Once jugadores que han dejado huella en el corazón del aficionado del Getafe. Once futbolistas que en mayor o menor medida, han conseguido los logros más importantes de la historia del club. La historia no ha permitido ver a estos once jugadores en el mismo terreno de juego, hecho que sin ningún lugar a duda, hubiese ofrecido uno de los mayores espectáculos deportivos de la historia del fútbol español. Veteranía, juventud y sobre todo calidad, se unen en una formación única elaborada desde el corazón del propio aficionado.

Abbondanzieri, el ‘Zamora’ azulón

La portería del Getafe ha albergado guardametas de gran calidad, como el actual cancerbero Moyá, quien demuestra ser principal artífice de los logros defensivos del Getafe. Pero si hay un portero que la memoria azulona no puede olvidar, ese es Abbondanzieri. Roberto Carlos “Pato” Abbondanzieri llegó a la entidad azulona en la temporada 2006/2007 sorprendiendo al ser un fichaje mediático y de calidad indiscutible, el guardameta era titular con Boca Juniors y con la selección argentina, lo que conllevó un “boom” mediático en filas azulonas.

La primera campaña con el Getafe del arquero, finalizó con el trofeo Zamora al portero menos goleado de la Liga española, consiguiendo encajar tan solo 30 goles en 36 partidos disputados, así se inició la leyenda del que es el portero más querido y añorado del corazón azulón.

Los logros que están grabados a fuego en la mente del seguidor del Getafe, se forjaron con Abbondanzieri en portería. La primera temporada del argentino, aparte de conseguir el trofeo Zamora, consiguió llevar al equipo a su primera final de Copa del Rey. El partido no pudo disputarlo debido a encuentros con su selección, pero la huella que dejaría el “Pato” en el Coliseum no quedó ahí.

Si por algo los aficionados del Getafe han seleccionado a Abbondanzieri como mejor portero de la historia del Getafe, es por la excepcional participación que tuvo en la UEFA de la temporada 2007/2008. En la mente de todo futbolero queda la imagen del portero sollozando en el césped del Coliseum tras conseguir un fatídico empate contra el Bayern Munich que acarreaba la eliminación en los cuartos de final de la Copa de la UEFA. La garra impuesta por el “Pato” partido tras partido, las lágrimas emergentes del corazón, demostraron el verdadero amor que el futbolista sentía por un club, que pese al fallo en dicho partido, le quiere por todo el esfuerzo demostrado.

Este once histórico se asegura bajo palos un portero de garantías, gran portento a la hora de cubrir los balones aéreos, y correcto con los pies, donde destaca su gran precisión a la hora de sacar el balón hacia el campo contrario. Desde El “Pato”, el Coliseum no ha vivido un guardameta que ofreciese las características, seguridad, y amor por el club que demostró Roberto Carlos Abbondanzieri en sus tres temporadas en Getafe.

Belenguer y Cata Díaz, portento en la zaga

Dos centrales marca del club, dos zagueros que han pasado los mejores momentos de su carrera deportiva en el equipo azulón. Seguridad, corazón y capitanía en una zaga que el Coliseum sí pudo disfrutar sobre el terreno de juego.

Decir David Belenguer es decir “historia del Getafe”, el jugador llegó al cuadro azulón en el mercado de invierno de la temporada 2003/2004, cuando el equipo aun militaba en Segunda División, aunque por poco tiempo, porque fue esa misma campaña cuando el conjunto que acogía a Belenguer conseguía el preciado ascenso a la Primera División. Fue así como Belenguer llegó y besó el santo, se convirtió en pieza fundamental del eje de la zaga azulona gracias a su elegancia con el balón, su rapidez para cortar balones y ser incansable en los minutos de juego. Su carácter con el balón lo reflejaba en el campo, y no tardó en convertirse en capitán indiscutible del equipo temporada tras temporada. Con él, el equipo mejoraba en seguridad, tener un capitán a bordo hacía que unos jóvenes jugadores no tomasen un rumbo equivocado, y el rumbo que marcaba el veterano Belenguer no tenía límites; con Schuster en el banco, se logró la primera final de la Copa del Rey y la posterior clasificación a la UEFA, ya con Laudrup dirigiendo desde el banquillo, se consiguió la magnífica participación europea, donde Belenguer fue pieza clave, pese a su avanzada edad (33 años) y una serie de problemas musculares que le impidieron tener continuidad.

Fue en esta temporada, la 2007/2008, cuando los dos zagueros coincidieron por primera vez en el césped del Coliseum. Daniel “Cata” Díaz aterrizó en el equipo de Ángel Torres la temporada que el Getafe haría historia en Europa. Fichaje de peso, el central argentino era indiscutible en Boca Juniors, llegaba con la bandera de ser campeón de la Copa Libertadores 2007, torneo Clausura 2006, apertura 2005 entre otros, y ser elegido como parte del equipo ideal de América en el año 2006. Central veterano que venía a acompañar a Belenguer en una zaga que presumiría de contundencia y fiabilidad. Las expectativas no desmerecieron y ver a ambos defensores juntos llego a ser todo un espectáculo.

En la mente del aficionado azulón siempre se tendrá con cariño a estos dos zagueros, quienes defendieron la elástica azulona durante siete y cinco temporadas respectivamente, y en su mayoría, portando con galones el brazalete de capitán. Este once histórico tiene en defensa, calidad, solidez y sobre todo capitanía, característica que se echa mucho de menos desde que ambos futbolistas abandonaron el conjunto madrileño.

Pernía y Contra, estrellas en los laterales

La afición sigue demostrando que los mejores jugadores del Getafe, son aquellos que han demostrado formar parte del club, futbolistas que vistieron la camiseta con algo más que compromiso futbolístico, con el corazón. Dos nombres repletos de calidad asaltan los carriles de este once histórico azulón.

Cosmin Contra, jugador rumano que aterrizó en Getafe siendo un futbolista de talla internacional, había pasado por grandes clubes como el Milan o el Atlético de Madrid, dejando claras muestras de su calidad en cada uno de ellos, pero donde su corazón se quedó fue en Getafe, tal como declaró hace unos días al diario Marca: “Sería un sueño entrenar al Getafe”. El carrilero diestro ocupó la banda derecha del Coliseum durante cuatro temporadas siendo pieza clave del mismo en sus actuaciones. De él se guarda con cariño sus excepcionales internadas en banda, donde se dejaba la piel en cada sprint, pero si hay algo que ha hecho que el futbolista haya sido elegido por la afición, es sus espectaculares intervenciones frente al Bayern de Munich. El héroe del Getafe, el “asesino de alemanes” e innumerables apodos más se ganó Contra gracias a sus dos goles en la eliminatoria frente a los bávaros. En la ida, el rumano marcó el gol del empate en pleno Allianz Arena, imponiendo un duro palo a los alemanes quienes veían que tenían que viajar a Madrid con la labor de remontar. Pero en la vuelta fue cuando Contra se grabó la marca de héroe, marcando un gol para el recuerdo, un gol rebosante de calidad, un gol que no nació de las botas de Contra, sino que emergió del corazón hasta desprenderse de la bota de Cosmin e introducirse en la meta de Kahn.

No desmerece en presencia el propietario del lateral zurdo, Mariano Pernía, jugador que batió records en el Getafe, logrando ser el defensa más goleador en Liga desde Koeman, y siendo seleccionado para defender la elástica de la selección española en competición nacional. Un jugador que pese a disputar tan solo dos temporadas con los azulones, dejó muestras de una calidad inmensa, sus goles desde fuera del área, la precisión en las faltas directas, y sobre todo su verticalidad en banda, sirven para terminar de formar una zaga repleta de veteranía, gol y amor al club.

Casquero y De la Red, la sala de máquinas

La afición sigue demostrando su buen criterio a la hora de seleccionar los mejores jugadores de un Getafe que la siguiente campaña logrará su décima temporada en Liga. De este modo, el once histórico del Getafe, con el que se quiere rendir homenaje a estos diez años de éxitos, se asienta con un doble pivote de calidad pura. Jugadores diferentes en cuanto a edad, fútbol y tiempo en el club, pero con un factor común, ambos nunca desaparecerán de la memoria azulona.

Javier Casquero es parte fundamental de estos diez años en la máxima categoría del fútbol azulón. El capitán por excelencia que todo aficionado recuerda en Getafe. La veteranía unida a la calidad, el gol junto al criterio futbolístico, el timón y el poder de dirigir un Getafe a lo largo de seis largas temporadas.

Casquero llegó a Getafe en la temporada 2006/2007 procedente del Racing de Santander, se forjó como pieza clave en la medular del Getafe con Bernd Schuster en el banco, quien depositó en él la importante labor de capitanear tanto en el césped como en los vestuarios. Y respondió a la perfección. A lo largo de estas seis temporadas, el toledano ha demostrado que con él en el campo, el Getafe mantiene un rumbo definido, el capitán distribuye y ayuda, demuestra ser un jugador fundamental. La afición no olvida sus importantes labores, y sobre todo no deja de recordar los tan añorados “Casquerazos”, goles marca propia de Javier Casquero, tiros secos y fuertes desde fuera del área, que pocos guardametas fueron capaces de parar, ni tan siquiera el histórico Oliver Kahn.

Junto a este símbolo de veteranía y capitanía se une uno de los centrocampistas con mayor calidad de la historia del Getafe, Rubén de la Red. El jugador llegó a Getafe procedente del Real Madrid, a la temprana de 22 años, con la bandera de ser uno de los jugadores con más calidad de la cantera merengue. La temporada de Rubén con el Getafe fue asombrosa, tan pronto llegó, se asentó con facilidad en el once inicial del Getafe formando un trivote de lujo junto a su compañero Esteban Granero, y el antes citado Casquero.

De la Red demostró ser uno de los jugadores españoles con mayor proyección, su fútbol, metódico a la vez que elegante, encerrando el balón y distribuyéndolo con criterio y rapidez y su capacidad llegadora, intercambiando su posición en la medular con la mediapunta, forjó un esquema que logró los importantes éxitos europeos del Getafe dicha temporada.

Tal fue la expectación que había en torno al jugador, que el Real Madrid no dudó en repescar al jugador e incorporarlo a sus filas de forma inmediata. Su calidad tampoco pasó desapercibida en la selección nacional, donde fue convocado para disputar la Eurocopa 2008 que concluiría con triunfo de "La Roja".

Lamentablemente, el fútbol no volverá a ver a este inmenso jugador sobre los terrenos de juego. El 30 de octubre de 2008, disputando un encuentro de Copa del Rey con el club merengue frente al Real Unión, Rubén sufre un desvanecimiento en el campo debido a problemas cardiacos. A causa de esto, a Rubén le es prohibido volver a jugar al fútbol de forma profesional, impidiendo a los aficionados del fútbol español y europeo, gozar del que seguramente hubiese sido uno de los jugadores más importantes del panorama nacional.

Ambos futbolistas ofrecen un abanico de posibilidades en este once histórico, Casquero dirigirá la medular con capitanía y criterio, realizando labores de recuperación y aprovechando las oportunidades de chutar en los balones perdidos fuera del área. Mientras, De la Red será la movilidad, convirtiéndose en el centrocampista que conectará el centro del campo con la delantera y las bandas, consiguiendo una unión perfecta en mitad de campo.

Pedro León y Gavilán, precisión en la banda

Continúa la formación del equipo con dos extremos que son y han sido en mayor o menor medida, baluartes del equipo. Ambos futbolistas han pasado por situaciones de altos y bajos en el club, pero se valorarán de ellos las temporadas que han hecho que sean elegidos por la afición como parte de este once para el recuerdo.

En el costado zurdo se encuentra Jaime Gavilán, un futbolista que llegó procedente del Valencia en la temporada 2005/2006, la que sería también la primera de Schuster en el banquillo. La llegada del valenciano supuso el encuentro con un extremo de calidad incontestable; rápido por el carril, preciso con el pase desde la banda y sobre todo, una faceta goleadora más que interesante. Tras esta primera temporada con el Getafe, donde concluyó con cinco tantos en 35 encuentros, vuelve a Valencia dispuesto a triunfar. No fue como deseó y por culpa de una rotura en el ligamento de su rodilla derecha, comienza el declive de un jugador que demostró guardar gran calidad en sus botas. Tras dos temporadas en el dique seco, vuelve a Getafe en la 2008 volviendo a demostrar ser un fijo en las alineaciones y participando con fuerza en los encuentros de UEFA y en las posteriores campañas. En la actualidad, Gavilán ha decaído en su forma y no muestra todo su potencial. Las lesiones y la gran competencia en plantilla han impedido que el zurdo demuestre la calidad que deslumbró con anterioridad.

En el costado diestro se encuentra uno de los jugadores con más calidad que haya pasado por el césped del Coliseum, Pedro León. El murciano ha mantenido dos etapas en el Getafe muy diferentes, pero la que el aficionado juzgó para incorporarlo en este once histórico, fue la de su debut con los madrileños en la 2009/2010. Dicha temporada reunió en el campo a jugadores de la talla de Soldado, Cata, Casquero, Boateng o Parejo, pero fue el de Mula quien enseñó un potencial descomunal sobre el terreno de juego.

Su guante en la pierna diestra ha dado incontables alegrías a los azulones, sus goles a balón parado, sus centros al área o su precisión a la hora de asistir o marcar, son las principales bazas de un jugador que llegó a recalar en el Real Madrid, aunque no con el resultado deseado.

Ambos jugadores, a su máximo nivel, confeccionan dos bandas letales para cualquier rival. Capacidad goleadora pero sobre todo, precisión en el pase, distribuyendo los balones desde la banda para que los arietes finalicen las jugadas. El balón parado y las llegadas desde segunda línea finalizan un centro del campo que reúne veteranía, juventud y ante todo, calidad.

Craioveanu y Soldado, delanteros letales

El once histórico del Getafe llega a su fin, y con ello se cierra la parte ofensiva de esta escuadra de ensueño. La afición ha determinado que la responsabilidad goleadora recaiga en dos futbolistas de características diferentes, pero complementarias, y sobre todo en dos jugadores que han marcado historia en el club.

El primero de ellos, es un personaje histórico del club, querido y amado por todos los aficionados, a la vez que respetado por su importante labor en el club. El rumano llegó a jugar cien partidos con el club madrileño logrando importantes logros en la escuadra como el ascenso a Primera División. Dieciséis goles en su centenar de encuentros responden a un jugador que no era un claro anotador, sino un creador de peligro, jugador móvil desde segunda línea o los costados, incordiando las zagas rivales.

Junto a él se sitúa Roberto Soldado, el killer del Getafe, máximo anotador en una temporada con los azulones con 20 goles en la temporada 2009/2010. El aficionado recuerda sus dos temporadas como azulón con nostalgia, es el delantero centro más importante que haya pasado por el Coliseum (sin desmerecer a otros grandes como Pachón o Riki), pero los números demuestran que el valenciano ha sido el referente ofensivo principal del Getafe.

Ambos arietes complementan una dupla casi perfecta, uniendo el mejor olfato goleador, con la movilidad y peligrosidad de los movimientos de Gica, engranando una pareja que haría un quebradero de cabeza a cualquier defensa rival.

Laudrup, el director del concierto

Todo buen equipo necesita de un director en el banquillo que sepa dirigir, enseñar y sobre todo, hace unir las piezas en una misma escuadra perfectamente cohesionada. La afición ha elegido como maestro de este once histórico a Michael Laudrup.

Los seguidores concluyen esta mágica escuadra con un entrenador que, pese a haber disputado solo una temporada en Getafe, salió del club con uno de los mayores logros de la historia del club madrileño. Principal artífice de la gran cara mostrada en la Europa, donde se demostró que el Getafe era digno participante de la Copa de la UEFA. Partidos con un juego vistoso, agresivo pero sólido, marca de la casa Laudrup en todas las jugadas y, sobre todo, el sello de esfuerzo humildad y calidad que impregnaba Laudrup en sus jugadores. A este gran éxito se le une la segunda final de Copa del Rey disputada, aun habiendo acabado en derrota azulona.

Los éxitos se rigieron con él en el banco, dirigiendo un concierto espléndido en cuanto a fútbol se refiere, y para este once digno del sueño de cualquier aficionado azulón, solo el hombre apropiado es digno de dirigirlo.

Un once de ensueño

Once hombres que son historia del club, un entrenador que lleva consigo los éxitos más importantes de la historia del equipo. Veteranía, juventud, carisma, calidad y garra se unen en la mente del aficionado en este esquema que, siendo una lástima, nunca verá la luz en la realidad. Pese a ello, el seguidor del Getafe conoce a los futbolistas, los valora y quiere y pase el tiempo que pase, les tendrá un hueco en el corazón.

Foto 1: Marca.

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Foto 3: AS.

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Foto 7: El Mundo.

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Foto 9: 91minutos.

Foto 10: AS.

Foto 11: AS.

Foto 12: El Mundo.