Aunque el 4 de junio de 2017 pasará a la historia porque el Girona ascendió de forma oficial a Primera División, y los días posteriores fueron de celebración general en la ciudad, en la dirección deportiva del club, encabezada por Quique Cárcel, ya hacía tiempo que se trabajaba en la planificación de la plantilla que disputaría la máxima categoría estatal en esta temporada que está a punto de dar comienzo. La euforia de la parroquia rojiblanca tuvo una cura de realidad cuando se supo que únicamente ocho jugadores de la plantilla 2016-17 continuarían en Primera. O lo que es lo mismo, una tercera parte de los integrantes en nómina.

Enseguida se hizo público que dos de los jugadores que llevaban más minutos vistiendo la camiseta del equipo, y al mismo tiempo capitanes del club, Ricardo Álvarez Puig, ‘Richy’, y Felipe Sanchón, no tendrían una oferta de renovación de su contrato, que expiraba el pasado 30 de junio, por lo que tendrían que abandonar la entidad. El mismo día que se despidieron de la afición gerundense, Quique Cárcel detalló cuál era el estado de la plantilla tras haberse reunido con todos los jugadores. Los ocho jugadores que continuarían en Primera eran: el portero Yassine Bounou; los defensas Pedro Alcalá y Juanpe Ramírez; el carrilero Aday Benítez; los centrocampistas Pere Pons y Àlex Granell; y los media puntas Cristian Portugués ‘Portu’ y Borja García.

Más allá de la situación de los cedidos -Pablo Marí y Pablo Maffeo volvían al Manchester City, Johan Mojica al Rayo, Miguel Ángel Cifuentes ‘Cifu’ al Málaga; Juan Cámara al FC Barcelona y Samuele Longo al Inter de Milán-, había una serie de jugadores cuya continuidad en el equipo no estaba para nada garantizada, y de hecho algunos ya han hecho las maletas rumbo a otros equipos. Se trataba del portero René Román; el defensa Jonás Ramalho; el carrilero Sebas Coris; los centrocampistas Rubén Alcaraz y Eloi Amagat; y el delantero Fran Sandaza. De ellos, a día de hoy siguen en la dinámica del grupo Ramalho y Eloi, y su permanencia en el equipo dependerá única y exclusivamente de la eventual incorporación de otros jugadores en sus respectivas demarcaciones. René y Alcaraz se marcharon rumbo a Almería (el primero rescindido y el segundo cedido); Coris buscará minutos con una cesión a Osasuna, y Sandaza no cuenta para el proyecto de Primera y el Girona lo cedió al Al-Ahli de Catar, entrenado por Joaquín Caparrós.

Asimismo, quedaba espacio para los jugadores que no tendrían cabida en la máxima categoría estatal y la situación de los cedidos. De los primeros destaca que Kiko Olivas no fuera un activo a tener en cuenta para Primera División. A 15 de agosto hay que decir que su situación sigue encallada y, aunque parece que tiene un pie y medio fuera del Girona, el antequerano sigue entrenando con sus compañeros. Menos sorprendente fue la rescisión de Cristian Herrera, quien completó una temporada bastante discreta. De los segundos, el delantero Manel Martínez se fue cedido al Lorca Deportiva, ascendido este año a Segunda División, mientras que Carles Mas y Albert Vivancos, tras toda una vida vinculados a Montilivi, rescindieron sus respectivos contratos. El de Banyoles jugará con el Olot y el de Bescanó lo hará con el UCAM de Murcia, ambos en Segunda B.

En el caso de los tres cedidos a clubes de Segunda División -Alcaraz al Almería, Coris al Osasuna y Manel al Lorca-, se trata de jugadores jóvenes y con proyección a los que el club quiere en un futuro no inmediato pero sí a corto plazo. Es por ello útil una cesión a distintos equipos que les puedan garantizar foguearse con 35 o 40 partidos en una categoría que ya conocen, directa o indirectamente.

Tras analizar el capítulo de bajas, el Girona ha oficializado hasta el momento un total de once incorporaciones. Se trata de los porteros Gorka Iraizoz y José Aurelio Suárez; los centrales Bernardo Espinosa y Marc Muniesa; los carrileros Pablo Maffeo y Carles Planas; los mediocampistas Aleix García, Douglas Luiz y Farid Boulaya; y los atacantes Cristhian Stuani y Marlos Moreno. Destaca, sin duda, la incorporación de cuatro jugadores cedidos por el Manchester City -Maffeo, que encadena su tercera cesión en el club de Montilivi, Aleix García, Douglas Luiz y Marlos Moreno-. La estrecha colaboración entre el conjunto inglés y el catalán hace años que funciona y los ‘citizens’ han ido cediendo a varios futbolistas estas últimas tres temporadas. Así llegaron Lejeune, Sobrino o Pablo Marí, entre otros.

Especialmente importante es la llegada de Gorka Iraizoz, un portero con mucha experiencia en Primera División y que conoce muy bien la categoría; y de un delantero como Cristhian Stuani, conocedor también de la mejor liga del planeta. Una faceta, la goleadora, que la entidad gerundense debe seguir buscando toda vez que solo cuenta con el uruguayo y Marlos Moreno para esta demarcación, teniendo en cuenta que el colombiano no es un ariete puro. Los cuatro delanteros que había en Segunda -Sandaza, Longo, Cristian Herrera y Felipe Sanchón- ya no están en la plantilla y Quique Cárcel deberá seguir peinando el mercado en busca de, mínimo, dos delanteros más que refuercen esta posición.

El central Marc Muniesa es, hasta la fecha, el último fichaje del Girona. | Foto: Girona FC
El central Marc Muniesa es, hasta la fecha, el último fichaje del Girona. | Foto: Girona FC

Además de la línea atacante, el director deportivo del Girona debe incorporar a dos carrileros más -Mojica, Juncà y Alex Moreno interesan-, un central en el caso que Kiko Olivas se vaya, y un centrocampista de corte defensivo que pueda complementar a Pere Pons y Aleix García.