Pablo Machín, técnico del Girona FC, fue distinguido con el premio al 'Mejor Entrenador de la Liga Adelante 2014/15' en la Gala de los Premios de La Liga. Tras tomar las riendas del Girona en la recta final de la temporada 2013/14 y lograr la permanencia de forma épica, el club catalán volvió a apostar por el preparador soriano. Machín devolvió la confianza depositada en él y consiguió que su equipo protagonizase la mejor temporada de su historia.

Machín realizó la mejor temporada de la historia del club.

Bajo sus órdenes, el Girona cerró la temporada regular en la tercera plaza tras sumar 82 puntos con un balance de 24 triunfos, diez empates y ocho derrotas. En lo que a goles se refiere, el cuadro albirrojo marcó 63 tantos y encajó 35. Los grandes números cosechados durante las 42 jornadas de la Liga Adelante llevaron al Girona a disputar el playoff por el ascenso por segunda vez en su historia, donde Machín se quedó a las puertas de conseguir el anhelado ascenso a la Liga BBVA tras caer ante el Real Zaragoza. Antes, ya pudo conseguir el ascenso directo, pero un fatídico gol del Lugo en el último minuto de partido lo impidió.

Del hundimiento a casi tocar el cielo de la Liga BBVA

El equipo estaba hundido anímicamente y en la clasificación, dado que era último y estaba a ocho puntos de la salvación. Sin duda, el soriano aceptó un reto mayúsculo, que se vio capaz de conseguirlo. Hizo de psicólogo, además de entrenador, y varió el sistema del Girona vigente hasta entonces para pasar a usar un 5-3-2, con dos carrileros muy abiertos.

La temporada acabó con el Girona salvándose en la última jornada, ya que ganó (3-1) al Deportivo, que ya estaba en Primera, lo que condujo que el artífice de la permanencia renovara automáticamente por dos años con la entidad catalana. En verano se realizó una buena planificación deportiva desde los despachos y pronto los resultados empezaron a llegar.

Salvo dos bajones de resultados y de juego (en diciembre y en febrero-marzo), el equipo rojiblanco fue uno de los mejores equipos de la categoría de plata. A pesar de perder a uno de los carrileros naturales durante seis meses (Juncà), el extécnico del Numancia improvisó con Coris y Aday para esta demarcación. 

El once tipo de Machín se recitó casi de memoria y los cambios solían ser siempre los mismos. Una de las premisas del míster es que si las cosas iban bien, no hacía falta tocarlas. No le ha faltado razón. Fue capaz de elevar al Girona hasta lo más alto hasta estar a escasos minutos de tocar el cielo de la Primera División.