Dos estilos antagónicos. Dos maneras completamente contrarias de entender el fútbol. Dos formas diferentes de alcanzar con éxito un mismo objetivo.

El duelo de entrenadores de esta semana destaca por ser de los más claros de contrastar. Tanto el juego de toque y alegre que practica el Girona de Pablo Machín, como la solidez y el orden que define al Getafe de José Bordalás, han llevado a ambos equipos a conseguir aquello por lo que fueron confeccionados: jugar en Primera División.

Por un lado, Machín se hizo cargo del conjunto catalán en marzo de 2014. El técnico nacido en Soria encontró a un Girona colista de Segunda División, y esa misma temporada logró revertir la situación y salvar la categoría. A partir de ahí, el entrenador fue implantando sus valores y su sistema, hasta que en 2017, tras varios intentos fallidos por la mínima, consigue el esperado ascenso. Tras su buena adaptación a la máxima categoría, el club se mueve por posiciones relativamente cómodas en la clasificación, con lo que parece que no tendrá dificultades para mantener su plaza en la Liga Santander.

El Girona plantea un inédito 5-2-2-1. Tres centrales se ven respaldados por dos carrileros, demostrando cada semana que es uno de los equipos con los conceptos tácticos más claros y elaborados del fútbol español. Bernardo, Muniesa, Juanpe, Timor, Ramalho… son los nombres que se reparten los tres puestos de central. El sector derecho del campo lo ocupa Maffeo, una de las promesas del fútbol europeo. Trabaja bien el sistema de coberturas en defensa y ofrece plenas garantías a la hora de pronunciarse en ataque. El otro carril es para Mojica, una de las piezas favoritas del técnico. Sin la misma calidad que Maffeo, aporta unas cualidades bastante similares. El doble pivote del equipo albirrojo lo forman Granell y Pere Pons. El segundo supone una baja importante para este partido por sanción. Presumiblemente, Aleix García será su sustituto. La sala de máquinas del Girona es clave tanto en el inicio del juego como en el orden y rigor táctico que requiere la faceta defensiva. Una de las revelaciones de esta temporada es Portu, que junto a Borja García se encarga de apoyar a Stuani en las combinaciones ofensivas. Los atacantes sobresalen por no ocupar posiciones fijas, intercambiando bandas cuando la situación lo requiere. Por último, cabe destacar que Bono le ha “robado” el puesto de portero a un desacertado Iraizoz.

Por su parte, el Getafe ocupa un sorprendente y merecido séptimo puesto en la clasificación de la liga, y busca seguir sumando fuera de casa. Bordalás planteará un partido cerrado, con transiciones rápidas e intentando aprovechar sus opciones a balón parado. Los madrileños pueden afrontar el partido con la tranquilidad que le dan sus 20 puntos, lo que puede suponer un arma de doble filo si no se sabe manejar. Parece que el aficionado azulón puede estar tranquilo, ya que desde que llegó Bordalás la concentración y la implicación en el juego ha fallado muy pocas veces. El clásico 4-2-2-2 del técnico alicantino se ve mermado por la importante baja de Markel Bergara, que será baja las próximas semanas por lesión. Fajr o Mora acompañarán a Arambarri en el doble pivote. Habrá que ver quién acompaña a Amath en el ataque por banda. La línea defensiva se presenta sin novedades, así como el ataque, donde Molina y Ángel forman un tándem perfecto.

Con todas las cartas sobre la mesa solo queda ver quién consigue llevarse el encuentro.

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