya cuando llegábamos a la media hora de juego, pero el futbolista periquito no pudo aprovechar la situación y su cabezazo se quedaba corto a merced de los guantes de Vicente Guaita. El electrónico no se movería y los futbolistas de ambos equipos se marchaban a túneles de vestuarios con toda la segunda mitad para conseguir los tres puntos.

Partido abierto tras el descanso

Quizás la segunda parte comenzó un tanto similar a la primera, con los dos cuadros con la consigna de no encajar gol, aunque esto se vería roto a los diez minutos de juego por culpa de una jugada de estrategia. Y es que los pupilos de José Bordalás llevaban un total de doce jornadas consecutivas sin encajar de jugada a balón parado, pero sobre todo en el fútbol las estadísticas están para romperlas. El Espanyol dispuso de una falta peligrosa desde el costado derecho que tras una considerable controversia dentro del área madrileña Gerard Moreno rozaría la pelota para que esta se introdujera se en la portería visitante.

La recta final del partido se convirtió en un quiero y no puedo del Getafe que vería como los tres puntos que le acercarían a las posiciones europeas se quedaban en Cornellá.

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