El Girona visitaba el estadio de Butarque en busca de su primera victoria fuera de casa en Primera División, y que permitiese al equipo respirar tranquilo tras las dos derrotas consecutivas ante el Athletic de Bilbao y el Sevilla. Enfrente, un rival que llegaba al partido con una dinámica parecida a los gerundenses; tras conseguir la victoria en las dos primeras jornadas de liga, sus dos posteriores derrotas hacía que ambos equipos llegasen con la obligación de conseguir volver a puntuar. Y este hecho quedó ejemplificado a lo largo de todo el encuentro.

Finalmente, en un partido frenético a nivel de intensidad, donde los dos equipos no dejaron en ningún momento de buscar el gol de la victoria, eso sí sin perder la cabeza, y con una escasa presencia de juego de creación en el medio campo, Leganés y Girona se llevaron un punto cada uno que les permite volver a sumar en su lucha por permanecer en la categoría de oro del fútbol español.

Primera parte de mucha intensidad pero poco juego

Machín saltó al campo con su once habitual de estas primeras jornadas de liga, con la excepción de la titularidad por primera vez esta temporada del nigeriano Kayode en la punta de ataque (en lugar de Portu) y de Alcalá en el eje de la defensa por Bernardo. Pequeños cambios que apenas variaron el estilo de juego que caracteriza al Girona.

El partido empezó con mucha intensidad por parte de los dos equipos, con un Leganés controlando el tempo del partido y la posesión de balón, pero con un Girona bien posicionado en defensa y buscando sus oportunidades a la contra con la velocidad de Kayode. Aun así, el desarrollo del partido podría haber sido totalmente distinto si Szymanowski hubiese acertado en su primer disparo a portería en el minuto dos de encuentro, pero el remate del delantero del Leganés contactó con el larguero y fue despejado por la defensa gerundense.

Stuani tuvo la ocasión más clara de la primera parte para el Girona | Foto: La Liga

A partir de ahí, la igualdad fue la tónica dominante de una primera mitad donde los dos equipos pudieron adelantarse en el marcador; el Leganés, a través de un juego más combinativo y el Girona utilizando un juego mucho más directo. Stuani, tras una buena combinación con Kayode, tuvo la ocasión más clara de la primera mitad para los rojiblancos, pero su disparo desde el punto de penalti se marchó a la izquierda de la portería del ‘Pichu’ Cuéllar.  

A por el gol, pero sin perder la cabeza

La segunda mitad empezó con los mismos veintidós protagonistas en el terreno de juego, sin cambios en el desarrollo del partido. Los dos equipos buscaban el gol pero sin dejar de tener cubierta su parte defensiva. Y es que en la segunda mitad se notó claramente la necesidad de los dos equipos de puntuar tras dos jornadas sin hacerlo, y los riesgos por miedo a perder el partido fueron mínimos.

Cuéllar se mostró muy seguro durante todo el partido | Foto: La liga

Con la entrada del delantero marroquí Amrabat, que pese a que no estuvo muy acertado, el Leganés mejoró en ataque y centró sus esfuerzos en llevarse la victoria, pero sin la fortuna necesaria para ganar un partido que solo podría haberse decidido por detalles.  En el minuto 81 el colegiado anuló, de forma correcta, un gol de Amrabat que todo el estadio y el cuerpo técnico celebraron, pero que había anotado en fuera de juego.

Por parte del Girona, Mojica fue el mejor, buscando desequilibrar por la banda izquierda, pero sus centros no encontraban a un Stuani que batalló contra toda la defensa pero no estuvo acertado, y un Kayode al que todavía le falta compenetrarse mejor con sus compañeros.

Finalmente, empate a cero entre dos equipos que buscaron la victoria pero sin perder la cabeza y sin dejar nunca descubierta su zona defensiva. La temporada es muy larga y tanto Leganés como Girona sabían que es mejor conseguir un punto que quedarse una jornada más sin nada.